Monster Musume no Oisha-san – Caso 04

-La lamia con una enfermedad incurable-

Glenn Litbeit nació en una familia de comerciantes en la frontera oriental del territorio humano.

El padre de Glenn era un ejecutivo de la Alianza Oriental de Comercio y era muy apegado a sus creencias como vendedor, quien también era dueño de su propia compañía.

La Alianza de Comercio mantenía y controlaba las rutas comerciales que iban a través de diferentes regiones del territorio humano. Controlando todo desde caravanas hasta buques mercantes, ellos eran confiables en la distribución de productos hacia los lugares requeridos.

La generación que abarca las rutas mercantes que los ancestros de Glenn y los demás ejecutivos de la Alianza de Comercio habían establecido atravesaban las ciudades más grandes del territorio humano.

Cuando Glenn nació, su padre estaba en un predicamento.

Se le había confiado establecer una nueva posible ruta por la Alianza, pero para él era una carga muy pesada, ya que la mayoría de los caminos que necesitaban desarrollarse ya habían sido establecidos.

Había una posibilidad de crear rutas hacia regiones aisladas y apartadas, pero incluso si lo investigaba y llevaba a cabo su labor, sospechaba que las ganancias derivadas no serían suficientes para compensar la inversión. De cualquier forma, no había manera en que los ejecutivos de la Alianza patrocinaran un proyecto del que no se obtendrían beneficios.

Arriesgarse un poco no era el problema, sin embargo.

El padre de Glenn buscó por rutas que pudieran compensar el gasto y de las cuales se pudieran sacar provecho.

Eventualmente, su búsqueda lo llevo hasta cierto lugar.

Era el territorio de los monstruos.

Las respuestas a la que llego el padre de Glenn fue el comercio con los monstruos, quienes, en ese momento, seguían en guerra con la humanidad.

No obstante, el plan de su padre fue atravesar las montañas Vivre y abrir una ruta hacia un territorio controlado por el enemigo.

Por supuesto, era peligroso si no se hacía apropiadamente con un plan para proceder.

Persuadió a los ejecutivos de la Alianza Oriental de Comercio y decidieron a puertas cerradas osadamente construir relaciones extranjeras… Fue la empresa más grande de la Alianza.

En ese punto, la guerra se había convertido en una simple formalidad, no existían serias intenciones de luchar contra los monstruos. Si una ruta de comercio fuese construida y generaba ganancias para ambos lados, había una posibilidad de que ayudase a ponerle fin.

En cuanto al padre de Glenn, no estaba seguro de si le parecía un sueño el fin de la interminable lucha, él fue un hombre taciturno que nunca hablaba demasiado.

Por otra parte, la madre de Glenn creía firmemente que la razón de su esposo para desarrollar una ruta comercial con el país enemigo no era simplemente por intereses económicos; ella pensaba que estaba guiado por sus aspiraciones de traer un fin a la guerra.

En cuanto al conflicto, en el territorio de los monstruos habían comerciantes que pensaban de manera similar. Ellos vendían productos farmacéuticos: Las lamia eran quienes fabricaban y vendían medicinas.

Desde que ellos eran tradicionalmente excelentes en la creación de esos productos, podrían ponerse manos a la obra y hacer una ganancia mientras viajaban a esos lugares donde las medicinas eran necesarias.

Eran altamente apreciados y respetados entre todos los monstruos.

El padre de Glenn tuvo secretamente contacto con los Neikes, una familia de lamias con la que prepararon la construcción de la ruta comercial.

Fue una apuesta arriesgada. Mientras que las bajas en ese momento eran menores en número en comparación a cuando la lucha estaba en su punto máximo, todavía existían traficantes de armas y mercenarios que obtenían ganancias por la prolongación de la guerra.

Si, por casualidad, las conexiones del padre de Glenn con los monstruos fueran descubiertas, lo más seguro es que se le hubiese acusado de espionaje.

Y él no era el único en peligro, la Alianza Oriental de Comercio también compartía ese riesgo.

La familia Neikes estaba en una situación similar. Si se hubiese sabido que mantenían negociaciones secretas con los humanos, hubieran sido objeto de acoso de sus compañeros monstruos e incluso podrían haber sido atacados.

El mayor miedo era que se filtrara la información.

Si eso sucediera antes de que la ruta fuese establecida, todo habría sido en vano. Por el contrario, si pudieran terminar esa ruta, entonces sería un gran paso hacia la dirección de finalizar la guerra, si llegara a suceder, entonces no habrían traidores ni nada por el estilo.

Por esa razón, el padre de Glenn y la cabeza de la familia Neikes necesitaban tener un estricto acuerdo para controlar la información. Así que salieron con una propuesta de rehenes.

En primer lugar, la familia Neikes enviaría a su única hija, Saphentite Neikes, luego el padre de Glenn enviaría a su hijo mayor, Glenn Litbeit, a vivir en el hogar de las lamias.

Al intercambiar rehenes, las familias estarían vigilándose entre sí, asegurándose de que no hubieran traiciones.

Al principio, Saphentite vivió en la casa de los Litbeit bajo estricto secreto.

Glenn tenía seis años en ese momento, Saphentite tenía ocho. Ellos vivieron juntos por alrededor de un año.

Saphentite era la rehén ideal. Un escándalo hubiese sucedido seguramente si se descubriera que había un monstruo en territorio humano, así que Sapphe vivía en un arresto domiciliario virtual. Sin embargo, debido a su albinismo, no era capaz de caminar afuera durante el día, lo cual hacia que la situación fuera un tanto conveniente.

En el hogar de los Litbeit donde Glenn y su hermana mayor, que era de la misma edad de Sapphe, la cual la ayudo a adaptarse rápidamente a su nueva vida. Al leer los valiosos libros en la casa de los Litbeit juntos, Sapphe y Glenn rápidamente profundizaron su relación. Glenn incluso aprendió el lenguaje de los monstruos gracias a ella.

Por supuesto, desde que era un intercambio, originalmente se había planeado que Glenn se mudara al territorio de los monstruos. Sin embargo, eso no sucedió, dado que la construcción de la ruta comercial a través de las montañas Vivre se realizó rápidamente, más de lo que habían imaginado.

El padre de Glenn y la cabeza de la familia Neikes, al estar listos para todas las dificultades que habían anticipado, desarrollaron la ruta y empezaron a comerciar bienes entre sí. El valor de los bienes producidos por los monstruos, en particular la famosa medicina de los Neikes, el trabajo con vidrio de las sirenas y el especial trabajo textil de las Arachnes, todo podía venderse a un alto precio.

La Alianza de comercio Oriental esperó por su oportunidad y se hizo conocido por todos los lados que habían comerciado exitosamente con los monstruos.

La mayoría del público estuvieron entusiasmados. Muchos sabían que los bienes fabricados por los monstruos eran de alta calidad. Por otra parte, en el lado de los monstruos, los productos humanos, sobre todo, las cosechas eran bastante populares. Dado el duro suelo que estaban en las tierras occidentales, la industria de la agricultura no se había expandido demasiado. Los monstruos herbívoros se cubrían en lágrimas de alegría por el sabor de vegetales crecidos por manos humanas.

De esa forma, la guerra terminó. Las personas de ambos lados querían tener una vida lujosa comerciando productos más que por pelear.

Sapphe estuvo en la casa de los Litbeit por alrededor de un año. Durante ese tiempo, ya que el desarrollo de la nueva ruta avanzaba bien, no había necesidad de enviar a Glenn como rehén.

Así, Sapphe regresó al territorio de los monstruos y su tiempo de intercambio cultural con Glenn y su familia se había convertido en memorias.

Los momentos que pasó Glenn compartiendo con Sapphe, se convirtieron en el interruptor que lo introdujo al mundo de los monstruos, sus costumbres y formas de vida.

Antes de que se diera cuenta, ya había leído cada libro sobre monstruos de su casa y, como si no fuera suficiente, a la edad de 14 años se fue a estudiar al extranjero en la Academia de Monstruos.

En toda la gran historia de la Academia, Glenn fue el primer humano que alguna vez haya estudiado ahí.

En ese lugar, estudió bajo la tutela de la reconocida Cthulhy Squele, quien era una autoridad en la medicina de monstruos. En el laboratorio de investigación de Cthulhy, él se reunió con Saphentite Neikes, su senpai. Ella estaba apropiadamente, aprendiendo fabricación de medicinas también bajo las enseñanzas de Cthulhy.

Ellos habían estado separados por algún tiempo, pero en un punto de inflexión en sus vidas, se volvieron inseparables.

«Que extraña coincidencia»

Le dijo Cthulhy a Glenn antes de que abriera su clínica.

«Tienen una conexión extraña y ambos se llevan muy bien. Quizás puedan sacar provecho de ello y manejar la clínica juntos. No se preocupen. Un lugar ya ha sido preparado. Pueden tomar los suministros que necesiten de mi hospital. Está equipado con la mayoría de las cosas que necesitaran en Lindworm»

Cthulhy Squele le había anunciado todo eso a Glenn con un tono indiferente.

«Pero hay una condición… no pueden usar la clínica que he preparado y supervisado para hacer algo atrevido. Entendieron, ambos?»

Había un sospechoso brillo en sus ojos, oculto en sus anteojos.

Cthulhy era una profesora aterradora a la que hacer enojar, así que cuando la clínica abrió, Glenn y Sapphe solo pudieron asentir en silencio aceptando sus palabras de advertencia

* * *

A pesar de todo, Sapphe estaba aparentemente embarazada.

«Eso es imposible»

Dijo Glenn.

Después de todo, él no tenía memorias de hacer algo con Sapphe que pudiera embarazarla. Más importante, si ella no estaba pretendiendo, el seria echado de la clínica por Cthulhy.

«Pero Doctor, mire… Mi estómago esta tan grande»

Glenn no podía entender el procesamiento de ideas de Sapphe detrás de esa broma. Sin embargo, sería algo que muy pronto saldría a la luz, porque…

«Primero que todo»

Dijo él.

«Por qué razón una lamia ovípara estaría embarazada?!»

«Oh?!»

Sapphe puso su mano en su boca y sonrió.

Fue un gesto extremadamente planeado. Obviamente, Sapphe sabría mejor que Glenn que las lamias no quedan embarazadas.

Aun así, habían muchos tipos de monstruos que ponen huevos, incluyendo las arpías, sirenas y lamias. Glenn atendía monstruos cada día, en ocasiones habían algunos que daban a luz. De cualquier forma, caer en una broma como esa pondría en duda su capacidad como doctor.

«Como sea»

Dijo él.

«Solo déjame echarle un vistazo a ese estomago hinchado que tienes»

«Oh dios, Doctor, pedirme que me desnude! Que atrevido»

«No lo dije de esa forma!»

Glenn estaba exasperado. En el pasado ella había actuado como una hermana mayor, como una senpai dos años por delante, pero recientemente, mientras que sigue atendiéndolo educadamente como su asistente, estas bromas y juegos por su parte han ido aumentando. Bromear con un embarazo y otros temas parecidos era especialmente pobre de su parte.

Sapphe subió la falda de su negligé para Glenn. Su corazón se detuvo, pero cuando él le dio un mejor vistazo, bajo esas prendas, Sapphe estaba usando su uniforme usual de enfermera. Debajo de eso estaba la misma ropa interior oscura y opaca.

Entre su negligé y su uniforme estaba una gran cantidad de telas y una pequeña cesta. Justo como lo había pensado, Sapphe estando embarazada o teniendo algún problema por el estilo sería algo absurdo. Había escondido todo eso debajo de sus ropas y lo había usado para pretender tener un estomago abultado.

La cesta estaba amarrada alrededor del cuerpo de Sapphe con una cuerda. Ella debería haber sabido desde el principio que su broma se acabaría inmediatamente cuando Glenn notara sus prendas opacas debajo de su negligé.

En el interior de la cesta, había algo envuelto con telas.

«… Huevos?»

Glenn quedó boquiabierto.

«Las hadas los encontraron hace un momento»

Dijo Sapphe.

«Todos ellos buscaron por toda la ciudad el cuerpo de la señorita Kunai, cierto? Bueno, no encontraron su cuerpo, pero si trajeron esto»

«Bueno, ahora»

Sapphe se quitó el negligé y le mostró a Glenn la cesta apropiadamente. Parecía que solo la estaba usando para esconder los huevos. Eran un poco grandes, cada uno era del doble del tamaño de los huevos de una gallina. Estaba inmediatamente claro que pertenecían a un monstruo.

«No pudieron simplemente dejarlos ahí afuera, después de todo. Pensé que tal vez si los calentaba podrían eclosionar»

Por un momento, Glenn pensó que estaba bromeando, pero su mirada estaba seria.

Glenn examinó los huevos nuevamente. Eran diferentes de los de las sirenas y los de cascara blanda que ponían las lamias. Si fuera efectivamente de algún monstruo, entonces parecían ser más adecuadamente los huevos de una arpía.

Las arpías eran un tipo de monstruo con alas por brazos y patas de pájaro parecidas a las de un raptor. Naturalmente, habían muchas de ellas viviendo en Lindworm, tenían una colonia entre las pendientes de las Montañas Vivre.

Pero aun si ese fuera el caso.

Glenn se preguntó.

Estaban los huevos de una arpía verdaderamente abandonados en la ciudad?

«Sus padres deben estar buscándolos, cierto?»

Dijo Sapphe.

Ella tenía un punto, si eran realmente los huevos de unas arpías, entonces los padres seguramente estarían buscando por ellos. No harán eclosión sin la cantidad adecuada de calor y estaba el riesgo de que los infantes dentro de las cascaras murieran.

Tomando eso en consideración, Sapphe los envolvió en tela y los escondió bajo sus ropas, siendo la manera adecuada de manejar la situación.

«Discúlpenme por un momento»

Les dijo Glenn a los huevos, agarrando uno con su mano.

Eran distintivamente ligeros. Glenn inmediatamente llegó a esa conclusión con solo sostenerlos.

«No lo están»

Dijo él.

«Que no están?»

