La Recepcionista del Mundo Mágico – Capitulo 1

Mirando el cielo, se podían ver islas flotando como si se tratara de algo común.

Esa visión no había cambiado desde que nací.

Mirando un poco más allá, islas de diferentes tamaños podrían verse flotando de la misma manera. Por supuesto, eso tampoco había cambiado

Y al igual que las islas flotantes, mis sueños de la infancia permanecían igual.

* * *

Desde que nací, estuve rodeada de magia.

Si mi madre hacia un arco con su dedo, los objetos empezaban a flotar inmediatamente. Si mi padre entonaba un hechizo, salían llamas de la punta de sus dedos, matando demonios malvados. Ellos eran muy geniales.

La anciana que vivía al lado, hechizaba su lecho de flores y las hacía cantar cada mañana, animando así el ambiente. El anciano que vivía en el otro lado, seguramente queriendo competir con ella, hechizó las verduras de su jardín para que cantaran burlonamente cada mañana.

Sin embargo, debido a que las voces de las verduras eran un poco más bajas que las de las flores, contrario a lo que él esperaba, se terminó creando un armonioso cantar. Aunque nunca se dio cuenta de ello.

Intenté copiarlos y movía mi dedo con todas mis fuerzas. Lo sacudí hacia arriba y hacia abajo, izquierda a derecha. También intenté saltar.

¡Oh, eso parece funcionar, yay!

De alguna manera creé viento… Solo porque mi flequillo se levantó.

Pero las cosas no flotaban ni habían llamas. Las flores no cantaban y no había un coro armonioso.

Bueno, en primer lugar, la yo desde ese entonces, no conocía ningún hechizo.

* * *

«Nanalie, ya casi es hora ~»

«’Kay ~ «

Mientras contemplaba las islas flotantes desde la ventana de mi habitación, escuché la voz de mi madre y me aparté de ese lugar.

Estaba a punto de partir a mi primer día en la Escuela de Magia del reino. Había terminado de empacar, pues como era un internado, no regresaría a casa hasta las vacaciones. Así que estaba un poco preocupada por si dejaba algo importante.

Pero bueno, Incluso si llegaba a olvidar algo, no había muchas cosas de valor, así que seguramente no debería estar preocupándome demasiado.

Además, si hubiera algo que necesitara, podría conseguirlo después en las vacaciones.

Ahora mismo tengo doce años. Y tengo que asistir a la escuela durante seis años hasta que cumpla los dieciocho.

“Bien.»

Las paredes blancas estaban un poco sucias. La estantería de madera ya no era tan bonita como antes. El escritorio cerca de la ventana, con la parte superior estaba llena de libros de texto que había usado durante mis días en la escuela del pueblo.

La cama que estaba cubierta con sabanas desde el techo que mi padre había puesto con clavos oxidados porque me gustaban las camas con dosel de princesa.

El oso de peluche con el que había molestado a mi madre, me miraba desde lo alto de un guardarropa color marrón.

Tomé mi equipaje y salí de la habitación, sacudí un poco el vestido azul de una pieza que tenia puesto.

Dando un último vistazo a mi habitación, guardando la imagen de aquella habitación que perderá temporalmente a su dueña y salí corriendo hacia donde se encontraba mi madre.

Un pequeño pueblo en el Reino de Doran.

Ese lugar donde yo, Nanalie Hale, hija de una arqueóloga y un exorcista, había nacido y crecido.

Sin ser nobles ni comerciantes, éramos una familia muy común y los que nos rodeaban eran igual.

En todo caso, que mi madre sea arqueóloga es quizás la única cosa especial de nuestra familia. Aunque no lo hacía mucho, se sentía que siempre estaba moviéndose de un lado para otro investigando ruinas

Por otro lado, la ocupación de mi padre como exorcista era una ocupación muy común, exterminaba demonios y hacia diversos trabajos de una asociación mágica llamada Harley, donde luego recibía recompensas. Tiene que usar más magia de lo normal y en realidad era un trabajo bastante peligroso. Dependiendo de la solicitud, habían trabajos más complicados que otros, pero cuanto más difícil sea, mayor es la recompensa.

Aunque nunca llegue a acompañar a mi madre en su trabajo, hace mucho tiempo, logre acompañar a mi padre un par de veces.

Fue durante ese tiempo en que desarrolle la enfermedad en la que los niños empiezan a hacer preguntas de manera incesante, como «¿Qué es lo que se suele hacer? ¿A dónde vamos? ¿Qué isla es esa? ¿Cuál es el trabajo?” Quería saber todo lo que existía en el mundo y pregunte a todo adulto que conocía, siendo muy molesta. Tal vez mi padre era bueno ocultando su irritación, pues nunca tenía una expresión de disgusto en su rostro. Al recordar eso, incluso yo siento que debí haber sido una niña muy molesta.

