Red Ogre Belgriff – Capitulo 34

-La noche transcurrió pacíficamente-

La noche transcurrió pacíficamente, pero Marguerite y Graham aún no han regresado. Belgriff camina de un lado a otro, un pozo de preocupación comienza a acumularse en él. La distorsión del bosque había desaparecido? O tal vez… el Rey Demonio era más poderoso de lo que habían anticipado?

«Pero estamos hablando de Lord Graham… Marguerite es igual de impresionante»

Duncan se da vuelta para mirar a su amigo. “El Rey Demonio no será fácil, Bel. Creo que deberíamos ir a ayudarlos.

Belgriff hace una pausa. Incluso si los dos se unieran a la lucha contra el Rey Demonio, el viejo aventurero duda de que serían de alguna ayuda. Pero si Graham o Marguerite están heridas…

«Bien. Pero enfrentar al Rey Demonio de frente es un suicidio. Simplemente iremos y analizaremos la situación, e intentaremos respaldarlos si podemos”

En el fondo, Belgriff rezó para que los dos guerreros se perdieran en el laberinto del bosque. Eso significaría que nadie estaba en peligro inminente.

“Bien dicho, Bel! Mi cuerpo está temblando de manera anticipada!”

El cielo nublado se cierne amenazadoramente sobre ellos cuando llegaron al borde del bosque.

Cuando se adentran, los alrededores difieren inmediatamente de la norma. Todo a su alrededor se ha vuelto blanco cenizo, los árboles y el suelo del bosque fueron alisados. La oscuridad que se extendía aún más en el bosque era desagradable y aterradora.

Aunque Belgriff se ha aventurado en este bosque innumerables veces en los últimos 20 años, el paisaje era diferente. Saca una brújula de su bolsillo, pero la aguja gira violentamente. El viento, que debería estar soplando en las colinas en esta época del año, sopla al azar, haciendo casi imposible saber en qué dirección están mirando.

Los dos aventureros pronto llegan a un lugar familiar. Lo reconocieron de inmediato, el cadáver fresco de una bestia mágica que habían matado todavía estaba allí.

«Este bosque se ha convertido realmente en un laberinto»

Dice Belgriff, frotándose la nuca nerviosamente.

«Tienes alguna idea de a dónde debemos ir, Bel?» 

Duncan pregunta mientras pasa su hacha de batalla de una mano a la otra.

Belgriff patea el suelo con su pierna protésica y luego mira hacia arriba. El cielo es de color gris rancio, es difícil distinguir de dónde proviene la escasa luz solar.

“Esto es más complicado de lo que imaginaba. Este ya no es el bosque que conocía…”

«Hmmm… Qué hacer ahora?»

Duncan tira su hacha al suelo y se apoya en ella. Belgriff mira a su alrededor antes de alejarse con una expresión determinada. Duncan agarra su hacha a toda prisa y comienza a seguirlo.

«Lograste encontrar el camino?»

«No. Sólo una corazonada»

«Una corazonada?»

Al ver la expresión incómoda en la cara de Duncan, Belgriff no puede evitar reírse.

“No deberías tomar corazonadas a la ligera. Cuando tus planes o ideas no te ayudan, no queda nada más que confiar en tus instintos»

«Si tú lo dices, Bel…»

Duncan todavía no está completamente convencido, pero si algo aprendió al venir a Tornela, fue que Belgriff era muy confiable y lleno de sabiduría. Tiene mucha más experiencia con este lugar y como aventurero.

Después de caminar un rato, llegan a un lugar donde las raíces de los árboles se retuercen extrañamente sobre el suelo. Las ramas de los enormes árboles se entrelazan muy por encima de las cabezas de los aventureros como si emularan un techo de algún tipo. Al otro lado del suelo fangoso, una gruesa y húmeda capa de moho cubre todo.

«Todo es diferente…»

Belgriff observa cuidadosamente el terreno circundante, la dirección del viento, las huellas de las bestias mágicas y los posibles lugares de donde podrían venir los ataques. Belgriff está tratando de encontrar alguna pista, aunque sea leve, a pesar de que ahora se basa únicamente en sus instintos e intuición.

En ese momento, una fuerte ráfaga sopla a través de las copas de los árboles. Las ramas se balancean y producen un ligero sonido.

«Podría realmente ser tan simple?» 

Belgriff pregunta en voz alta. Él comienza a caminar rápidamente en una dirección.

«Q-qué quieres decir Bel? No entiendo lo que está pasando”

Duncan corre tras Belgriff. 

«Al menos dime qué está pasando»

“En esta época del año, los vientos soplan desde el sur. La parte más profunda del bosque también reside en el norte. Si seguimos la dirección del viento, nos guiará más adentro en este laberinto»

«P-Pero el viento sopla por todas partes!»

«En donde estamos si. Pero mira las copas de los árboles… el viento sopla en una dirección»

Duncan levanta la vista. Aunque es una abertura apenas perceptible, uno puede ver las ramas de los árboles balanceándose en la misma dirección.