«Estos huevos no están fertilizados»

Explicó.

«No hay ningún infante adentro. Son probablemente el resultado de la ovulación de una arpía»

Ya sea porque estuvieran activamente tratando de tener niños o no, todos los monstruos ovíparos ovulaban regularmente, Sapphe ponía huevos sin fertilizar periódicamente también.

No era algo que las mujeres monstruo hablaran abiertamente con los hombres, pero cuando se sentían enfermas o tenían algún malestar, podría suceder que su ciclo de ovulación se volviera irregular. Habían muchas mujeres que iban a la clínica para una consulta debido a esas situaciones. La mayoría del tiempo, las causas estaban relacionadas con el estrés, problemas o algún cambio en su vida diaria, siempre y cuando los pacientes tomaran un descanso y comieran algo rico en nutrientes no sufrirían mayores complicaciones.

«Eso significa que no son los hijos perdidos de alguien»

Dijo Sapphe.

«Aun así»

Remarcó Glenn.

«Huevos sin fertilizar no son algo que deberían estar por ahí al lado del camino»

«Honestamente»

Dijo Sapphe al tomar el huevo que Glenn sostenía, envolviéndolo una vez más.

Aunque fuesen huevos no fertilizados, no eran algo que se deja tirado por ahí en cualquier lugar. En efecto, en el caso de Sapphe, ella siempre se aseguraba que Glenn nunca la viera poniendo sus propios huevos.

Entre todo, parecía que la cosa más extraña fue que estaban abandonados en algún lugar de Lindworm justo ese día, siendo un brazo, una pierna o unos huevos.

Glenn estaba con la cabeza ocupada en muchas cosas, cuando sintió un ligero agarre en uno de los lados de su bata. A sus pies estaba un hada, mirando con una expresión ansiosa en su cara.

Glenn asumió que su intención era recordarle acerca de su recompensa, ahora que pensaba en eso, todavía no les había pagado por su trabajo. Pero antes de cualquier cosa, la hada empezó a hablar.

«Aaaaafueraaaa!»

«Afuera?»

«Aaaaafueraaa!»

«Muuuuuchas!»

«Peeeersonas!»

«Qué…?

Muchas personas afuera?

Glenn pensó

A esta hora?

Pero las hadas lo estaban diciendo, lo que significa que era indudablemente cierto. Glenn no lo había notado, pero las hadas tenían un sentido especial para esas cosas… El sabia, sin embargo, que podía confiar en sus palabras.

«Sapphe, que está sucediendo?»

«Se me había ocurrido, pero…»

Sapphe abrazó los huevos fuertemente.

«Me pregunto si los bandidos que la señorita Skadi y la señorita Kunai estaban persiguiendo, lo hubieran estado vigilando, Dr. Glenn»

 Con su mirada afilada, Sapphe observó a través de la ventana. Glenn sospechaba que alguien estaba ahí, pero no era capaz de confirmar si había realmente alguien del otro lado de la ventana.

Las lamia, sin embargo, tienen un órgano especial para sentir la temperatura. De acuerdo a la descripción de Sapphe de cómo funcionaba, ella podía «ver la temperatura». Glenn pensó que probablemente jamás será capaz de entender completamente esa habilidad, pero eso no era importante.

Con ese órgano, las lamia podían captar los movimientos al percibir el calor residual que una persona dejaba en el espacio en el que habían estado.

«Espera»

Dijo Glenn.

«Crees que me siguieron todo el camino hasta aquí?»

«Quién sabe?»

Dijo Sapphe.

«De cualquier forma, es peligroso quedarse aquí. Ellos podrían rodearnos»

Era verdaderamente una terrible situación.

Glenn no podía posiblemente enfrentarse a los rebeldes. Su vida estaba completamente devota a aprender, no tenía ningún conocimiento de artes marcial o combate cuerpo a cuerpo.

Afortunadamente, desde que se convirtió en doctor, a menudo se encontraría corriendo por toda la ciudad y se volvería un poco más atlético como resultado, pero en tal situación, simplemente no tenía idea de que debería hacer.

Mientras su cerebro estaba echando humo, el sonido de pisadas venían desde el exterior de la clínica. Entonces, justo cuando Glenn se volteó en dirección al ruido, la puerta principal de la clínica salió volando desde sus bisagras.

«!»

En su ausencia estaba oscuro.

Mezclado con la oscuridad de la noche estaba alguien en un traje azul marino, su rostro estaba cubierto. El hombre rápidamente entró a la clínica. Las hadas sabían que algo andaba mal y se escondieron con una terrible velocidad. El hombre dijo algo en voz baja, dirigido a Glenn, se apresuró hacia él, cuando…

«Doctor!»

Esta vez el cuerpo del hombre fue mandado a volar.

La cola blanca de Sapphe había arremetido. Con su longitud como un látigo, Sapphe había expulsado al bandido que había irrumpido en la clínica.

La parte baja del cuerpo de las lamia eran flexibles y fuertes. Capaz de extender la punta de su cola como una tercera mano, Sapphe había usado su longitud para sacar a Glenn del agua la última vez. Con sus fuertes músculos, una cola como esa puede ser usada para asestar ataques furiosos a los enemigos de las lamia.

Tales golpes no serían muy efectivos contra los monstruos, pero el hombre que había entrado en la clínica era un humano. Sin saber que había una lamia en la clínica, el bandido fue abrumado por el contrataque de Sapphe.

«Hay un par de cosas importantes de las que me di cuenta, Dr. Glenn»

«O-ok»

Dijo el con voz temblorosa.

«Primero. Los bandidos probablemente lo vieron interactuando con la señorita Kunai. Pero antes de eso, no tenían los ojos puesto en usted. Además, no tenían conocimiento de que una lamia como yo estaba aquí, así que pensaron de que serían capaces de realizar su ataque fácilmente. Ya que estoy presente, sin embargo, deberíamos estar bien»

Sapphe estaba calmada, Glenn estaba agradecido de tener su presencia serena en esa situación. En los Canales Merrow, ella le había mostrado su sonrisa infantil, pero en momentos de emergencia, ella era confiable. De los dos, era Sapphe quien era la senpai mientras estaban en la academia, después de todo.

«Segundo, Esta clínica ha sido marcada como objetivo. Creo que es momento de escapar»

«E-entendido!»

Glenn respondió rápidamente.

Colocó la bolsa medica que siempre llevaba con el sobre su hombro. Sapphe llevaba los huevos envueltos en tela y salieron a través de la puerta destrozada. Las hadas, ya habían escapado. Ellas eran monstruos agiles, buenos para esconderse de los ojos de los demás, así que Glenn no estaba preocupado por ellas. Solo quedaban él y Sapphe en ese lugar.

«Oh, hay otra cosa»

Dijo ella, justo cuando otro bandido corrió hacia ellos. Ella se deshizo de el con su cola mientras arremetía hacia ellos. Incluso en la oscuridad, la visión de Sapphe funcionaba sin ninguna dificultad. Utilizando su sensor de calor al máximo potencial, asestaba ataques uno detrás de otro hacia los delincuentes, quienes, bajo otras circunstancias, habrían tenido una ventaja abrumadora en la oscuridad de la noche.

«No se preocupe de atender a los bandidos»

Le dijo ella a Glenn.

«No importa que tan doctor pueda ser, sus deberes no se extienden a esos extremos»

«Supongo que tienes razón»

Respondió Glenn con una sonrisa extraña.

«Los trataré después, luego de haber escapado exitosamente»

«Oh, Honestamente, Doctor… Usted nunca cambia»

Con esas palabras, Sapphe finalmente tenía una sonrisa en su rostro.

Había estado un poco extraña desde que Glenn regresó a la clínica, pero ahora lo miraba con una expresión mucho más relajada.

* * *

Con todo dicho, hubieron cuatro asaltantes nocturnos, todos vestidos con ropa oscura, todos con la cara oculta. Habiendo abrumado a los dos que habían irrumpido en la clínica, Sapphe noqueó a otro mientras escapaba. Ella envolvió su cola alrededor de la pierna del bandido que perseguía a través de la ciudad y lo hizo caer. Hacerle eso a un humano que corría a toda velocidad significaba que su cara se precipitó directo hacia el suelo. El bandido dejó salir un pequeño quejido antes de que dejara de moverse.

En algún lugar del camino, perdieron vista del ultimo involucrado. Glenn se preguntó si el hombre había concluido que era muy peligroso atacar a una lamia de noche, o si había escapado para llamar refuerzos.

«A donde estamos corriendo, Doctor? Al hospital central?»

Preguntó Sapphe mientras se deslizaba a toda velocidad. A primera vista, su cuerpo de serpiente lucia lento, pero con su única forma de moverse, era capaz de correr por la ciudad a una velocidad inesperada.

La sugerencia que ella había hecho fue el hospital central de Lindworm, el gran establecimiento dirigido por Cthulhy Squele, con equipos y personal que no podía siquiera compararse con la pequeña clínica de Glenn. Como su mentora en la ciudad, Cthulhy parecía ser la persona perfecta a la cual pedir ayuda.

Sin embargo, Glenn sacudió su cabeza.

«No, no quiero ir al hospital central»

«Dr. Glenn?»

«Si vamos hacia allá mientras nos persiguen, podríamos terminar causando problemas a los pacientes admitidos ahí. No podemos hacer eso. Alguno de ellos sería incapaz de escapar»

Si los bandidos entraran en un sitio como ese, incluso si lastimar a los pacientes no fuese su objetivo, había un riesgo por las consecuencias. Glenn aborrecía esa idea.

«En ese caso, que debemos hacer?»

«Bueno…»

Las palabras de Glenn dudaban. No podía pensar en un buen plan.

Por qué van tras de mí en primer lugar?

Se preguntó.

Fue porque estuvo asociado con Kunai y su ama Skadi? Incluso así, que ganarían los bandidos al ir detrás de un doctor citadino como él? Deberían estar persiguiendo a Kunai directamente.

O quizás

Él pensó.

No tenga nada que ver con todo eso

«Esto es solo una idea»

Dijo Glenn, mirando los huevos que Sapphe tenía en sus brazos.

«Pero… podría ser que están detrás de esos huevos?»

«Q-que quiere decir?»

Preguntó ella.

«La señorita Kunai dijo que estaba persiguiendo traficantes de esclavos»

Explicó el mientras corría, le faltaba el aliento.

«Pero el sistema de esclavitud ha sido prohibido hace tiempo, tanto por humanos como por monstruos. En ese caso, entonces que es lo que están vendiendo? Es posible que, por esclavitud, ella quisiera decir tráfico ilegal, cierto?»

Pensaba mas claramente mientras hablaba, más confiado se sentía en su razonamiento.

«Tráfico ilegal… no podrían estar traficando arpías, o si?»

Dijo Sapphe.

«Eso es lo que pensé al principio»

Respondió Glenn.

«Pero ese no sería el caso. Si están detrás de los huevos… entonces ellos deben estar vendiéndolos también. Lo que las hadas recogieron sin mucha importancia y llevaron a la clínica, podría ser realmente la mercancía de los bandidos, productos que intentarán recuperar a cualquier costo»

«Son huevos sin fertilizar de arpías valiosos o algo?»

«…Si, probablemente»

Dijo Glenn, pero dudó al seguir hablando. No era una historia que quisiera hablar con Sapphe.

Uno de los efectos de la larga guerra que tanto humanos como monstruos seguían manteniendo, eran los prejuicios y las discriminaciones comunes entre sí. Ambos grupos albergaban resentimientos por el otro. Por una parte, este extremo disgusto manifestado en dos grupos evitándose entre sí. Sin embargo, también generaba que uno de ellos fuera el objetivo de la curiosidad del otro. En palabras simples, un cierto número de humanos trataban a los monstruos como si fueran animales de circo.

Tales humanos eran a menudo personas con mucho dinero. Estas personas ya tenían sus formas usuales de entretenimiento satisfechas y empezaron a incursionar en pasatiempos que era más difíciles de obtener para los demás.

Durante esa era cuando la guerra estaba en su punto más violento, los monstruos serian tomados de las ocupaciones de los pueblos y se convertirían en esclavos para la nobleza. Era algo que Glenn nunca podría decirle a Sapphe, por supuesto, naturalmente los esclavos serian todas hermosas y jóvenes mujeres monstruo.

Como siempre, los ricos gastarían su dinero en sus gustos vulgares, lo que importaba era que tenían algo en lo que gastar su dinero. De esa forma, incluso si hacerlo fuese ilegal, no era exactamente inesperado que algunos traficantes de esclavos capturarían arpías, las harían poner huevos y los venderían a esos adinerados individuos.

«Entonces, están detrás de los huevos»

Dijo Sapphe. Ella mordió un labio y abrazó fuertemente los huevos contra su pecho.

Para un monstruo como ella, Glenn imaginó que sería una historia cruel para escuchar. Para él, no podía culpar completamente a esas personas ricas y su curiosidad. Después de todo, un tipo similar de sentimiento había creado el deseo de Glenn de aprender acerca de la ecología y anatomía de los monstruos, era en parte, la base de como terminó siendo un doctor de monstruos. Él quería saber más sobre ellos, que los humanos y monstruos pudieran entenderse entre sí. Era una encrucijada entre una sed por el conocimiento y su propia curiosidad.

La razón por la cual titubeaba cuando hablaba con Sapphe era porque él podía entender el sentimiento de alguien que había pagado una gran suma de dinero para comprar huevos de arpía, incluso si su entendimiento estaba solo en el nivel más bajo.

Glenn continuó hablando, como si tratara de deshacerse de la culpa que sentía.

«Todavía es difícil de decir con seguridad si están detrás de los huevos o no… Como sea, vayamos al ayuntamiento de Lindworm»

«Al ayuntamiento?»

Preguntó Sapphe.

«La seguridad será muy buena ahí, estoy seguro de que la representante Skadi estará ahí hasta tarde. Si la señorita Skadi está ahí, entonces la señorita Kunai también. Al menos intentemos llegar hasta ahí»

«Eso no será necesario!»

Una voz se pudo escuchar desde atrás.