Lo acompañaba a trabajos relativamente fáciles, la recompensa era de aproximadamente 20 pegaro. Cuando le pregunte cuánto eran los 20 pegaros, respondió que era suficiente para comprar la comida de un día.

Harley era como una oficina civil donde se ofrecían solicitudes de trabajo para exorcistas, por lo que con frecuencia se podían ver a los trabajadores entrando y saliendo del edificio.

Me sentía emocionada al estar en un lugar nuevo, me fascinaba mucho el interior del edificio. Al principio esperaba que fuera un lugar en donde todos eran serios, pero era completamente lo contrario y mucho más parecido al bar que frecuentaba mi padre. Tanto el piso como las paredes estaban hechas con madera, por lo que daba una impresión hogareña. Posiblemente había incluso un comedor, porque había un agradable olor a carne.

Mientras todo eso me distraía, mi padre dejó que la recepcionista buscara un trabajo. Tomó bastante tiempo, pero quizás se debía a que como estaba arrastrando una carga como yo, debía buscar un trabajo adecuado. O al menos eso creía.

Después de que se decidió, me agarró de la mano mientras la recepcionista decía la línea del guión:

“¡Que tengas un buen viaje! Tengan cuidado «

Y le devolví el saludo con una sonrisa.

Recordé que la solicitud era simple, ayudando a una abuela con su campo.

Inesperadamente, el trabajo terminó demasiado pronto, me quedé decepcionada porque había imaginado algo más impresionante.

No había mucha diferencia con lo que hacía en casa.

«¡Bienvenidos! ¡Gracias por su trabajo! Y pequeña señorita, gracias también por tu trabajo «

Fue cuando papá y yo volvimos a Harley después de que acabamos con todo.

La recepcionista nos dio la bienvenida de nuevo, tal vez era parte de su trabajo. Pero la sonrisa que tenía cuando nos enfrentó me hizo pensar muy profundamente.

«…? ¿Sucede algo?»

«Nanalie?»

Incluso si me pidieran que explicar, yo misma no lo entendía del todo. Pensé que tal vez era algo parecido a enamorarse a primera vista.

En cualquier caso, para la joven yo, esa Onee-san se veía deslumbrante.

La figura se mantuvo galante, manejando el papeleo para cualquier tipo de trabajo, ya sea un trabajo peligroso o sin sentido, con una expresión inmutable.

Envía a los exorcistas con un “¡Que tengas un buen viaje!”

Y da la bienvenida a los que regresan con una sonrisa y un “¡Bienvenido de nuevo y gracias por tu trabajo!”

Cuando fui testigo de eso y tenía destellos en los ojos gracias a ella.

Y no gracias a mi padre que trabajó duro para cumplir la solicitud.

Y tampoco gracias al gran hombre sentado en el mostrador junto a nosotros, que se jactaba de haber completado una difícil labor.

Todo fue por ella, que estaba sentada y esperando allí, como siempre hacía. Mientras lo hacía, algo llamado admiración comenzó a surgir dentro de mí.

Entonces mi padre comenzó a arrastrarme, mientras miraba fijamente a la Onee-san detrás del mostrador, de vuelta a casa, malinterpretando que estaba cansada.

Algo así como la admiración no se podía sentir solo porque si.

Fue algo que brotó de repente, ese momento espontaneo de quedarse fascinado con una cosa o persona. Eso fue lo que sentí.

Y pasaba lo mismo con los sueños.

Tal vez fue por eso que hubo muchos casos en los que alguien comenzaba a querer convertirse en florista, pero debido a alguna razón, de repente, deseaba ser cocinero o algo más.

Por casualidad, quería ser como la recepcionista, eso era todo. No había nada misterioso en eso, solo lo deseaba.

Y así, mi sueño para el futuro se convirtió en

«Quiero convertirme en una Onee-san recepcionista»

Definitivamente no era un trabajo llamativo, pero era algo indispensable.

Cuando le dije a mis padres, por alguna razón, intentaron detenerme desesperadamente.

Su razón era que para hacerlo tenía que sobresalir en todo, desde la magia hasta los estudios. Solo alguien que pudiera luchar con la magia, que fuera lo suficientemente inteligente como para ser considerado entre los rangos superiores de la escuela de magia del reino y que fuera lo suficientemente capaz en todo lo demas, podría realmente trabajar allí.

Sin embargo, terminé admirándola aún más cuando lo escuché.

Debido a que una elegante Onee-san podía realmente luchar con la magia y encima de eso tenía una buena cabeza sobre sus hombros. Eso fue realmente genial de su parte.

