Red Ogre Belgriff – Capitulo 2

-Belgriff estaría de pie en la entrada del pueblo-

«… Todavía no ha regresado»

Belgriff estaría de pie en la entrada del pueblo.

«Hoy es el día en que volverá»

Pensaba eso todos los días. Pateaba el suelo con su pierna de prótesis.

De acuerdo a la carta que llegó la semana pasada, Angeline debería haber vuelto ya, pero desde entonces no ha habido señales o algunas palabras por su parte. Prácticamente ya está por terminar el mes, hoy justamente es el último día. Mañana será el primer día del siguiente!

Aunque Belgriff estuvo calmado cuando la carta llegó la primera vez, como si todavía no se sintiera real para él, a medida que el mes se aproximaba a su final se ponía más inquieto.

Que debería decirle cuando llegue? Que debería hacer para cenar? Que debería hacer por ella?

Constantemente pensando sobre muchas cosas y mientras pasaban los días, el lentamente perdía la compostura.

El día en que se supone que Angeline debería haber llegado, Kerry había preparado de buena voluntad una gran fiesta de bienvenida, sin embargo, ella nunca apareció. En ese momento ella estaba de camino a la ciudad de Carda para cazar a un Wyvern.

Sería difícil poner en palabras cuan desanimado se sintió Belgriff, pero los aldeanos aprovecharon felizmente el festín que prepararon.

Desde entonces, cada vez que Belgriff no tenía trabajo que hacer, se encontraría en la entrada del pueblo esperando por su hija. Ya que podía sentirse su dolor con solo mirarlo ahí parado, los demás fueron incapaces de siquiera acercarse a hablar con él.

«… Me pregunto si está bien. Acaso estará enferma…? No está muerta, cierto…?»

Sus pensamientos empezaron a crecer más negativamente, Belgriff cubrió su cara con sus manos y se agacho, abatido.

«Ooh… Angie…»

Mientras Belgriff caía en un vicioso ciclo de pesimismo, el sonido del carruaje alcanzó sus oídos.

Belgriff alzó su cabeza de repente. Un comerciante, parecía. Belgriff entrecerró sus ojos, tratando de ver si Angeline estaba junto con él, pero no se veía tal silueta.

«… La extraño»

Cabizbajo, Belgriff nuevamente deja caer su cabeza. Él podía sentir ligeramente el viejo dolor fantasma de su pierna regresando.

Cuando el comerciante se acerca a la entrada del pueblo, le habla a Belgriff sonriendo.

«Buen día, estoy en lo correcto al asumir que este es el pueblo de Tornela?»

«Si… este es…»

«Eso es bueno. Oh cierto, podría preguntar dónde vive el Sr. Belgriff? Se me pidió que le entregara una carta»

Sorprendido, Belgriff alzó su cabeza una vez más.

«Ese sería yo…»

«Oh, que afortunado»

Exclamó el viajero mientras decencia del carruaje. Sacó una carta de su bolsa y se la dio a Belgriff.

«Entonces esto está destinado a usted, correcto?»

Ciertamente estaba dirigida a él. Al ver el nombre del remitente, se regocija. «Angeline» estaba claramente escrito ahí.

El comerciante sigue su camino al centro del pueblo mientras Belgriff abre apresuradamente la carta sellada.

«Hmm… Ya veo, así que fue una petición de emergencia…!»

Leyendo la carta, se sintió aliviado. No estaba enferma, ni tampoco había muerto.

La carta explicaba que ella era incapaz de volver a casa debido a la petición de subyugación de un Wyvern y por eso tenía que dirigirse a la ciudad de Carda. También escribió que tomaría sus vacaciones pronto y volvería a casa entonces.

Como Angeline siempre tenía mucho que quería escribir, ella a menudo estaría atascada por un largo tiempo sin saber que debería transmitir en sus palabras y terminaría haciendo una carta extremadamente simple y corta.