Pensando que eran sus perseguidores, Sapphe y Glenn se prepararon para defenderse, pero en su lugar, parada ahí estaba una mujer pálida llena de costuras por todo su cuerpo. Aunque su carne muerta encaja a la perfección con la situación, Glenn y Sapphe siguieron asustados cuando vieron el color de su piel.

Era la guardaespaldas de la Draconesa, Kunai Zenow.

«Señorita Kunai»

Dijo Glenn.

«Habían testigos que dijeron haber visto alguna hadas transportando una cesta llena de huevos por ahí. Tenía un mal presentimiento al respecto y visité la clínica, pero la puerta estaba destruida, el lugar era un desastre… y ahora, finalmente los encontré»

Glenn miró de cerca a Kunai.

En su brazo derecho ella sostenía algo contenido, sus brazos y piernas estaban amarradas en su espalda. Era uno de los bandidos, su cara estaba cubierta con un pedazo de tela. Glenn pensó que se habían rendido en perseguirlos, pero parece que Kunai aun así se las arregló para capturar a uno. Lanzando al bandido inconsciente a un lado, ella rascó su cabeza.

Ella había atrapado a un hombre adulto y lo había noqueado. Parece que la Golem de carne no solo era bien versada en técnicas de combate, también tenía una significativa cantidad de fuerza bruta.

«Estábamos planeando resolver este asunto por nuestra cuenta»

Dijo ella.

«Nunca pensé que el doctor del pueblo de alguna manera se viera involucrado en todo esto»

«Lo siento…»

Glenn se disculpó, aunque realmente fue debido a las hadas que él había enviado para buscar el brazo de Kunai quienes llevaron la cesta con huevos de regreso a la clínica en primer lugar.

En otras palabras, fue parcialmente culpa de Kunai que los huevos hayan llegado a la clínica.

Sin embargo, Glenn pensó que, si decía eso, la verdad del asunto solo serviría para empeorar su odio hacia los doctores.

Para alguien como Glenn que no podía pelear, la fuerza bruta era ciertamente algo que debía atesorar.

«Me gustaría protegerlo»

Dijo Kunai.

«Pero desafortunadamente, no puedo… no hay nadie en el ayuntamiento que pueda, tampoco»

«Huh…?»

«Los traficantes se dieron cuenta de que los estamos siguiendo y están tratando de escapar rápidamente de la ciudad. Hemos posicionado a todos los guardias para capturarlos antes de eso. Naturalmente, me dirijo directamente hacia su escondite»

Era un ataque frontal, aunque Kunai era seguramente capaz de capturarlos sin ningún problema. Después de todo, Glenn en persona la había suturado recientemente. Incluso si el brazo de un paciente fue desprendido, siempre y cuando un doctor habilidoso juntara con cuidado el miembro en su lugar, podría regresar a su entrenamiento y sería capaz de mover sus extremidades tan bien como antes.

Dependiendo, por supuesto, de un diferente número de factores.

Cualquiera que sea el caso, Glenn era optimista en que los movimientos de Kunai eran por lejos mucho mejores de lo que habían sido antes a cuando sus brazos y piernas estaban unidos con unas suturas tan débiles.

«Consecuentemente, como todos estamos ocupados»

Dijo Kunai abruptamente.

«No hay nadie que pueda protegerlos»

Sapphe lucia desanimada.

«Eso será un problema»

Dijo ella.

«Esto es su culpa para empezar por dejar que esos bandidos ronden libres por tanto tiempo, cierto? ‘No hay nadie aquí, así que no podemos protegerlos’… que clase de lógica es esa? Somos simplemente gente ordinaria y lo sabes!»

Por «Gente ordinaria», Sapphe seguramente se refería a que ninguno de ellos era del tipo de personas que actuaran con violencia.

«Quizás podamos dejar los huevos contigo?»

Ofreció la lamia.

«Si hacemos eso, entonces ellos no tendrán razones para ir detrás de nosotros»

«Si eso le da tranquilidad a tu mente, entonces hazlo»

Dijo Kunai.

«Pero puede que algunos de su grupo quieran destruir la clínica como venganza, saben. No seré responsable por ustedes si son tomados como rehenes»

«Señorita Kunai!»

Exclamó Sapphe.

«Está hablando como si esto no tuviera nada que ver con usted…»

La asistente de Glenn levantó su cola, la cual está temblando violentamente. Tal comportamiento expresaba claramente sus sentimientos.

Algunas especias de lamia incluso daban un sonido de advertencia cuando levantaban sus colas de esa forma.

«Hmm. En ese caso…»

Kunai asintió como si hubiese tomado ese argumento en consideración.

«Lady draconesa y yo vamos a acabar con el escondite de los traficantes. Nuestra misión es rodearlos por la retaguardia y rescatar a las jóvenes chicas arpías que han capturado. Si vienen con nosotros, los protegeré»

Kunai dio una gran sonrisa, una expresión que Glenn nunca la había visto hacer antes.

Inmediatamente, el empezó a considerar los riesgos. Ellos podrían volver a la clínica, sin saber cuándo podrían ser atacados, o podían acompañar a Kunai y a Skadi. La segunda opción les permitiría presenciar personalmente la captura de los bandidos, también los dejaría dormir de noche sin preocupaciones, estarían bajo la protección de Kunai y de uno de los individuos de la especie viva más fuerte del mundo, Skadi Dragenfelt, una dragona.

«No gracias»

Dijo Sapphe.

«Algo tan peligroso…»

«No, iremos contigo»

Glenn la interrumpió.

«Doctor?!»

Sapphe estaba lista para regañarlo, pero Glenn lucia convencido.

«En una batalla, hay un riesgo de que las personas se lastimen, cierto? Estoy seguro de que van a necesitar una persona que puedan dar primero auxilios, Sapphe»

«Pero…»

«Deja de darle vueltas al asunto. La elección es simple, vienes o no?»

Sapphe se detuvo por un momento, insegura de que hacer, pero finalmente asintió levemente. Ella parecía haber calculado el riesgo contra su seguridad también.

Kunai parecía ser del tipo practico, o al menos, del tipo que valora ahorrar tiempo y tomar acciones en vez de sobre-pensar las cosas. Glenn pensó que debía ser un hábito que se ha arraigado en su interior mientras trabajaba como guardaespaldas de Skadi.

«Con todo acordado, tenemos que ir hacia los canales»

Dijo ella.

«Tenemos un bote esperando ahí»

«Un bote…?»

«Una góndola. El escondite de los bandidos está en los canales»

Explicó ella, entonces partieron inmediatamente.

Su personalidad parecía ser rápida y decisiva.

«Estamos contando con ese bote para la misión»

Dijo ella sobre sus hombros mientras ellos la seguían hacia su destino.

«Heeeey! Doctor! Por aquí, por aquí!»

Una voz llegó desde los oscuros canales. En la tenue luz, Glenn apenas podía vislumbrar una figura que los saludaba mientras se acercaban.

La persona tenia ornamentos de vidrio que brillaban bajo la luz de la luna, reconoció inmediatamente quien era: Lulala

Sus brillantes escamas doradas destellaban de forma única. Glenn pensó que, si ella hubiese dado una actuación en el show de los canales, probablemente se volvería aún más famosa.

«Por qué Lulala esta aqu-?»

Preguntó en voz alta, pero Kunai lo interrumpió.

«Demasiada charla. Apúrense y súbanse»

Ante el apuro de Kunai, Glenn rápidamente se montó en la góndola.

Con la ayuda de Glenn, Sapphe se deslizó después de ellos.

En la parte de atrás de la góndola, la Draconesa Skadi se sentó envuelta en su túnica. Ella podía haber sido una turista de algún tipo, que se sentaba calmadamente en su lugar.

Pero por supuesto, ese no era el caso. Estaban todos reunidos en ese bote por la misma razón: Acabar con el escondite de los traficantes de esclavos.

Con Glenn, Kunai y Sapphe a bordo, Lulala agarró el mango frente a la góndola y empezó a halar. El bote se movía lentamente, se inclinada y se sentía pesado. Lulala no tenía la fuerza suficiente comparada con los gondoleros profesionales de los canales.

«Señorita Skadi»

Fue Sapphe, hablando con una mirada llena de reproche. Sus ojos estaban claramente llenos de furia.

En contraste, la expresión oculta de Skadi fue, por supuesto, inescrutable.

«Por qué está la señorita Lulala halando de la góndola?»

Preguntó Sapphe.

«No solo eso, pero por qué esta halando esta en particular, dirigida a exponerse a un grupo de traficantes de esclavos? Puedo preguntar por una explicación?»

«»Ese fue el trato», es la respuesta de Lady Draconesa»

Como siempre, Kunai actuaba como la portavoz de Skadi.

«El trato?»

«»Le pedí a Lulala que cantara en la plaza central, ella tiene una hermosa voz después de todo. A cambio, hicimos un acuerdo donde, cuando llegara el momento, ella manejaría una góndola hacia destinos ligeramente peligrosos. En particular, discutimos que ella realizaría este trabajo hacia el escondite de los traficantes». Esas son las palabras de Lady Draconesa»

Entonces Kunai habló por su cuenta.

«El contrato que firmó Lulala fue solo hecho después de explicarle y discutir apropiadamente todo al respecto»

Glenn podía ver que la expresión de Sapphe empeoraba cada vez mas de forma más intensa. Ella estaba claramente disgustada con la respuesta que le proporcionaron. Sus expresiones no eran las miradas de molestia que le daba a Glenn cuando algo le incomodaba, en lugar de eso, sus ojos estaban repletos de pura ira.

«Señorita Skadi»

Ella comenzó, pero Glenn, pensando que las cosas solo se complicaran si Sapphe continuaba, decidió girarse hacia la Draconesa y preguntarle directamente.

«En otras palabras»

Dijo él.

«Está diciendo que, en orden para capturar a los bandidos, está usando a Lulala, incluso cuando ella no tiene nada que ver con esta situación, eso es correcto?»

«Dr. Glenn!»

Dijo Kunai.

«Esa es una forma grosera de dirigirs-«

«Lo siento, señorita Kunai»

Interrumpió Glenn.

«Mi pregunta fue directamente para la señorita Skadi»

La guardaespaldas reaccionó en desagrado, luciendo avergonzada.

Skadi se mantuvo en silencio.

Mientras que el solo había escuchado rumores y tenía poca información, entendió las circunstancias de Lulala hasta cierto punto, incluyendo su vida empobrecida en los canales, la invitación del consejo de la ciudad y finalmente, cantar en la plaza central, lo cual debió ser todo un honor para Lulala Heine.

Ella había estado encantada; las noticias le habían traído una gran sonrisa a su rostro.

Aun así, ahora se había enterado de que todo había sido parte de un acuerdo. A cambio de sacar a Lulala de la pobreza, Skadi le dio un trabajo peligroso para realizar.

Cierto, alguien debe mover el bote a través de los canales, aun así, el trabajo había sido forzado hacia una joven chica, que todavía estaba en la cúspide de su adolescencia, casi como si se estuvieran aprovechando de ella…

«……»

Skadi asintió levemente. Parecía que necesitó algo de tiempo en decidir si quería confirmar lo que Glenn había dicho.

«»Eso es correcto; No puedo negar eso» Esa es la declaración de Lady draconesa»

Dijo Kunai. La guardaespaldas lucia descontenta. Glenn estaba al tanto de que la personalidad de Kunai no era de las que escuchaban tranquilamente mientras la reputación de su señora era dañada.

«Sin embargo»

Kunai continuó.

«El hecho es que Lulala es la adecuada para este trabajo»

«Que quieres decir?»

Preguntó el.

«Los canales que nos guían hacia el escondite de los traficantes de esclavos son complejos. Cuando sea el momento de atacar, el cambio de roles será necesario. Queremos prestar mucha atención a los detalles en nuestras preparaciones preliminares. Sin embargo, encontrarse con un gondolero profesional podría significar que nuestro plan podría haber sido expuesto fácilmente, no lo cree? Con Lulala trabajando como cantante, fuimos capaz de contactarla sin levantar sospechas. Darle un trabajo en la plaza central fue solo un pretexto, además, hubieron reuniones de antemano. Nadie esperaría que una dulce joven artista estaría halando una góndola de esta forma en los canales a mitad de la noche. Considerando el hecho de que su recompensa fue una adecuada cantidad de dinero y bienes. Sin mencionar el trabajo que ahora posee. Bueno… No creo que haya sido un mal trato a pesar de todo»

Glenn no podía hacer otra cosa más que admitir que no había imaginado todo lo que Kunai le había dicho hace un momento.

Lulala estaba nadando en frente de la góndola. En algún punto, ella habría estado al borde de ahogarse debido a su pobre estado de salud, era difícil decir si su deshidratada garganta y agallas estaban completamente curadas ahora. Como doctor, Glenn estaba preocupado. Estaba realmente bien quedarse en silencio y dejarla exponerse a tal peligro?

«Esperen, esperen un momento! Por qué todo se puso tan deprimente?»

Fue Lulala.

Ella parecía sentir el ambiente sobre el bote y se había volteado para hablar por sí misma.

«Sabe, Dr. Glenn, habla como si yo fui forzada a hacer esto, pero… Sabía todo desde el principio, así que está realmente bien! Ya lo discutí todo con la señorita Skadi apropiadamente»

«Pero…»

«Y ella me dijo que escapara inmediatamente si aparecía algún peligro. No soy una niña, sabe! Yo soy la que decide que trabajo quiero hacer! Y es mi responsabilidad asegurarme de que todos pasen a través de los canales!»

Ahora que Glenn piensa al respecto, incluso cuando Lulala estaba cantando bajo aquel puente, ella lucia muy seria con respecto a su trabajo. Ella no tenía mucho dinero, pero aun así mantenía su dignidad.

«… Entiendo»

Dijo él.

«Si lo que dices es cierto, entonces no tengo más nada para decir»

«De verdad?»

Dijo Lulala.

«Por favor se cuidadosa, ok?»

Dijo él.

«Está bien!»