«Increíble… Tus habilidades de observación son impreisonantes»

“Solo podía decirlo por la fuerza del viento. Tal vez fue el espíritu del bosque el que movió las hojas para ayudarnos…»

Belgriff dice en tono de broma con una sonrisa en sus labios.

La situación ahora es más simple ya que tienen un curso fijo. De vez en cuando, Belgriff se detiene y mira las copas de los árboles solo para confirmar la dirección del viento.

Sin embargo, si ir más lejos en el bosque fue una buena idea o no, aun no lo sabe. Peligrosas bestias mágicas acechan en las profundidades.

«Las bestias se están volviendo más fuertes»

Murmura Duncan casualmente mientras destruye una araña gigante con su hacha.

«Cierto. Pero estas bestias mágicas son a lo sumo Rango B… No creo que esos dos tengan un problema con enemigos como estos … «

Belgriff entrecierra los ojos y mira a su alrededor. El bosque se estaba volviendo notablemente más denso, ahora incluso las ramas de los arbustos se entrelazan con las de los árboles, formando algo muy similar a una pared. Esta área comenzaba a parecerse cada vez más a una mazmorra.

Belgriff levanta la vista otra vez para darse cuenta. Pero ahora las ramas están tan enredadas y tan juntas que es simplemente imposible ver el cielo.

«Bueno… creo que deberíamos estar listos para lo peor de ahora en adelante, Duncan»

«Hahaha! He estado listo desde el principio! Hagámoslo!»

Belgriff sonríe y luego mira hacia atrás por donde vinieron. A lo largo del camino, Belgriff ha marcado algunos árboles para que puedan volver sobre sus pasos, aunque no está seguro de si esto será de mucha ayuda para ellos.

Sin embargo, es demasiado tarde para comenzar a dudar ahora.

Belgriff respira hondo y mira hacia adelante. 

«Sí. Vamos»

* * *

Los árboles susurran, balanceándose como si tuvieran vida propia. Las ramas se entrelazan y fusionan, formando un techo de cúpula sobre el claro del bosque.

«Esto tiene que ser una broma…»

Marguerite rechina los dientes. Varias bestias mágicas yacían muertas alrededor de sus pies. Sus hermanos gruñeron desde el lado opuesto del claro, sus ojos hambrientos se centraron en ella.

Pero también hay un niño allí. Un niño que está sentado casualmente en una de las ramas, balanceando sus piernas de un lado a otro sin importarle nada. Sus largos cabellos se mecen con la brisa, sus exquisitos ojos negros miran con tristeza a Marguerite.

«No puedo subestimarte, verdad?» 

Murmura la elfa.

Marguerite levanta su espada delgada, su agarre se aprieta alrededor de su mango. En el momento en que se mueve, las bestias mágicas se abalanzan sobre ella.

La elfa frunce el ceño y ataca a las bestias mágicas, desdibujándose de su lugar. Como un baile mortal, ella rápidamente teje dentro y fuera del alcance de los ataques de las bestias. Sus golpes son suaves, pero extremadamente precisos y mortales.

Las bestias mágicas, aunque no son altamente amenazantes, tienen una gran ventaja numérica. La niña es talentosa, con un poder y una velocidad incomparables por sus compañeros.

Pero ella es solo una espadachín. Los duelos son su fuerte, enfrentar cara a cara a un poderoso enemigo. Su capacidad para derrotar a una horda de enemigos se limitaba a matarlos uno por uno. 

Marguerite sigue avanzando, como un torbellino, cada vez más rápida y sin perder el ritmo. La sangre salpica su espada y su ropa.

Sin embargo, no parece haber un final para sus enemigos.

El niño, todavía sentado en la rama y con una expresión triste, levanta el dedo y señala a Marguerite.

La elfa abre los ojos sorprendida y salta instintivamente. Desde el suelo, una sombra negra comienza a materializarse. Al principio, parece un humano, pero su forma comienza a cambiar a medida que se sacude.

De repente, un ojo horrible aparece en el frente de la sombra. Cuando Marguerite piensa que el ojo es lo suficientemente asqueroso, aparecen varios ojos más en el cuerpo de la sombra con sonidos nauseabundos e inmediatamente fijan su mirada en ella. La sombra parece estar feliz de verla.

Una sonrisa feroz aparece en el rostro de Marguerite y ella sostiene su espada aún más fuerte.

«Muy bien… Serás mi oponente!»

La criatura sombría se abalanza sobre Marguerite. La elfa ruge poderosamente y balancea su espada para atacar.

Desde atrás, Graham observa la pelea con los brazos cruzados. Fuera del claro, las ramas bloquean casi todos los caminos, como si fueran redes o rejillas.

La enorme espada de Graham todavía está en su espalda y no parece tener ninguna intención de ayudar a Marguerite. El viejo héroe observa con una mirada que expresa resignación y cierta decepción… y luego, deja escapar un suspiro.