«Estoy tan contento… Así que está bien…»

Ahora completamente aliviado, Belgriff camina de regreso a su hogar con un paso rápido.

En frente a su casa están diez niños de diferentes edades, todos agitaban repetidamente sus espadas de madera. Viendo como Belgriff se acercaba, los niños exclamaron juntos en alegría.

«Hey, Es el Tío Bell!»

«Vamos a practicar hoy?»

«Si, recibí una carta. Ahora tengo más energía que nunca! Lamento hacer que se preocuparan»

Desde que Angeline se fue, Belgriff ha reunido a cualquier niño que estuviera dispuesto y le enseñaría cosas como esgrima para la defensa, conocimientos sobre hierbas y como moverse a través de las montañas.

No es como si no existieran algunos que aspiraran convertirse en aventureros entre los niños, pero la mayoría de ellos solo tenían admiración por usar una espada e ir hacia las montañas.

Pero los últimos días Belgriff no ha hecho otra cosa más que estar distraído, esperando por Angeline, las practicas habían sido canceladas. Parece que los niños habían estado practicando por su cuenta durante ese tiempo.

Belgriff una vez más los coloca en una fila y los hace mover sus espadas, lentamente corrigiendo su postura y reduciendo cualquier movimiento innecesario.

Los chicos ahora están al nivel en que incluso un niño de seis años de edad es capaz de moverse apropiadamente.

Belgriff asiente, satisfecho.

«Si, han mejorado bastante»

«De verdad?»

«Hey, Tío Bell, cuando volverás a las montañas?»

«Bueno, veamos… Ya que tengo que hablar primero con sus padres, tomará un tiempo»

Al decir eso, los niños empezaron a quejarse. Para ellos, aventurarse en las montañas es algo asombroso, excitante y divertido. Belgriff sonríe irónicamente.

«Entiendo que quieran ir, pero las montañas son peligrosas, saben? Recuerden, cuando vayamos a las montañas no es para jugar, entendido?»

Los niños quedaron en silencio, sintiéndose incomodos ante las palabras de Belgriff. Todos querían jugar, después de todo.

Pero en las montañas no solo aparecen bestias salvajes, es común que bestias mágicas aparezcan de repente. Ese tipo de criaturas son una amenaza para la humanidad, un peligro mucho más grande que las criaturas normales. Sería peligroso ir a ese lugar sin tomárselo en serio.

Viendo los niños inmutables, Belgriff rascó su barba y empezó a reír.

«Siempre y cuando sepan que no estamos ahí para jugar, está bien. Trataré de llevarlos tan pronto como pueda»

«De verdad?!»

«Cuando?! Hoy?!»

«No seré capaz de hacerlo hoy o mañana… Bueno, solo voy a llevar a los niños que me escuchen apropiadamente y me hagan caso sin quejarse»

Al escuchar eso, todos se comportaron como si fueran los niños mejor portados del mundo.

* * *

Revisando los recuerdo que había comprado una vez más, Angeline empacaba su equipaje mientras tarareaba.

«Me pregunto si a Papá le gustará esto… Oh, quizás le dé esto al Sr. Kerry…»

Después de derrotar al Wyvern, ella continuó completando varias peticiones, una detrás de otra hasta que se había encargado de todas y finalmente era capaz de tomar sus vacaciones.

Luego, en el atardecer, ella planea montar un carruaje y seguir su itinerario de los próximos nueve días hasta llegar al pueblo de Tornela.

Que debería hacer cuando llegue a casa?

Primero, haré que papá me abrace y me acaricie mucho. Le diré de nuevo en persona que me he convertido en un rango S y el me elogiará, me dirá que lo hice bien. Comeremos juntos, dormiremos juntos y… si… finalmente podré asestarle un golpe esta vez!

Mientras cada vez más ese tipo de pensamientos aparecían en la mente de Angeline, sus expresiones se tornaban más relajadas, al mismo tiempo seguía empacando rápidamente cosas como mudas de ropa, comida y recuerdos en su bolso.