Pensando en aquel incidente, Glenn no podría estar completamente convencido, pero al final, todo lo que podía hacer era rezar para que Kunai y Skadi la protegieran adecuadamente.

La góndola se balanceaba mientras continuaban. Los saltos en el camino fueron debidos al hecho de que requería de todo el esfuerzo de Lulala para controlar el bote, el cual tenía cuatro personas a bordo. Era natural que fuera un poco complicado, considerando de que ella no era una especialista en este trabajo.

«Está bien, voy a explicar nuestra estrategia»

Dijo Kunai después de entrar a un canal más estrecho.

«Los bandidos tienen alrededor de diez chicas arpías aprisionadas y están vendiendo sus huevos a coleccionistas. En pocas palabras, son pura escoria»

«Por qué su base de operaciones está aquí en la ciudad?»

Sapphe preguntó, aunque ella parecía tener una idea de la razón.

«Es obvio»

Dijo Kunai.

«Capturan chicas huérfanas, las obligan a poner huevos y los venden a los humanos de todas partes. Su negocio cruza los territorios, así que Lindworm es conveniente porque está justo en medio»

«Así que esta es la razón, entonces…»

Sapphe murmuró.

«Incidentalmente, también es porque Lindworm no posee una fuerza militar»

Kunai siguió su explicación.

«Mantener la paz y el orden es el trabajo de la Guardia del Concejo de la ciudad. Los bandidos probablemente pensaron que Lindworm es una ciudad donde pueden hacer lo que quieran sin estar sujetos a las leyes locales… Me aseguraré de enseñarles lo equivocado que están»

Lindworm es manejado por el Consejo. Los miembros de este discuten y deciden sobre las políticas y asuntos de importancia para la ciudad, aunque no hace falta decir que su representante Skadi tiene una gran influencia en la toma de decisiones. No era como otras ciudad o pueblos, donde los aristócratas gobernaban todo, pero eso no significaba necesariamente que la ciudad no fuese segura. La capacidad de la Guardia, la cual estaba directamente bajo las órdenes del consejo, jugaba un rol importante en hacer cumplir las leyes y mantener el orden por todo Lindworm.

«Entonces, su escondite esta en los canales»

Dijo Glenn.

«No pueden ser monstruos acuáticos, cierto?»

Dijo Sapphe.

«Por supuesto que no»

Dijo Kunai.

«Todos los bandidos son humanos. Los canales fueron hechos originalmente al sumergir una ciudad existente, cierto? La parte submarina fue fuertemente remodelada y acomodada para los monstruos que vivirían ahí, pero la mayor parte que sigue sobre el agua permanece igual. Aunque navegar por esa área es un poco complicado, con un montón de calles ciegas y edificios que solo se alcanzan por medio de un bote. Los traficantes de esclavos escogieron una de las casas en la superficie y la convirtieron en su base»

«Hay un gran número de casas abandonadas…»

Glenn reflexionó, mientras Kunai observaba la ciudad inhabitada en la superficie de los canales.

Había algunos lugares que eran accesibles por medio de puentes, pero la mayoría de las entradas originales de los edificios estaban ahora bajo el agua. El segundo y tercer piso de las estructuras estaban donde originalmente deberían, sobre el agua.

Hubo un momento de silencio, entonces Kunai dijo.

«Lady Draconesa no puede hacer más que lamentarse de que el mantenimiento de los canales no se haya extendido a todas las secciones. Por esta razón, los traficantes fueron capaces de esconderse por aquí. Pero los detendremos esta noche»

En orden para llegar ahí, fue necesaria la ayuda de Lulala, como una residente del lugar, ella conocía las peculiaridades y la compleja geografía bastante bien.

«Somos los únicos que estamos aquí? La guardia también viene, cierto?»

Preguntó Sapphe y Kunai asintió.

«Por supuesto que estarán ahí. De hecho, ya están en un edificio a un puente de distancia de su escondite. Aparentemente, es una parte de «planificación de la ciudad» pero la realidad es que están usando el puente para poder entrar a la base de los bandidos. El plan es que los guardias los expongan desde el frente»

«Un ataque frontal… eso significa que vamos por la retaguardia?»

Preguntó Glenn.

«Así es. Cuando esos bastardos escapen, intentaran usar los botes para evitar ser perseguidos. Vamos a liberar los botes amarrados en la parte de atrás y asegurarnos de que ningún bandido se salga con la suya. Encima de eso, rescataremos a las chicas arpías capturadas. Seguramente encontremos el lugar donde están atrapadas si vamos por la puerta trasera»

Dijo Kunai.

«Asumiendo que todo salga bien»

Después de una pausa, ella continuó.

«He sido marcada como objetivo y me han atacado. Los bandidos están al tanto de nuestra búsqueda. Si ellos escapan, entonces definitivamente irán a la ciudad. Esa es la razón por la que necesitamos seguir con el plan para exponerlos»

«Así que el apuro para revelar a los bandidos fue la razón por la que fuiste a la clínica?»

Preguntó Glenn.

«Si no hubiese tenido mi brazo derecho no sería capaz de pelear con todo mi poder»

Dijo Kunai

«Ademas, he sido atacada nuevamente a la mitad del día. Debido a eso, Lady Draconesa decidió sin ninguna duda que esta noche era el momento para ejecutar el plan»

En otras palabras, el asalto de hoy ha sido catalizado por el problema que había tenido Kunai durante el día en que perdió su pierna.

Glenn mismo había corrido en círculos para suturarla, pero detrás de escenas, habían un numero de estrategias que fueron planeadas por todo Lindworm. Glenn, Sapphe e incluso Lulala se habían encontrado envueltos en esos esquemas, pero…

Glenn miró a Skadi.

Solo visible bajo su velo, los labios de Skadi se estaban moviendo muy ligeramente. Como es usual, Glenn no podía escuchar que es lo que estaba diciendo, pero la palabra que formaban pudo ser reconocida por él.

Lo siento.

Si fuera a disculparse por envolverlo en todo, entonces significaría que Skadi Dragenfelt no era el tipo de persona que arrastraría a otras personas indiferentemente hacia otros asuntos solo por el bien de sus propios objetivos.

Glenn suponía que no había nada más que pudiera requerir una disculpa. Sin embargo, hubiese deseado que lo dijera apropiadamente, de esa forma él podría escucharlo, más allá de descifrar su arrepentimiento a través de lectura de labios.

«Puedo moverme ahora gracias a su ayuda, Dr. Glenn»

Dijo Kunai.

«Los bandidos no serán un problema»

«Va a mostrarnos lo que la antigua top del ranking de peleadores es capaz de hacer, cierto?»

Las palabras de Sapphe parecían tener un toque de sarcasmo en ellas, pero Kunai no se las había tomado a pecho.

Los canales nocturnos eran tranquilos. Las tiendas de bote que eran tan animadas durante el día estaban cerradas, los encargados habían regresado a sus casas bajo el agua. No habían turistas alrededor, la superficie del agua estaba igual.

De esa forma, lo hacia el lugar idóneo para los bandidos establecerse.

«»Una vez nos encarguemos de los bandidos, continuaremos con el mantenimiento de los Canales». Así dice Lady Draconesa. Sus pensamientos son que, con más trabajo de construcción, los turistas serán capaces de caminar sobre el agua también y el rango de negocios en el lugar pueda expandirse»

Glenn ciertamente estaba de acuerdo con que unos Canales prósperos eran algo positivo. De esa forma lo fue la Arena también, pero una gran porción de los ingresos de Lindworm venían de los turistas. Dado que monstruos y humanos, a través del esfuerzo mutuo, hicieron una realidad que era solo posible en Lindworm.

Glenn era optimista con que el ingreso de los turistas que venía de los Canales estaba relacionado con la revitalización de la ciudad.

«Ya casi llegamos!»

Dijo Lulala.

«Vamos a pasar por un puente bajo, así que cuiden sus cabezas, está bien?»

El canal ya se había vuelto lo suficientemente estrecho para que incluso una simple góndola tuviera dificultas para pasar.

En áreas como estas, habían veces que existían puentes traicioneros, dependiendo del nivel del agua.

Aun así, era de esperar que el escondite de los bandidos estuviera en un lugar en el que fuera difícil navegar, algún lugar que fuera difícil de alcanzar tanto por mar como por tierra.

El puente se dejó ver. Antes de haber bajado su cabeza, Glenn pensó que vio una sombra sobre el puente. La estructura estaba muy oscura, no obstante, había visto algo moverse.

«Toca puerto!»

Gritó Kunai.

Glenn agarró a Sapphe por el hombro y la empujó hacia abajo con él, al mismo tiempo Sapphe había usado su cola para empujarlo. Ambos habían tenido la misma idea.

Sobre la cubierta de la góndola, Glenn escuchó el sonido de algo volando sobre ellos, acompañado con el chasquido cuerdas tensadas.

«Arqueros?!»

Dijo él. El sonido era claramente el de unas flechas viajando a través del aire.

Glenn levantó su cabeza y ahí, de pie firmemente sobre el bote, estaba Kunai.

«Señorita Kunai»

Dijo él.

«Mantenga abajo su cabeza!»

Ordenó.

«Más flechas viniendo! Lulala, sumérgete!»

Desde lo alto del puente, proyectiles viajaban ocultos en la oscuridad. Kunai era la única persona que no estaba escondiéndose. Sacó una espada corta que había puesto en la base de su muslo izquierdo y la levantó sobre su cabeza. Su habilidad al rechazar las flechas era increíble. Repelía todo lo que volaba hacia el bote con una técnica maravillosa. Mientras tanto, era todo lo que Glenn podía hacer para mantenerse escondido.

«Cinco personas en el puente!»

Dijo Kunai.

«Maldición, no esperaba que trajeran arcos y flechas!»

La góndola se había detenido. Lulala se había sumergido en el agua para esquivar las flechas, una inteligente y adecuada decisión. Sin embargo, sin su guía, el bote seria dejado a la voluntad de la corriente. Por encima de eso, eran un blanco fácil; lucia como que los bandidos no iban a dejar que tal oportunidad se les escapara. Fiel a eso, los arqueros en el puente sacaban sus flechas y disparaban rápidamente hacia el bote.

Mientras Kunai continuaba rechazando los proyectiles, Glenn se preguntó cómo estos bandidos arqueros estaban tan bien entrenados. Eran simples bandidos, aun así, el sentía que ellos debían estar bajo las ordenes de alguien misterioso. El hecho de que habían sido capaces de arrancarle un brazo a una guardaespaldas de alta clase como Kunai, incluso considerando que fue un ataque sorpresa, significaba que ellos debían ser mucho más que criminales ordinarios.

«Aquí viene! Agáchense!»

Glenn ya estaba abajo en el bote, pero la fuente del desesperado grito de Kunai era clara: una flecha estaba sobresaliendo desde su hombro izquierdo. Fue incapaz de esquivarla y estaba herida.

No habían garantías de que fueran capaces de permanecer a salvo. Glenn tensó su cuerpo mientras puso su cerebro a trabajar, al menos intentaría evitar que Sapphe saliera herida.

Pero la lluvia de flechas había cesado.

Un ruidoso sonido de pezuñas hacían eco sobre el puente.

* * *

«Ooooooh ho ho ho!»

Fue una risa ruidosa, con un tono de confianza, una que Glenn pensó que había escuchado antes. En efecto, él sabía que solo una persona era posible de reír de esa manera.

Solo podía verse oscuridad encima del puente, pero era obvio que la sombra que llegó corriendo desde el flanco había causado pánico entre los sorprendidos arqueros. Más aun, la sombra de gran tamaño, con un enorme cuerpo inferior que se expandía hacia atrás, era indudablemente la de un monstruo. Al juntar la silueta con la voz, Glenn se dio cuenta rápido de quien era la persona que había hecho su aparición.

«Esta es toda una situación, Doctor!»

La voz gritaba.

«Traté de visitar la clínica para acordar una fecha para nuestra entrevista de matrimonio, pero cuando llegué ahí, era claro que algún rufián había irrumpido! Monté una persecución y ahora estamos repentinamente enfrentando a bandidos arqueros en el medio de la noche?! Todo está bien, sin embargo, blandiendo sus lanzas frente a usted, no somos otros que los famosos guerreros del clan Scythia!»

«Hablas demasiado!»

Sapphe gritó de vuelta, con un tono extrañamente cruel.

«Y las entrevistas de matrimonio han sido pospuestas indefinidamente!»

Glenn todavía no podía distinguir la cara de la persona, pero le parecía que solo Tisalia Scythia sería la única que hablaría como el monstruo que pudo hacerse con el dominio del puente. Los sonidos de las herraduras de metal hacían eco al chocar con el arco solido de piedra, como lo haría un grupo de guerreros. Glenn notó otras dos sombras junto a Tisalia, seguramente pertenecientes a Kay y a Lorna.

«Dr. Glenn!»

Una de ellas gritó.

«Nos ocuparemos de esto por ahora»

Dijo la otra.

«Que tan grandioso seria para nosotras obtener la gratitud de la representante del Consejo de la ciudad Skadi!»

Gritaba Tisalia.

«He dicho que esto terminará siendo muy beneficioso para la compañía Scythia!»

Era algo muy «apropiado» que ella había planeado decir, pero como los estaba salvando del peligro, no había nada que alguien pudiera decir en su contra.

Los arqueros del puente estaban en pánico, consternados, considerando que fueron asaltados por guerreros centauros mientras apuntaban a su presa en el agua.

«Ahora es nuestra oportunidad!»

Kunai gritó.

«Lulula, andando!»

«O-ok!»

La voz de la sirena estaba un poco temblorosa, pero aun así, valientemente empezó a halar del bote. Los bandidos sobre ellos no podían invertir tiempo en disparar a la góndola en el agua.

«Es una vía recta hasta el escondite desde aquí. No hay más puentes para que puedan esconderse más arqueros, así que avanza rápidamente a través!»

Kunai ordenó.

«S-si! Señora!»

Dijo Lulala.

El sonido de la batalla dejaba en claro que continuaba la disputa en el puente, a través de todo eso la gran risa de Tisalia, reverberaba brillantemente entre los silenciosos canales.