Por lo tanto, para convencerlos, había trabajado muy duro para convertirme en la número uno, aunque solo había sido en la escuela de mi aldea. Sentí que cuando se tiene una meta, la cantidad de personas que podrían dedicarse a sus estudios sería diferente.

Gracias a eso, siempre había sido la mejor de mi clase y había dominado toda la magia que formaba parte de la educación obligatoria para los niños.

«Todavía no tienes un familiar, así que toma este carruaje».

«Entendido”

«No te resfríes, ¿me oyes?»

«Ya lo sé»

Tenía que subirme a un carruaje no tripulado para llegar a la escuela.

No había otra manera de llegar a las islas que flotaban en el cielo. Para aquellos que tenían familiares, podían ir fácilmente por medio de un cierto método. Mi padre tenía uno, pero los padres tenían prohibido enviar a sus hijos a la isla.

Además, esto también fue algo que mamá hizo con magia especialmente para hoy.

A primera vista, no era más que un carruaje marrón, sucio y normal atado a un caballo. Pero en realidad, cuando el caballo era alimentado con un papel con el destino escrito en él, sus extremidades empezaban a bailar por el cielo y llevaban a la persona al lugar esperado, un elegante carruaje mágico.

Podría simplemente darle un papel con la dirección de mi casa para enviarlo, que conveniente.

«¡Ya me voy!»

Alimenté al caballo con el papel y me fui.

Cuando miré hacia abajo, pude ver a mi madre, agitando sus manos y haciéndose cada vez más pequeña.

Por encima del Reino de Doran estaba la isla donde vivía el rey, llamada Isla del Rey.

No importaba el reino, era la norma que el castillo de su rey estuviera ubicado en la isla que flotaba sobre él.

Sin embargo, nunca entendí realmente por qué estaban flotando.

Incluso si preguntaba a los adultos, sus respuestas eran vagas y variadas.

De acuerdo con una teoría que aprendí en la escuela de la aldea, durante los tiempos en que los demonios habían crecido en número y se habían desenfrenado como quisieron, grandes magos del pasado habían lanzado los castillos del rey con sus tierras al cielo para proteger las regalías que eran el orgullo de sus reinos. O eso nos dijeron.

Era solo una de las muchas teorías que había, pero en su mayor parte, eran similares a eso.

En la Isla del Rey, estaba la escuela de magia, un lugar con una larga historia a la que también había asistido mi padre. Para las personas que querían ser exorcistas, era obligatorio graduarse en esa escuela, por lo que era normal que mi padre, que había tenido ese objetivo, también hubiera ido allí.

Aquellos que aspiraban a convertirse en caballeros y aquellos que querían aprender la magia en serio también iban a ese lugar. Las personas que querían trabajar en lugares como Harley también requerían la certificación de esa escuela.

Las escuelas normales también enseñaban magia hasta cierto punto, pero la escala era completamente diferente. Si tuviera que describirlo, era como la diferencia entre aprender a cocinar comida casera y entrenar para convertirse en un chef de primera clase.

Entre todos los estudiantes, había muchos hijos de la nobleza, con duques y condes como sus padres.

Algunos de ellos se vieron obligados a asistir, por lo que habían niños que estaban emocionados y otros que no.

Los nobles tenían el deber de proteger sus tierras de ataques externos, por lo que su trabajo era muy parecido a los soldados. Por supuesto, la gestión económica en los feudos también era parte de sus responsabilidades, pero ambos eran deberes que tenían que respetar. Estos eran tiempos en que los demonios no eran pocos en número, por lo que, como rey de su territorio, tenían fortalecerse.

Era difícil ser noble.

No se trataba solo de llevar ropa elegante.

«¡Wow!»

Podía ver el castillo en la Isla del Rey desde el carruaje.

El palacio blanco era mucho más hermoso que lo que vi en imágenes. Cuando pensé que el rey y su reina vivían allí, ese solo pensamiento me emocionó.

Y delante de él había un edificio algo más pequeño que el castillo, pero mucho más grande que mi casa. Parecía que esa era la escuela de magia.

Según el mapa de la isla que me dio mi madre, esta isla tenía el castillo en su centro, luego estaba la ciudad del castillo construida en un círculo alrededor de ella donde vivían algunos de los criados y en el borde de la ciudad del castillo estaba la escuela de magia

Por fin, di mi primer paso hacia convertirme en una Onee-san recepcionista.

Mientras pensaba con cariño mi vida escolar que tendré de ahora en adelante, sostuve mi mano frente a mi pecho.

Agradecimientos a mis patrones:
Steigende sonne

Traducido por: Mon-chan – Patreon

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