Ya que la líder del grupo se estará tomando unas vacaciones, Milliam y Anessa tienen mucho menos trabajo para hacer. Ambas están asombradas al ver la escena creada por Angeline. Nunca podrían haber imaginado que la normalmente tranquila y refinada Angeline fuera capaz de actuar de esa manera.

Balanceándose de lado a lado, Milliam le susurra ligeramente a Anessa.

«Pero que tanto puede amar a su padre?»

«Si… es un poco sorprendente…»

«Cierto? Así que incluso Angeline tiene un lado como ese»

No ha pasado ni siquiera un año que habían formado un grupo con ella. Antes de eso, ella siempre actuaria de forma independiente.

Eso también, era otra señal de que tan extraordinaria eran sus habilidades. Después de todo, normalmente es de sentido común para los aventureros formar grupos antes de intentar subir de rango.

Milliam y Anessa estaban inicialmente en el mismo equipo, pero debido a diferencia de opiniones las dos se fueron.

Justo cuando estaban atascadas, sin estar muy seguras de que hacer a partir de entonces, llegó una petición del gremio para que formaran un grupo con Angeline.

Parece que se hizo para asegurar una gran probabilidad de éxito en la realización de misiones difíciles, el gremio decidió que sería una mala idea dejar que Angeline continuara por su cuenta.

Al principio las dos tomaron el silencio natural de ella como su preferencia a estar sola y por esa razón usualmente no sabían cómo comportarse con ella.

Pero en realidad, no es como si ella odiara a las demás o que estuviera demasiado concentrada en sus objetivos y simplemente no hablara demasiado. Eventualmente abriría su corazón hacia ellas y a partir de entonces se llevarían bien como equipo. Sin embargo, no fue hasta hace poco que descubrieron su amor anormal hacia su padre. Por supuesto, ambas son incapaces de interactuar con ella como lo hacen normalmente cuando se comporta de esa forma.

Sin que le importase demasiado, Angeline continúa mostrando más facetas de ella que nunca habían visto antes.

«Volveré a casa pronto~♪ Volveré a casa pronto~♪ Veré a papá muy pronto~♪ «

Como si estuviera bailando, ella camina alrededor de la habitación. Entonces, como si apenas lo recordara, mira en dirección de las otras dos chicas.

«Ustedes realmente no regresaran a casa?»

«No podemos, la condición de tus vacaciones fue que nosotras nos quedemos temporalmente y ayudemos a los otros grupos después de todo…»

«Así es. Aunque realmente quiero ver qué tipo de persona es tu padre»

«Mnng… Quiero presentarles a papá también, pero supongo que no hay nada que hacer. Buena suerte con su trabajo»

Mientras que Angeline les daba un pulgar arriba con confianza, las dos suspiraron.

Parece que de cualquier forma en que su padre sea parte del tema de conversación ella se convierte en una cabeza hueca. Aunque sea más amistosa de esa forma, sus compañeras son dejadas con sentimientos encontrados al respecto.

Los días pasaron, Angeline se dirige a la estación de transportes y busca un carruaje que vaya hacia el norte. Milliam y Anessa han venido también, para despedirla. Tienen el día libre.

«Es asombroso como siempre hay tantas personas aquí»

«Cough cough, la cantidad de polvo es más sorprendente. Sigues sin encontrarlo Angie?»

«Mnn… Este lugar es muy grande, no sé dónde está…»

Una persona, en pánico, aparece en frente del grupo que vagaba sin rumbo después de hacerse camino a través de la multitud. Un empleado del gremio.

«Ah! La encontré! Señorita Angeline, ha habido un incidente!»

«Huh…? Que sucede…?»

El empleado ha llegado respirando con dificultad. Se tomó un momento para recuperar el aliento y de repente empezó a hablar sin parar.

«Una bestia mágica de clase calamidad ha aparecido en la ciudad de Astrinos! Aparentemente los aventureros del lugar están conteniéndolo por ahora, pero podría ir como refuerzo, por favor?»