Ella veía como se balanceaba la góndola que continuaba su camino por el canal. Con toda sinceridad, ella no entendía completamente la situación. Después de ver la clínica saqueada, había llegado a la conclusión de que Glenn estaba en problemas y dada sus naturalmente robustas e inagotables piernas, corrió por todos lados buscándolo. Había enviado un mensaje a luchadores que eran de confianza, lo que significaba que la fuerza de pelea de la arena estaría llegando en cualquier momento.

«Kay, mi lanza»

Dijo ella.

«Si, señora»

Tisalia tomó la imitación de una lanza, creada para pelear en la arena, de su compañera.

Habían tres bandidos. Hasta hace un momento, estaban apuntando sus arcos a la góndola en el agua, pero al enfrentarse con centauros, sacaron sus espadas cortas. Ellos se habían preparado completamente, habiéndose armado con armas en caso de combate cuerpo a cuerpo.

Claramente no eran unos simples bandidos.

Al momento en que un bandido desenvainó su espada, todos los demás se deshicieron de sus arcos y asumieron un combate a corta distancia. Fue un comando rápido, uno donde no fue necesario ningún sonido innecesario. Todos se pusieron en formación sin haber recibido órdenes.

«No parecen ser bandidos ordinarios»

Murmuró Tisalia. Ella sabía de personas que se movían de forma similar a los hombres que estaban frente a ella.

La lanza que había tomado de Kay era su favorita. Era una imitación, pero había sido decorada específicamente para Tisalia, sin embargo, era un arma magnifica.

Tisalia dejó salir un suspiro y descansó su arma larga sobre su hombro.

«Esa cresta… Así que eres parte de los Scythia, huh?»

Dijo uno de los bandidos. Su cara estaba cubierta, pero de igual forma parecía ser el comandante oficial del grupo.

Tisalia estaba sorprendida, habiendo asumido que la batalla seguramente continuaría en silencio.

«Estas bien informado»

Dijo ella brevemente.

«No creo que haya nadie que no conozca el nombre de la gran clan militar Scythia! Pero, aunque me guste mucho alardear, tengo el presentimiento de que nos conocen por una razón diferente»

«Una familia de jinetes, mercenarios a sueldo»

Dijo el bandido.

«Si tuviera que describir a los Scythia, diría algo como que, por encima de todo, son unos amantes de la guerra»

«Eso es desafortunado»

Dijo Tisalia. Suspirando nuevamente.

«Pudimos haber discutido esto pacíficamente si hubieses dicho «Compañía de transportes» en su lugar»

Estaba decepcionada de que ella y su familia, como antiguos mercenarios, compartieron negocios con los bandidos. Después de todo, los criminales estaban vendiendo ilegalmente bienes y personas, los cuales, en cierto sentido, podrían ser considerados como una compañía de transporte, supuso ella, aunque no había manera en que Tisalia realmente sepa algo al respecto.

«Si eres un jinete, entonces que razones tienes para interferir con nosotros?»

Preguntó el bandido.

«Qué? Hay una razón por la cual no deberíamos intervenir con personas que están disparando flechas en nuestra pacifica ciudad de Lindworm?»

«Acaso no eran todos soldados? En ese caso, no serían ustedes los que estarían peleando y lanzando flechas y esas cosas?»

No son bandidos, después de todo

Pensó Tisalia, considerando la lógica del hombre. En su lugar, parecían ser soldados, entrenados y que recibieron órdenes… o al menos, antiguos arqueros.

«No tengo idea de lo que estás hablando»

Dijo ella.

«Ustedes podrán ser monstruos, pero aun así, que vergüenza por conspirar con otros monstruos! Con el enemigo! Somos mercenarios, después de todo… no podemos vivir sin guerra! Vendemos huevos de monstruos para poder comer, pero solíamos ser guerreros que vivíamos por la batalla! Una era pacifica es el infierno para personas como nosotros! No es eso cierto para ustedes también, mujer de los Scythia?»

«Hmph…»

Ella dejó salir un sonido de queja.

«Huevos de monstruo, huh?»

Los bandidos querían que Tisalia los entendiera, pero ella era un monstruo, ante todo. No había manera en que ella fuera capaz de empatizar con personas que hablaban ociosamente de vender ilegalmente a los de su especia como una mercancía.

Adicionalmente, la frase «Una era pacifica es el infierno» no era algo que se le dijera a un miembro del clan Scythia, quienes se han esforzado para sobrevivir durante los nuevos tiempos de paz.

«Estas diciendo que está bien usar monstruos para beneficiarse solo porque son tus enemigos?»

Tisalia preguntó.

«No es eso»

Dijo el hombre.

«Si se descubre que los monstruos están siendo vendidos como productos, entonces este condenado lugar finalmente colapsará. Coexistir con juntos es solo una fantasía. Es natural para los humanos y monstruos el matarse entre sí»

Tisalia desesperadamente suprimió sus instintivas carcajadas.

Para que ellos estén hablando así

Tisalia pensó.

Este hombre debió haber vivido en Lindworm por un tiempo.

Aun así, si ese fuera el caso, entonces que es lo que ha estado buscando? Ha estado tan sumergido en el tráfico ilegal que ha ignorado completamente la realidad de las cosas?

Nunca ha notado a los turistas humanos disfrutando de pequeñas charlas con los centauros que empujan sus carruajes? O los humanos hechizados escuchando las canciones de las sirenas en la plaza central? No tomaron nota del doctor humano que corrió por toda la ciudad para curar a uno de sus pacientes? Todo eso era el día a día de Lindworm, es la realidad. Verdaderamente los bandidos nunca lo notaron? O lo han visto, pero pretendían que simplemente no podía ser cierto? Estaban ignorándolo apropósito, para que pudieran forzar entre ellos su propia lógica?

Los únicos envueltos en una fantasía eran los bandidos que deseaban regresar a la guerra.

La verdad brillaba en los ojos de Tisalia, la realidad de Lindworm, donde humanos y monstruos Vivian juntos de una forma completamente natural.

«Todos ustedes son iguales, cierto?»

El hombre seguía presionando.

«Estas sufriendo sin ninguna guerra, verdad? No puedes simplemente colgar tus armas, cierto? Mirando esa lanza de mentira que tienes, debes ser una luchadora. Quieres ir a la guerra»

«Déjame aclararte una cosa»

Dijo Tisalia.

«Durante la guerra, yo era una niña. Nunca levanté mi propia arma ni me dirigí a la batalla»

«Qué…?»

El antiguo mercenario parecía estar convencido de que ella era igual a ellos. Aun cuando Tisalia nunca había estado en un campo de batalla por su cuenta, aunque fue a diferentes enfrentamientos con su padre. Al momento de su nacimiento, la guerra ya estaba en sus etapas finales; la época de las peleas había terminado.

Aun así, con su lanza especialmente hecha en una mano, había hecho rabietas acerca de querer pelear y le causaría problemas a sus padres. Incluso desde entonces, ella era una princesa traviesa. Por supuesto, se le habrían asignado un par de doncellas, Kay y Lorna, alimentando más su personalidad.

«Absolutamente absurdo»

Dijo Tisalia.

«Soy yo la que debería estar diciendo «Que vergüenza de su parte»»

En su corazón, Tisalia ya había decidido no ser indulgente con los bandidos. Lo mismo era cierto también para sus compañeras, que estaban paradas a su lado. Cada una de ellas con un arma en mano, de frente al grupo de bandidos.

«La guerra se acabó»

Tisalia continuó.

«Seria de reír el aferrarse a una manera pacífica de vivir durante tiempos de guerra, no lo crees? Pero de forma opuesta también es cierto. Mientras todos los demás están tratando de buscar una nueva forma de vida ahora que ya no hay guerra, ustedes solo siguen diciendo «Quiero pelear, quiero pelear!» Que les parece si intentan buscar una nueva forma de vivir, en una sociedad pacifica?!»

«Mocosa»

El hombre gruñía.

«Que sabes tú?! Somos orgullosos mercenarios! Un mundo sin guerra es solo-«

Tisalia lo interrumpió.

«Involucrando gente no relacionada con tu guerra y lastimándolos, ese es tu orgullo?! Toma ese podrido orgullo tuyo y lánzalo lejos. Hará que vivir en esta sociedad pacifica sea mucho más fácil!»

Tisalia sabía que los mercenarios eran altamente valiosos durante tiempos de guerra, pero el valor de las cosas cambia con el tiempo. La época cuando los mercenarios eran bien pagados se ha ido. Tratar de aferrarse a una vida de ese estilo en vez de cambiar significaba que se habían reducido a poco más que unos bandidos. El hombre frente a Tisalia era un ejemplo perfecto.

«Permíteme corregirte»

Tisalia continuó.

«Mi apegó a la historia militar de mi familia y mi decisión de ser una luchadora no tiene absolutamente nada que ver con el deseo de ir a la guerra»

Ella quiere pelear?

Ella quiere luchar?

Si Tisalia fuese a responder esas preguntas honestamente, entonces sí, ella quería eso de hecho. Sin embargo, no significaba que quisiera combatir contra cualquiera en el lugar que sea. Definitivamente llegaría el momento cuando sus habilidades y su estilo de vida como luchadora se volverán una necesidad incluso en momentos de paz, de hecho, su situación actual era evidencia suficiente de ese pensamiento.

«Yo empuño mi lanza en estos tiempos de paz para poder castigar a gente trastornada como tú!»

Ella se quejaba.

«Ahora, Kay, Lorna, Están listas?!»

«Por supuesto, mi señora»

«Siempre que usted lo esté»

Sus doncellas eran confiables como siempre. Ambas tenían sus propias espadas y arcos. Esas armas fueron hechas para batallas en la arena, las espadas de madera y arcos de perdigones usados para disparar bolas de arcilla.

Incluso así, Tisalia pensó que eso era más que suficiente para encargarse de los bandidos.

Después de todo, al final del día, ellos no estaban en un campo de batalla.

«Vamos! Estos villanos deben ser puestos ante la muerte!»

«Seguro que puedes hablar, maldito caballo!»

Dijo el líder. Rindiéndose ante su ira, se sumergió hacia adelante con su pequeña espada.

Por supuesto, era imposible que un ataque generado por emociones pudiera siquiera lastimar a Tisalia, la princesa centauro realizó su contraataque con frialdad.

En cuanto al resto de la pelea, el resultado fue simple: habiendo insultado el orgullo de la princesa centauro, todos los bandidos cayeron ante la lanza de Tisalia.

* * *

Mientras Tisalia estaba luchando contra los arqueros hasta vencerlos, la góndola siguió camino abajo hacia un canal aún más estrecho. Lulala parecía tener dificultades manipulando el bote, pero no habían otras góndolas contra las que chocar y no hubieron más ataques sorpresas, ellos continuaron su camino tranquilamente.

«Me pregunto si Tisalia va a estar bien…»

Glenn estaba preocupado.

«Ella estará bien»

Sapphe le dijo bruscamente. Volteando la mirada, sin embargo, vio que el puente ya estaba fuera de vista, no podía garantizar que lo que había dicho fuese cierto.

«No tendrán ningún problema»

Dijo Kunai.

«Esa mujer caballo tiene su lanza con ella. Los bandidos, por otro lado, solo tienen pequeñas espadas para defenderse. No podrán ganar con esa distancia, si intentan responder con sus arcos, serán apuñalados antes de que siquiera puedan disparar. De cualquier forma, debería ser su victoria»

Mientras la guardaespaldas sacaba la flecha de su hombro, Glenn tomó un poco de calma en sus palabras. Si una antigua luchadora de la arena podía explicar todo eso, entonces lo que dijo era probablemente un hecho.

«Más importante»

Kunai continuó.

«Llegaremos pronto, manténganse alerta»

«E-entendido»

Dijo Glenn.

«Lulala, una vez que lleguemos, amarra el bote y escapa. No necesitas preocuparte por nosotros»

Lulala levanto su manó fuera del agua para mostrar que había escuchado. Glenn reconoció y apreció la consideración de Kunai por Lulala, para mantenerla a salvo y no exponerla al peligro sin necesidad.

«Que es lo que vamos a hacer para regresar?»

Preguntó Sapphe.

«No regresaremos»

Declaró Kunai.

«Tomaremos completo control del escondite del enemigo. Así que no hay actualmente necesidad de preparar un bote de regreso»

«Q-que plan tan ridículo!»

«Di lo que quieras»

Kunai no actuaba como si pusiera su vida en peligro, pero Glenn no estaba seguro en estar de acuerdo con su buena disposición de acabar con el enemigo. Él sabía que Kunai había arbitrariamente planeado un temerario, quizás suicida, ataque.

Incluso si fuera una decisión que saliera de una apropiada reunión con Skadi y el escuadrón de guardias.

Finalmente, el bote se detuvo. Estaban solo un poco lejos de lo que podría llamarse un verdadero puerto. Era un poco más que unas escaleras de piedra sumergidas a la mitad. Si subían las escaleras, alcanzarían la porción del edificio que sobresalía del agua. Sin embargo, Porque no había otra forma de alcanzar la parte expuesta desde tierra, tenían que viajar en bote para llegar al edificio.

Varios botes pequeños estaban amarrados donde se habían detenido; Kunai cortó las sogas con su espada y empezó a patearlos para que se los llevara la corriente. Los botes habrían estado presumiblemente ahí para los bandidos, pero ahora que Kunai los había liberado, los criminales no tenían forma de escapar.

Lulala lentamente acercó la góndola hacia las escaleras. Justo cuando lo hacía, una silueta emergió de la oscuridad, directo hacia su camino.

«…Tch»

Hizo Kunai.

Era una emboscada. Los bandidos de antes estaban envueltos en un estandarizado atuendo azul marino y estos no eran diferentes. Sin embargo, esta vez, Glenn tenía dos razones para estar aún más en guardia.

Primero era el hecho de que la silueta pertenecía a una sola persona.

Por qué solo uno?

Se preguntó.

La segunda era que la mirada que salía de la tela que cubría su rostro era inusualmente aguda y afilada. Glenn no sabía nada sobre combates, así que poder juzgar si era o no un guerrero se escapaba de sus manos. Sin embargo, ha visto una mirada como esa al menos una vez tiempo atrás.

Fue durante la autopsia de un paciente con la Dra. Cthulhy. Ella había diseccionado el cuerpo calmada e indiferentemente, sin darle descanso a su concentración. Lo ojos del bandido que estaba de pie solo frente a ellos se asemejaban bastante a los de Cthulhy ese día.

En otras palabras, la mirada que los estaba observando pertenecía a alguien quien ha tenido experiencia diseccionando humanos.

El bote lentamente sube por las escaleras.

El bandido no parecía tratar de obstruirlos. Kunai cuidadosamente sale del bote, seguido por Glenn y Sapphe. Entonces, finalmente, Skadi desembarca de la góndola.

«Te ves como el líder de los traficantes de esclavos»

Dijo Kunai, alistando su espada corta.

«No recuerdo haber vendido ningún esclavo. Lo que hacemos es vender huevos de monstruos. No vendemos ni compramos monstruos o humanos»

«Entonces si eres el líder»

«Si»

Desde lo que Glenn podía decir, el hombre era humano.

A pesar de su estatus como líder de los bandidos, su físico era un poco delgado. No daba el aura de un brutal y rudo tipo de criminal. Si Glenn tuviera que describirlo, parecía más un explorador o un agente encubierto, como un espía. O al menos, un soldado que siguiera esa línea de trabajo.

«Allanamiento ilegal en los Canales, secuestrar y aprisionar arpías y encima de eso, la venta ilegal de huevos. Hay bastantes cosas que quisiera preguntarte»

Dijo Kunai.

«Todo lo que hacemos es proteger monstruos que no tienen un lugar al que ir y criarlos»

Dijo el líder.

«Y respecto a los huevos, bueno… tenemos que hacer dinero de alguna manera, cierto? Después de todo, en tiempos de paz, antiguos mercenarios tienen dificultades para encontrar trabajo»

«El Consejo de la ciudad te daría trabajo hasta el cansancio. Lindworm está en el medio del desarrollo, para hacer la ciudad un lugar placentero para vivir. Los grupos de constructores siempre están buscando trabajadores»

«Oh. Y cuanto es la paga?»

«Todo lo que se merezca un criminal»

El hombre soltó un soplido. Parecía que nunca tuvo intenciones de aceptar su oferta. Kunai lentamente cerró distancias entre ellos mientras protegía a Glenn y a los otros detrás de ella. En orden de asegurar una vía en el camino de piedras, ella cambió su posición en relación al líder.

«Desafortunadamente, este es un callejón sin salida»

Dijo él.

«No tomaré tu vida, pero prepárate para algo de dolor»

«Qué bueno de tu parte el decirlo. Bueno, no es como si tuviera una vida que pudiera ser tomada de cualquier modo»

Dijo ella con un chasquido. Entonces ella le hablo a Skadi.

«Lady Draconesa! Ahora es el momento! Glenn y Sapphe, ustedes también! Me haré cargo de este!»

«Acaso creen que los dejaré escapar?!

El líder inmediatamente se colocó frente a ellos. Al mismo tiempo, Kunai se apresuró hacia él. Ella sostuvo sus brazos y trato de empujarlo hacia el agua. Ellos luchaban entre sí por la supremacía, pero Kunai dobló su cuerpo y aseguró un camino para Glenn y los demás.

«Vamos! Apúrense!»

«Doctora, por aquí!»

Le dijo Glenn a Sapphe, mientras Skadi tomaba la delantera y corría por las escaleras. Su cola de dragón salía desde la parte baja de su atuendo. Sus escamas doradas brillaban como una luz de guía. Contando con eso, Glenn y Sapphe siguieron tras ella.

A medida que Glenn subía las escaleras, miró hacia atrás a las figuras que estaban juntas en batalla y gritó.

«Señorita Kunai, tenga cuidado!»

«No necesita preocuparse!»

Dijo ella.

Ambos estaban cerca, intercambiado golpes con sus pequeñas espadas, pero Kunai parecía estar haciéndolo lo suficientemente bien como para ser capaz de darle a Glenn una respuesta apropiada.

«Un cadáver no puede morir!»

Dijo ella.

«Gracias a cierto doctor que unió mi cuerpo tan magistralmente, mi brazo esta al máximo de su capacidad! No se preocupe, váyase!»

Glenn corría escaleras arriba, guiado por Skadi y entraron a un edificio de aspecto abandonado. Se distrajo pensando que pescar poco a poco los pedazos del cuerpo de Kunai que cayeran a los canales sonaba como un trabajo muy agobiante.

* * *

La destreza del líder era excepcional.

Como se esperaba de un antiguo mercenario.

Kunai pensó, mordiendo su labio. Antes de esta misión, ella había investigado el hecho de que los traficantes de esclavos eran un antiguo grupo de mercenarios que habían perdido sus trabajos con la llegada de la paz.

La guerra había sido de escala masiva, había durado demasiados años. Los humanos y monstruos tenían individuos quienes vivían y se ganaban el pan diario sacando provecho de las batallas. En Lindworm, muchos antiguos soldados monstruos se volvieron luchadores en la Arena, pero esa opción no se había extendido a otras regiones. Kunai podía ver que vender huevos ilegalmente era un trabajo similar que hacía uso de las viejas habilidades de los bandidos como mercenarios. De hecho, ellos probablemente daban la bienvenida a las peleas y a la violencia que les daba su trabajo.

Kunai y el líder intercambiaban golpes bajo la luz de la luna. Kunai podía ver muy bien de noche, pero el hombre parecía estar más acostumbrado a pelear en la oscuridad y esquivaba fácilmente sus ataques.

«Eres una molestia»

Le dijo el Lider a Kunai.

Perseguir sin descanso a los traficantes y descubrir su escondite habían sido los logros de Kunai. Naturalmente, el bandido estaba al tanto de eso y había atacado a Kunai una incontable cantidad de veces.

«Incluso si rompemos tu brazo y te arrancamos la pierna»

El continuó.

«Tu tranquilamente vuelves a la vida. Es una lástima… Estoy seguro de que, si hubieran soldados como tu durante la guerra, habrían trabajado para nosotros»

«Bueno, a partir de lo que sé, mi creador me había hecho a partir de una petición de la armada»

Dijo Kunai, apuntando una patada afilada con sus grebas para descolocar su postura.

El líder esquivó su golpe. Él estaba acostumbrado a peleas cuerpo a cuerpo y a luchar en la oscuridad, también en áreas estrechas. Romper su postura con un ataque frontal parecía una tarea imposible para Kunai.

«Él quería hacerme como un soldado que no se pudiera matar»

Explicó ella.

«Desafortunadamente para él, no iba a cumplir sus órdenes… No tengo intenciones de vivir mi vida como un soldado»

«Y aun así aquí estas como guardaespaldas. No es cierto, señorita no muerta?»

«Así es. Ya que soy una no muerta, puedo ignorar mi propio cuerpo y convertirme en el escudo de mi maestra!»

Kunai levantó su espada sobre su cabeza. Justo como le había dicho a Glenn, su cuerpo estaba en su mejor condición. Sus movimientos eran por lejos, mejores que la última vez que había enfrentado a los bandidos, todo gracias a la cuidadosa sutura de Glenn.

Sin embargo, aquello con las que sus suturas la ayudaron más, era también la situación que más la había hecho sufrir. El tormento, el sentimiento de ser consumida, las voces llenas de resentimiento que provenían de diferentes partes de su cuerpo habían desaparecido casi completamente. El cambio no era hasta el punto en que no pudiera escucharlas, las partes de su cuerpo seguían diciéndole sus deseos interminables. Sin embargo, Kunai era capaz de echarlas hacia un lado.

Ella se preguntaba qué es lo que había pasado. Fue como si las dispersadas piezas que componían su cuerpo finalmente se habían juntado, como si finalmente se hubiesen hecho suyas, un ser único.

Kunai cortó hacia abajo con su espada. El líder bandido evitaba fácilmente su ataque y contraatacaba con una patada giratoria. El brazo derecho de Kunai, aquel que fue cosido con nada más que músculos masculinos, resistió el golpe con tranquilidad, pero no pudo evitar sorprenderse un poco.

El Líder tomo ventaja de eso y atacó a Kunai con tres rápidos ataques de su afilada espada corta.

«Hyah!»

En el aire de la noche, incluso su respiración era como una espada.

El parecía pensar que tenía que golpearla de cualquiera manera que pudiese. Después de todo, incluso si sus golpes no la alcanzaban, él podía forzarla a caer en el agua. Kunai bajó un escalón, un paso más y se encontraría atrapada en la corriente del canal.

Sin embargo, incluso si ella cae al agua, no se ahogaría. Con eso dicho, si ella lo hace, el líder no dudaría en perseguir a Skadi y a los demás. Ella tenía que evitar a toda costa que eso pasase. Tenía que detener al hombre en ese lugar, a cualquier costo.

«Hmph!»

Kunai exhaló y dio un paso adelante.

Lidiando con su mano izquierda sosteniendo la espada, se precipitó hacia el bandido, preparada para enterrar su arma en él. Pero naturalmente, justo en ese momento, un torbellino lleno de ira proveniente del líder se dirigió a Kunai mientras balanceaba su espada.

«Tonta!»

Dijo y sin dudar, atacó con su arma.

Con un sonido terrible, el brazo izquierdo de Kunai fue cortado limpiamente justo en el medio de su antebrazo. Las pobres suturas no se habían soltado, el hueso y el musculo habían sido separados.

Tal golpe, siendo capaz de cortar incluso a través del hueso con una espada corta, dejaba en claro que las habilidades del hombre estaban más allá de lo ordinario. Por otra parte, mucho tiempo había pasado desde la construcción de Kunai, era posible que sus huesos solo estuviesen deteriorados. El Líder pateó el brazo izquierdo con desprecio.

Con una salpicadura, la carne muerta se sumergió en los canales. De igual forma, Kunai permanecía en su lugar, sin mirar a otro lado que no fuera al frente.

«Ahora que no tienes tu arma-!»

«Tú eres el tonto»

Kunai se acercó, sin pausarse en ningún momento.

Tomó otro paso, el paso decisivo. Para el momento en que el líder se dio cuenta de eso, ya era demasiado tarde.

«Crees que un cadáver estará asustado por perder un brazo o un arma?!»

Su brazo derecho, unido con los músculos de otros cinco hombres, incluyendo aquel cadáver perteneciente al del asesino sanguinario, se desplazó hacia arriba y golpeó al bandido en la quijada. Un indudable golpe de Knockout.

Desde sus tiempos en la Arena, el arma de elección de Kunai siempre habían sido sus puños, ella prefería luchar con las manos vacías. Para el líder bandido, su precipitado uppercut había sido el golpe final. Su cabeza estuvo en shock y sus piernas tambaleaban.

Ella había ganado, aun así, en el momento en que Kunai pensó eso, se dio cuenta que los ojos del bandido no estaban completamente en blanco. Su espada también seguía en su mano.

«M-maldita!!»

La voz de Líder salió, mezclada con odio y dolor.

A pesar de todo, su brillante habilidad no se había entorpecido, ahora estaba apuntando directamente al cuello de Kunai.

Aun cuando la decapitación no la mataría, su cuello si tenía una vulnerabilidad: el rollo de papel en su nuca, el rollo de comando donde estaba la encantación de invocación del Golem de carne. Si fuese dañado, había una posibilidad de que su cuerpo se desplomara por completo.

Ella se preparó para proteger su cuello con todo lo que tenía, cuando en ese momento-

«Toooooooma esto!»

Una gran salpicadura se hizo escuchar, como un chorro de agua que caía desde una cascada… al menos, así fue como lo escuchó Kunai.

«Blugh!»

En un instante, el cuerpo del líder fue lanzado hacia un lado. No había nada que el pudiera haber hecho para evadir ese ataque, el cual había venido desde su punto ciego, una dirección que ni siquiera Kunai o el mismo Líder habrían anticipado.

El rocío de agua empapó a Kunai también. En el caso del líder, pareció que había tomado lo último que le quedaba de fuerza para mantenerse de pie y ejecutar el último movimiento que tenía como objetivo a Kunai. Debido al ataque sorpresa, quedó derribado en la escalera de piedra, completamente mojado e incapaz de moverse. Kunai rápidamente lo despojó de su espada.

«Honestamente!»

Dijo una voz del canal, en la dirección en la que vino el ataque acuático.

Kunai volteó y vio a Lulala, su cabeza salía de la superficie del agua y sus cejas juntadas como si estuviera molesta.

«Lanzar basura a los canales está prohibido!»

Dijo ella.

«Honestamente!»

Gentilmente, ella le dio a Kunai su brazo perdido. La guardaespaldas no pudo contener la extraña sonrisa que había llegado a su rostros debido a la actitud de desprecio de Lulala por su miembro cortado.

Fue la sirena la que había lanzado el ataque acuático.

«Esa es una técnica bastante extraña la que tienes, Lulala»

Remarcó Kunai.

«Huh? Esto?»

Dijo ella.

«Cualquiera puede hacer esto, no?»

Lulala estiró si mano tanto como pudo en la superficie del agua. A medida que juntaba sus dedos, la red de membranas entre ellos se cerraba fuertemente. Entonces drenaba el agua hacia su mano y la apretaba con gran fuerza, lanzando una gran e increíble cantidad de agua.

«Los humanos no pueden hacer esto?»

«Bueno, pueden disparar agua si ponen sus manos juntas, pero… ni siquiera se acerca a semejante poder»

«Hmmm. Entiendo, entonces… es porque tengo esta membrana que puedo disparar tanta agua. Nada se escapa tampoco»

Ese debe ser el por qué.

Pensó Kunai.

El Líder bandido había resistido el golpe de Kunai, inicialmente. Aunque habría caído inconsciente debido al golpe aplastante que ella le había propinado en su quijada, el aun habría estado tambaleándose por un momento. Fue la fuerza de la ráfaga de agua de la sirena el que lo aniquiló, justo antes de que perdiera el conocimiento.