Angeline levanta su ceja.

«No me jodas…! Estoy de vacaciones ahora…! Estoy a punto de salir hacia Tornela para ver a mi padre…!»

El empleado del gremio se pone de rodillas en frente de Angeline y empieza a rogarle.

«Por favor! De alguna manera, por favor! Hay personas muriendo! Por favor, haga algo!»

«Gnnnrrr…»

Alessa coloca una mano sobre el hombro de Angeline, mordiéndose el labio.

«Entiendo cómo te sientes Angie, pero si no vamos entonces Astrinos será destruida»

«Así es, Angie. Es desafortunado, pero solo será esta vez, ok?»

Angeline se queda de pie por un momento en silencio antes de empezar a empujar el equipaje lleno de recuerdos hacia el empleado del gremio.

«Huh…? Uh, uhm, que es…»

«Sostenlo… Que bestia mágica es?»

«U-un enjambre de Hormigas Gigantes, con su reina, pero… espere, eso significa-?!»

“Fu… Fufu, fu… Esos malditos insectos… los mataré a todos…!»

Angeline ruge violentamente como si fuera una diosa de la guerra.

* * *

Ella acabó con todo lo que se interponía en su camino.

No se preocupaba por cuantos débiles humanos habían, no le importaba.

Todo por el bien del enjambre, ella marcharía en busca de un mejor lugar para crear un nido.

La ciudad humana que bloqueaba su camino no debió haber sido siquiera un obstáculo.

Aun así, que fue lo que sucedió?

La Reina de las Hormigas Gigantes, la Hormiga Reina, temblaba de miedo ante el monstruo frente a ella.

Ha habido muchos humanos que la han retado hasta ahora.

Sin embargo, todos habían sido unos tontos impertinentes, enfrentándose a ella a pesar de su debilidad. Ante sus ojos, no eran más que nutrientes que se servían solos en bandeja de plata para su colonia.

Pero, el humano que está ahora frente a ella, aniquilando a sus iguales, es diferente de todos los anteriores.

Eso no era un humano. Es el miedo encarnado. El terror, que había tomado una forma diferente, había llegado a matarla.

La muerte de cabello negro acaba con su guardia de elite de forma casual, hormigas que habían sido elegidas entre las más poderosas. Y entonces, la Reina es atrapada por esos ojos negros.

El sonido de ataques mágicos se podía escuchar a la distancia. Las compañeras de la muerte deben estar matando a aquellos que fueron dejados en las afueras.

La muerte de pelo negro se aproxima, un paso a la vez.

La Reina cae en un estado de demencia por el miedo. Sacudiendo su gigantesco cuerpo esparcía acido por todas partes.

Pero ni una simple gota afectaba a la muerte. Sus movimientos precisos como si fuera algún ser espectral del más allá, esquivaba claramente cada gota de ácido.

«Eres tu… es tu culpa… Todo porque llegaste sin pensar acerca de los problemas que me causarías… Maldita hormiga…!»

La muerte murmuraba algo. La Reina que no era más que una bola de locura. Alzó un grito de guerra y agitó sus brazos y piernas desesperadamente tratando de sacudirse el miedo que se apoderaba de ella.

De repente, sintió algo. Algo que había atravesado su cuerpo.

Ya había sido cortada a la mitad.

Mientras su visión se apaga, sin saber qué es lo que había ocurrido, sin ser capaz de recuperar la conciencia, la Hormiga Reina fallese.

«Eso obtienes por meterte en mi camino… Solo puedes culparte a ti misma…»

La muerte murmura algo y se aleja, como si hubiera perdido el interés.

De esa forma, el Enjambre de Hormigas Gigantes que normalmente necesitarían un gran grupo de equipos de rango A trabajando duro para subyugarlos, sintieron el amargo destino de la aniquilación por una sola chica enfurecida de cabello negro y sus camaradas.

Agradecimientos a mis patrones:
Steigende sonne

Traducido por: NonVoice

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