En otras palabras, Kunai se había salvado gracias a la ayuda de Lulala.

«Gracias, Lulala»

Dijo ella.

«Eh heh heh!»

«Sin embargo»

Kunai continuó.

«Por qué sigues aquí? Se te dijo que escaparas!»

Sosteniendo la espada corta en su boca, Kunai le quito la máscara al bandido. El gran pedazo de tela parecía perfecto para atar a alguien. Ella juntó sus manos, asegurándose de que no fuera capaz de moverse fácilmente incluso si despertaba. Amarró el pedazo de tela de tal forma que eso ocurriese, si el tratara de soltarse, podría romper sus huesos haciéndolo.

«Sabes lo peligroso que es, cierto? Ambas, Lady Draconesa y yo habíamos quedado satisfechas con tu trabajo. Es por eso que no queríamos exponerte a ningún peligro innecesario, entiendes?»

«P-pero, si no hubiese estado aquí entonces estarías en peligro!»

«El riesgo que yo tomo y el riesgo que tu tomas tienen consecuencias diferentes. Y Cuando me toque reportar la situación, seré yo la que tenga que disculparse con Lady Draconesa y con ese doctor por ponerte en peligro»

«W-waaaaaah!»

Lulala estaba avergonzada. Parecía que incluso cuando no estaba aterrada por al brazo desmembrado, si lo estaba por el tono lleno de cólera que tenía la voz de Kunai.

«Ahora, es momento de un sermón!»

«Waaah! Los detesto!»

«No seas infantil!»

Dijo Kunai.

«Escucha, si lo peor hubiese pasado y llegas a ser lastimada, tienes idea de que tan preocupado estaría ese doctor?!»

«Huh…? El Dr. Glenn lo estaría…?»

Cuando ella dijo su nombre, las mejillas de Lulala se enrojecieron. Su actitud era distintivamente diferente a la de hace un momento.

Observándola, Kunai sintió algo parecido. Su pecho, después de todo, pertenecía a una joven mujer. Su corazón seguía anhelando historias de amor y simpatizaba con Lulala. Los fuertes latidos que sentía Kunai entre su pecho eran ruidosos, aunque no eran nada más que una ilusión de sus sentidos. El corazón de Kunai se había detenido mucho antes de que ella fuese creada. Aun así, el corazón obsesionado con el romance de la joven muchacha había sentido la premonición de un amor y aún seguía deseándolo, por lo que rehusaba a dejar de latir.

No tenía nada que ver con las emociones propias de Kunai. La joven chica frente a ella claramente no podía ocultar su reacción ante la mínima mención del nombre del doctor. Pero eso no significaba que Kunai pensara algo sobre él. Bueno… quizás se sentía un poco encantada.

«Después de que todo acabe, vas a disculparte apropiadamente con mi señora y con el Dr. Glenn, entendido?»

Dijo Kunai.

«Está bien!»

Al final, las emociones que habían impulsado a Kunai para darle un largo sermón a Lulala por sus acciones se habían evaporado. Ella se sentía exhausta y se dejó caer justo donde estaba parada con un sonido seco, dejando salir un largo suspiro.

Lulala nadó en el canal por un rato, pero en vez de cansarse, empezó a tararear una canción. La forma en que tarareaba era propia de una cantante. La reflexión dorada de sus escamas a la luz de la luna encantaron los ojos de Kunai, quien había suspirado.

Habían pasado décadas desde que ella había sido creada. Dejando de lado su apariencia, Kunai no era más una jovencita, no mentalmente. Pero al pensamiento del amor de la chica joven, una sonrisa poco característica apareció en el rostro de Kunai.

Sin embargo, aun habían asuntos de importancia que debían atenderse.

Después de revisar las ataduras del líder una vez más, Kunai le ordenó a Lulala que se fuera realmente esta vez, entonces rápidamente corrió tras Skadi y los otros.

* * *

Con Skadi guiando el camino, Glenn corrió a través del escondite de los bandidos.

Además del líder, había un gran número de centinelas en el lugar también. Pero todos fueron derrotados antes de que siquiera pudieran desenvainar sus armas.

«Hyah!»

Sapphe exhaló y empuñó su cola.

Las lamias eran excelentes para realizar ataques sorpresas. El interior del escondite tenía poca luz, pero Sapphe barría a través de el como si estuviera peleando al sol de la tarde, esgrimiendo su cola como una espada o envolviéndola alrededor del cuello de los bandidos y estrangularlos mientras los presionaba contra el suelo.

Por dentro, el escondite lucia más como el frente de una fortaleza. Las armas estaban por todo el lugar, habían centinelas puestos en los pasillos. Encargándose de los guardias con su cola, Sapphe y los demás continuaron aún más hacia el interior.

«Este lugar es bastante grande…»

«Es porque los barrios bajos fueron sumergidos completamente»

Dijo Sapphe.

«Es difícil envolver tu cabeza con todo el espacio excesivo que hay sobre el agua. Desaprovechar el espacio no debería ser la norma… Y para poner las cosas peor, los bandidos lo han estado usando para acomodarlo a sus necesidades»

Glenn parecía escuchar un aire de ironía en las palabras de Sapphe. Corriendo en dirección a ellos, Skadi no prestaba atención a su conversación mientras sacudía su cola dorada de un lado a otro, como una guía que le decía a Glenn y a Sapphe el camino a seguir.

Cruzando el corredor, Glenn y los otros siguieron corriendo.

Los interiores del escondite estaban claramente provisionados y equipados con preparaciones para un ataque desde una fuerza externa. Las armas que podían encontrarse por todo el lugar apuntaban a esa conclusión. Por otra parte, el número de guardias era claramente bajo. Cuando escucharon lo que parecían voces furiosas desde la distancia, Glenn se dio cuenta que los Guardias de la ciudad se estaban movilizando en un asalto frontal.

Ya que los bandidos estaban ocupados respondiendo ese ataque, no habían notado que Skadi se acercaba desde la retaguardia por la entrada trasera del escondite, por los Canales. Bueno, en realidad, el líder de los bandidos lo había notado, pero Glenn estaba seguro de que estaría ocupado gracias a Kunai.

Cando Skadi lanzó el ataque sorpresa, también empuñó su cola para atacar. Saliendo desde la parte baja de su túnica, dejo caer una lluvia de ataques sobre uno de los centinelas y lo hizo perder el conocimiento antes de que pudiera hacer un sonido. Skadi Dragenfelt, quien supuestamente no tenía rivales en la Arena, había mostrado su inmenso poder de pelea. Aunque sus oponentes eran bandidos, Glenn no podía evitar preocuparse por ellos.

Con la ayuda de la lamia y la dragona, Glenn llego a las profundidades del escondite de los bandidos sin dificultad.

«… Esto es?»

Preguntó el.

Con su cara oculta como siempre, Skadi asintió levemente.

Adicionalmente, por ser incapaz de leer sus emociones, Glenn no podía comunicarse con ella por medio de conversaciones, así que tener una idea de sus intenciones probaba ser difícil.

Resuelto, Glenn abrió la puerta.

La habitación estaba oscura. La única iluminación Venia de una lámpara que colgaba del techo. Con falta de aceite, era más bien una débil fuente de luz. El área iluminada era pequeña y ojos aterrorizados se mostraban del otro lado.

Era un grupo de jóvenes chicas. Ellas miraron a Glenn con hombros rígidos. Ellas estaban a mitad de su adolescencia; todas ellas parecían tener la misma edad que Lulala o eran un poco más jóvenes. A primera vista, los monstruos parecían prácticamente humanos, pero sus brazos eran exactamente iguales a las alas de un ave. El hecho de que muchas de ellas eran pequeñas era una característica distintiva de las arpías, ya que su periodo de crecimiento sucedía alrededor de los quince años.

De acuerdo a los conocimientos de Glenn, ese sería el mismo momento en que ellas empezarían a ovular. Todas tenían alrededor de la misma edad, al ser contemporáneas lo hacía conveniente para los bandidos encargarse de ellas. Era también posible que las personas que compraban los huevos de los bandidos quisieran huevos de chicas a mitad de su juventud.

El pensamiento de eso le dio nauseas a Glenn.

Antes de que llegara a ese lugar, él había estado pensando que podría haber tenido algo en común con ese tipo de personas que compraban los huevos de arpías. Pero cuando vio a las jóvenes chicas, asustadas y encerradas en esa oscura habitación, sintió como la furia y el disgusto crecía en su interior. Sentir tanta rabia le probaba a Glenn que aún seguía siendo, de hecho, un doctor.

Gracias a dios.

Pensó él. Podía seguir sacando su pecho y declararse a sí mismo un aliado de las chicas arpías.

«No hay necesidad de estar asustadas»

Sapphe saludó a las chicas con una sonrisa. Justo como lo hacía en la clínica, la expresión que usaba para relajar a sus pacientes calmaba el corazón de cualquier que la viera.

«Esta es la señorita Skadi Dragenfelt»

Dijo Sapphe.

«Ella ha venido por parte del Consejo de la ciudad de Lindworm para rescatarlas a todas»

Skadi bajó ligeramente su cabeza, pero su rostro permanecía escondido. Glenn se preguntó si las arpías confiarían en Skadi al estar de esa forma. Estaba inseguro de que tanto sabían las arpías sobre Skadi para empezar, siendo secuestradas desde diversos lugares.

Como Glenn esperaba, ellas parecían confundidas. La arpía que parecía ser la mayor entre todas alzó su voz ligeramente.

«Han venido a salvarnos?»

«Si»

Dijo Sapphe.

«Justo ahora, la Guardia está abriéndose camino. Estarán bien ahora»

Con toda honestidad, Glenn pensó que los guardias estaban todavía a la mitad de poner al escondite bajo su control y que todavía podría haber bandidos por ahí, pero no había necesidad de decirles eso a las jóvenes chicas.

Mientras Sapphe saludaba a las arpías, Glenn las observó. El esperaba que estuvieran en un estado mucho peor al estar encerradas, pero sus ropas parecían no ser diferentes de las prendas que la mayoría de los ciudadanos de Lindworm usan.

La habitación también parecía estar perfectamente limpia, parecía que las arpías se bañaban regularmente y vio que no había suciedad o grumos en su cabello o piel. Ellas estaban, después de todo, en los Canales, así que podrían tener tanta agua como quisieran y bañarse es una ritual necesario para las arpías. Mantener sus plumas limpias era una parte importante en la vida diaria de ellas.

De esa forma, quien sea que estuviera a cargo de su higiene, había prestado atención a los detalles. Aunque sus secuestradores fuesen bandidos, el cuidado que habían tenido con sus víctimas había sido el adecuado. Glenn estaba, de cierta forma, un poco sorprendido.

Sin embargo, no podía dejar pasar el mal estado de las plumas de las arpías. No había duda de que el daño psicológico tomado de su aprehensión se exhibía así mismo físicamente. Las arpías estaban faltas del aceite y la grasa que normalmente seria secretado a través de sus alas, por esa razón, las plumas habían sido dañadas.

Aunque estaban mucho mejor de lo que Glenn pensó que estarían, llegó de cualquier forma a la conclusión de que las arpías no estaban totalmente sanas.

La mayor de las arpías habló.

«Um, disculpen…»

«Si?»

Preguntó Glenn.

«Esta chica, ella, um, dijo que le duele su estómago…»

Ella hizo un pequeño espacio y Glenn vio que ella estaba escondiendo a la más joven detrás de sus espaldas, como si la estuviera protegiendo. Él pensó que el hecho de que ella le informara sobre esto era prueba suficiente de su confianza.

En el centro de donde estaban las arpías reunidas, sus cuerpos rígidos, una especialmente pequeña niña estaba agachada en el suelo, aferrándose a su estómago. Glenn podía decir incluso con la poca iluminación que su cara estaba terriblemente pálida. El inmediatamente se arrodillo junto a ella para observar su condición.

«Sapphe, tráeme la luz»

«Enseguida»

Sapphe levantó la lámpara que colgaba en el techo con su cola. Ella movió la fuente de luz para que fuera más fácil para Glenn examinar a la chica.

«Ugh… oww…»

La arpía se quejaba.

«Estas bien?»

Preguntó Glenn.

«Donde te duele?»

La arpía tenía un grasiento sudor corriendo por su frente. Ella mordía sus labios en sufrimiento; su expresión agonizante no era normal. Glenn podía decir que algo no estaba bien y sintió que hacerle preguntas a la chica no lo llevaría a ningún lado. En su lugar, le hizo preguntas a la mayor.

«Cuando fue la primera vez que se quejó del dolor?»

«Huh…? Hoy, un poco después del almuerzo… De hecho, no… ella solo empezó a sentirse así de mal hace solo un momento…»

«Discúlpame. Voy a recostarte por un segundo»

Le dijo Glenn a la pequeña chica.

Entre una cercana observación de las otras arpías, Glenn acostó a la paciente a su lado. Mientras lo hacía, Glenn notó inmediatamente que su abdomen estaba inflamado, como si hubiese terminado de comer.

«Sapphe, tela!»

«Si, Doctor… Una manta estaría bien?»

«Si perfecto. Gracias!»

Glenn tomó la manta de Sapphe y rápidamente la uso para cubrir a la joven arpía. Al mismo tiempo, tomó un trozo limpio de algodón de su bolsa.

«Muerde esto»

Le dijo a la arpía.

«Nh… Hnghh…»

Glenn forzó el trozo de algodón en la boca de la arpía, dándole algo que pudiera morder en vez de lastimarse su lengua debido al excesivo dolor.

«Lo siento. Voy a tocar los alrededores de tu estómago. Levanta tu mano si sientes algún dolor»

«Ngh… nrgh!»

Glenn no sabía que tanto de lo que decía realmente alcanzaba sus oídos. Ella parecía estar escuchando, pero no tenía las fuerzas para responderle.

«Discúlpame»

Glenn deslizó sus manos bajo la manta que cubrían a la arpía y tocó su estómago.

Estaba inflamado después de todo, la distensión de su estómago se sentía extrañamente firme. Con eso, Glenn fue capaz de confirmar que la hinchazón no se debía a una anormalidad en su interior o intestinos. La firmeza, de hecho, se sentía familiar. Parecía extenderse desde su abdomen hasta su entrepierna.

«Ngggh… nh! Hgnh…»

«Está bien. Todo va a estar bien»

Glenn la tranquilizaba, pensando rápidamente.

Una joven chica arpía, tomada prisionera, cuyos huevos eran vendidos ilegalmente…

Aunque sus condiciones de vida eran mejores de lo que él había esperado, su vida en cautiverio fue ciertamente una gran fuente de estrés. El estado deteriorado de sus plumas era prueba de ello.

«Doctor? Que cree que…?»

Preguntó Sapphe.

«Lo tengo!»

Exclamó.

«Su oviducto está bloqueado. Esta impactado»

Ante las palabras desconocidas, Skadi silenciosamente inclino su cabeza hacia un lado. Glenn se dio cuenta que su gesto de confusión se debía más que todo a que era la primera vez que veía algo parecido.

«Un oviducto impactado es una condición que se pueden encontrar en pequeñas aves y serpientes»

Él explicó.

«Sucede cuando el estrés u otro tipo de dificultades evitan que sus huevos salgas de forma natural, causando que se acumule dentro de su cuerpo. Naturalmente, la condición también puede verse en lamias, arpías y cualquier otro monstruo de una especie que pueda poner huevos»

Los dragones eran ovíparos también, pero tal vez debido a que eran criaturas poderosas, Glenn imaginó que ellos no tendrían que lidiar con oviductos impactados o cosas por el estilo.

«Hay un número de síntomas»

El continuó.

«Desde la inflamación causada por el oviducto bloqueado, hasta el intenso dolor. En los peores casos, el oviducto podría romperse o el huevo podría estallar dentro, causando la muerte. Es un desorden bastante peligroso»

Naturalmente, durante la vida normal de una arpía, ellas nunca tendrían que experimentar ese nivel de estrés. Glenn estaba seguro de que la condición de la chica fue el resultado de la presión psicológica acumulada en su cuerpo, debido a estar encarcelada. Considerando la intensidad de su dolor, era claro para Glenn la necesitad de forzar que el huevo saliera inmediatamente. Era imposible que Glenn pudiera llevar a la paciente a la clínica en su estado actual. Además, estaban en lo profundo de los Canales, incluso Kunai había dicho que no había forma para poder regresar.

«Empezaré el tratamiento aquí»

Dijo Glenn.

«Doctor?»

«Sapphe, vigila el área con la señorita Skadi»

Sin pensarlo dos veces, Glenn removió las prendas de la arpía. El la escondió bajo la manta tanto como podía, tratando de no ver su cuerpo desnudo, aun así, removió todo lo que vestía sin dudar, incluyendo su ropa interior. Como la paciente no podía moverse por su cuenta, Glenn tuvo que desvestirla.

«Voy a masajear tu estómago»

Le dijo él.

«Todo estará bien. Tu cuerpo será capaz de poner un huevo apropiadamente. Mantente calmada»

Glenn extendió las piernas de la arpía y la hizo ponerse en una posición adecuada para colocar huevos, entonces se sentó detrás de ella.

Con el área entre sus piernas oculta a la vista de sus alrededores por la manta, Glenn lentamente tocó su estómago.

«Inhala… Si, justo así. Ahora exhala lentamente. Eso es, relájate»

«Doctor»

Había un poco de tensión en la voz de Sapphe.

Afuera de la habitación, Glenn podía escuchar la voz de hombres furiosos y el sonido de diferentes pisadas.

«Doctor, afuera… Los bandidos»

Glenn estaba demasiado concentrado como para escuchar las advertencias de Sapphe.

Frotando el estómago de la arpía y tomándola cuidadosamente, ya se había sumergido en sus pensamientos averiguando como salvar la vida de la joven chica.

* * *

Algunas enfermedades eran incurables.

No importa lo bueno que fuera un doctor, las enfermedades incurables que absolutamente no podían ser tratadas existían. Uno de esos casos era la muerte.

Tratar una enfermedad mortal no estaba entre los poderes de un doctor, aunque habían leyendas de doctores que trascendían la muerte misma y provocaban al dios del inframundo.

Sapphe estaba sufriendo de una enfermedad incurable.

No le había dicho nada a Glenn. Era imposible para el e incluso para su maestra, Cthulhy, tratar su condición.

Por lo tanto, no había necesidad de que ella dijera algo al respecto.

«Hyah!»

Ella blandía su orgullosa cola contra los bandidos.

Era un combate confuso. El asalto frontal por la Guardia de la ciudad había empujado a los bandidos hacia el pánico. Estaban planeando escapar por los Canales, pero los botes en la entrada trasera habían sido libreados por Kunai. Sin saber esto, sin embargo, los bandidos habían irrumpido en la habitación de las arpías para tratar de llevárselas con ellos mientras escapaban.

Como la fuente de sus preciosos ingresos, las arpías eran importantes para ellos. Habían llegado para llevárselas de cualquier forma que pudiesen.

«Hmph!»

Sapphe balanceó su robusta cola y apuntaba a los bandidos que entraban en la habitación.

De una forma similar, Skadi se aventaba hacia uno de ellos y lo mandaba a volar. Los estrellaba contra la pared con una fuerza que sería imposible de imaginar que proviniera de un cuerpo tan pequeño. Sapphe suponía que era lo menos que debía esperarse de alguien de la raza dragón.

A medida que Sapphe repelía a los bandidos, daba miradas hacia Glenn. El había abierto las piernas de la arpía y estaba desesperadamente tratando de forzarla a poner el huevo que estaba atrapado en su interior. Estaba masajeando su estómago y aplicando aceite en su entrepierna como lubricante para ayudarla a descargar aquello que la tenía en esa delicada situación.

El ni siquiera estaba al tanto de que los bandidos estaban entrando a la habitación. Completa y sencillamente enfocado en el tratamiento, no prestaba atención a su alrededor.

Por supuesto, esto significaba que él estaba completamente indefenso. Sapphe estaba segura de que, si ella y Skadi no estuviesen ahí, el habría sido rápidamente apuñalado por una de las espadas cortas de los bandidos.

Dr. Glenn…

Sapphe esquivó ligeramente el ataque de uno de los delincuentes.

Los movimientos de los traficantes eran hábiles. Seguramente porque sabían que su oponente era una lamia, se rehusó a bajar su guardia. Lanzó otro ataque con su espada. Sapphe golpea la hoja con su mano y con la postura rota del bandido, ella lanzó un golpe con su palma hacia su estómago.

Mientras el colapsaba, incapaz de resistir, Sapphe lo estrangulo con su cola para dar el golpe final.

Ella se preguntaba que pensaría Glenn, si viera su serie de ataques continuos.

… Dr. Glenn!

Desde atrás, ella sintió un instinto asesino, dirigido hacia Glenn!

El bandido probablemente pensó que tomaría a Glenn por sorpresa, pero Sapphe se había dado cuenta de lo que pasaba. Ella lo inmovilizó por las muñecas con sus manos desnudas y envolvió su cola alrededor de su cintura. Lo levantó y girando su cola lo aventó hacia el suelo.

Sus movimientos claramente no eran los de un novato.

Ella podía darse cuenta que, a su lado, Skadi la estaba observando en sorpresa. Incluso a través del velo, la dragona probablemente había reconocido que los movimientos de Sapphe eran los de un guerrero, no solo eso, sino los de un luchador que se especializaba en batallas donde estaba en desventaja numérica.

Mientras peleaba, ella pensó en la razón por la que era capaz de contener a un grupo de bandidos.

La familia Neikes era conocida entre los monstruos por ser unos famosos farmaceutas. Las lamias estaban bien versadas en la preparación de drogas por generaciones. Pero, desde otra perspectiva, eso significaba que también eran expertos en hacer venenos.

Muchas personas consideran que los venenos y las medicinas son cosas completamente diferentes. Sin embargo, esencialmente tenían la misma estructura básica. Si solo se diera un paso erróneo en la preparación de una medicina, fácilmente podría transformarse en algo completamente toxico y dañino. Incluso los propios medicamentos podrían volverse peligrosos si las dosis fueran muy altas.

La mayoría de las hierbas medicinales usadas para anestesia estaban asociadas con un alto riesgo de dependencia y adicción. Una medicina podía convertirse en veneno simplemente cambiando el modo en que era usado. Al ser experto en medicina también significa que se es experto en venenos.

La familia Neikes recorría el territorio de los monstruos creando medicamentos y vendiéndolos, pero también aceptaban misiones para deshacerse de personas importantes como asesinos, usando sus venenos.

Vendedores de medicinas en la superficie. Asesinos detrás de escena. Así había sido el negocio de la familia Neikes por generaciones.

La habilidad única de las lamia para sentir el calor corporal de las personas en la oscuridad, su talento para el sigilo y cualidades versátiles de su forma de serpiente (las cuales incluso las hacia capaces de esperar tranquilamente en los tejados) eran todas características físicas distintivas que las hacían adecuadas para el trabajo de asesinos.

Con Saphentite aprendiendo de su madre el conocimiento especial de la familia Neikes, también se le fue enseñado como manejar venenos y técnicas de combate cuerpo a cuerpo usadas por ellos.

Cuando la guerra estaba en su punto más intenso, las lamias de la familia Neikes usarían su trabajo de venta ambulante de medicina como cubierta para recorrer los campos de batalla, secretamente asesinando personas esenciales al esfuerzo de la guerra humana. No importaba que tan grande fuera un ejército, la muerte de sus oficiales comandantes y famosos generales disminuirían enormemente su espíritu de lucha.

Saphentite prácticamente nunca había utilizado las técnicas de asesino que se le enseñaron. La guerra había llegado a su fin cuando ella seguía siendo una niña.

En solo una ocasión sus habilidades fueron necesarias, pero incluso entonces como última instancia no hizo uso de ellas.

En el pasado, cuando su familia intercambiaba rehenes con la familia Litbeit, ella había sido enviada como rehén solo de nombre. Aparentemente, el intercambio había sido parte de las negociaciones entre las familias Neikes y Litbeit para establecer una ruta de comercio.

Sin embargo, la realidad de la situación era diferente.

Si las negociaciones fallaban, el deber de Sapphe era el de asesinar a los humanos de la familia Litbeit, en orden de eliminar toda evidencia de cualquier negociación que haya tomado lugar. Al final, todo siguió de acuerdo a lo planeado y ella nunca tuvo que hacer uso de sus habilidades, pero…

Sapphe se preguntaba. Incluso si sus habilidades como asesina hubiesen sido necesarias, habría sido realmente capaz de acabar con la familia Litbeit? Al sufrir de su enfermedad incurable, habría sido capaz de hacer eso?

Uno de los bandidos se precipitó hacia Sapphe, con una espada corta en mano.

«Muy lento!»

Dijo ella.

Bloqueó su ataque, usando su propia cola como escudo. Las orgullosas escamas blancas de su cola podían detener golpes como esos. La hoja logró cortar un poco entre ellas, dándole a Sapphe un ligero dolor, pero al nivel del que se recibe al tener una astilla clavada bajo las uñas.

Sapphe no se preocupó demasiado y por el contrario ejecutó un contrataque al bandido con su cola. El retrocedió ya que su espada había sido arrebatada.

El bandido fue fácilmente noqueado con un golpe a la cabeza.

«Fue ese… el último de ellos?!»

Ella preguntó en voz alta.

No

Pensó ella.

Todavía no se acaba

Los delincuentes llegaban uno detrás de otro. Sapphe no sabía exactamente cuántas personas estaban en el escondite, pero ella y Skadi habían lidiado al menos con una decena de ellos, aun así, seguían pasando a través de la puerta.

Sin embargo, en ese momento, Sapphe sintió que su visión se sacudía violentamente.

«Eh?!… Huh?!»

Estaba segura de que no había sido golpeada.

Aun así, su fuerza desaparecía de su cuerpo. Ella intentaba decir algo, pero su lengua estaba entumecida y no se movía.

Miró hacia abajo a la herida de la espada en su cola. La hoja estaba cubierta con algo, un hecho del que no se había dado cuenta hasta ahora.

Mierda…! Está cubierta en veneno!

Para su batalla en el estrecho escondite, los bandidos habían llenado sus armas con veneno.

Era una suposición que debía haber llegado a ella naturalmente. Con su conciencia lentamente desapareciendo, desesperadamente trataba de estirar sus brazos. Glenn estaba lejos de su alcance, completamente enfocado en el tratamiento de la chica arpía.

Glenn Libeit.

Incluso desde que ella fue enviada a su familia como una rehén, Glenn y Sapphe habían estado unidos por el destino.

Doctor… Corra!

Glenn estaba desesperado en salvar a la arpía. No importaba cuantos bandidos llegaran a la habitación, él no les prestaría atención. Sapphe intentaba alzar su voz para llamarlo, pero su larga lengua no se movería ni un centímetro. Ella no podía advertirle.

Sapphe se pregunta si el veneno estaba invadiendo su cerebro.

Incluso en momentos como este, ella pensaba que Glenn lucia genial, completamente concentrado en el tratamiento con esa seria expresión en su rostro. A medida que los colores desaparecían de su mente, la forma de Glenn quedó fijada en sus retinas justo en el momento en que perdió el conocimiento.

Habían dos enfermedades que incluso un doctor no podía curar.

La primera era una enfermedad mortal. La otra era una fiebre generada por amor.

De todos los habilidosos doctores que existían a través del mundo, no había ni un solo registro de que alguien haya tratado el «enamoramiento». Sapphe sabía muy bien que la intensa fiebre que Glenn le había dado era una enfermedad que ni siquiera el sería capaz de tratar.

Pero todo estaba bien. Ella no deseaba ser curada.

Agradecimientos a mis patrones:
Steigende sonne
Goldy David

Traducido por: NonVoice

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