«… Ya no lo sé»

Graham logró alcanzar a Marguerite poco después de que ella entrara al bosque. Ella normalmente puede moverse con bastante facilidad a través de cualquier bosque, pero gracias a la extraña energía y los cambios del lugar, Graham pudo alcanzar a la elfa.

En el camino, el intentó persuadirla para que volviera a casa, pero cuando vio que la princesa no le estaba prestando la más mínima atención, se dio por vencido. El viejo héroe cree que es mejor dejarla hacer lo que quiere por ahora. Permitirle experimentar las cosas sola y tal vez Marguerite aprenderá algo útil de esta batalla.

Pero hasta ahora, todo es igual. Marguerite todavía balancea su espada imprudentemente.

“Ella es ciertamente fuerte. Pero no creo que sea suficiente…

Graham mira al niño sentado en la rama. La mirada del chico parece nostálgica, triste incluso.

Hay algo bastante extraño en todo esto. El poder mágico que proviene del niño es casi idéntico al de un Rey Demonio. Pero también parece que su poder mágico aún no ha «madurado».

A pesar de eso, los árboles que rodean el claro y forman la cúpula están llenos de magia. Todas las bestias mágicas encontradas allí han sido atraídas por esta gran concentración de poder mágico.

Graham mantiene sus ojos en esa escena.

Imaginó al principio que el niño es el origen de ese extraño poder mágico. Sin embargo, el poder parece provenir del extraño claro.

Hasta donde el viejo héroe puede entender, el poder mágico está bajo el control de ese niño, pero el poder mágico no desaparecerá, incluso si lo exterminan. Además, si el niño muere, el poder mágico podría volverse loco.

Pero incluso Graham, un héroe legendario, no está completamente seguro de esto.

El niño puede controlar un poder mágico similar al de un Rey Demonio y cambiar su entorno sin ser corrompido por él.

«… Es como si el niño estuviera construyendo una casa»

Graham murmura.

Parece que Marguerite aún no se da cuenta de eso. Todavía piensa que el niño es un Rey Demonio y que todo se resolverá si lo subyuga.

Pero Graham fue bastante imprudente cuando era más joven. En ese momento, pensó que todos los obstáculos que enfrentaba podrían resolverse si los eliminaba con su espada. Los consejos y las palabras de los viejos y experimentados aventureros no fueron más que regaños inútiles para el joven Graham.

Cuando recuerda eso, se siente un poco avergonzado. Es casi imposible detener el avance de los jóvenes imprudentes.

En ese momento, siente una presencia detrás de él e inmediatamente se da vuelta.

«… Cómo?» 

Graham pregunta incrédulo.

Belgriff y Duncan están parados allí. Miran a Graham y al claro detrás de él con una expresión de sorpresa.

«Qué están haciendo ustedes dos aquí?»

“No volviste después del anochecer. Y estábamos un poco preocupados… «

Graham entrecierra los ojos ante las palabras de Duncan.

«…Veo. Así que ha pasado tanto tiempo»

«No se dieron cuenta? Debería ser fácil de notar, ya sabes, la puesta de sol y el amanecer y eso…»

“El tiempo parece pasar de manera diferente en este lugar. Aún está oscuro»

Duncan abre los ojos con sorpresa ante la explicación de Graham, pero Belgriff, que parece haberlo notado antes, asiente solemnemente.

“Pero, Lord Graham. Qué es este lugar…?»

“Es el centro del laberinto del bosque. Es pequeño, pero el vórtice del poder mágico está ahí»

«Marguerite!» 

Grita Duncan al ver a la chica elfa dentro del claro y luego se da vuelta para ver a Graham. 

«Tenemos que ayudarla!»

Pero Graham niega con la cabeza en silencio.

«Este es un buen momento para que aprenda. Si no quiere entender con palabras, tendrá que hacerlo a través de la experiencia»

«P-Pero su oponente es un Rey Demonio, verdad?! Si algo le pasara a ella…”

“No te preocupes, Duncan. Hasta donde puedo ver, ese ser no tiene el poder de matar a Marguerite”

«Oh, Está bien»

Duncan agarra las ramas frente a él con fuerza y ​​observa la batalla con cuidado.

Belgriff también mira la pelea con una expresión complicada. 

«… Ese niño es un Rey Demonio?»

«No lo sé. Pero su poder mágico es muy similar»

«Hmmm»

Belgriff está confundido, ya que su intuición le dice que este niño no es malo.

A diferencia de las bestias mágicas, el niño no exuda ninguna sed de sangre u hostilidad. El viejo aventurero siente que, si tuviera que luchar contra ese niño, no podría lastimarlo.

Sin embargo, Marguerite parece no darse cuenta de esto. A pesar de todo, ella continúa luchando como si ese niño fuera un enemigo que debe destruir a toda costa. Graham parece un poco decepcionado por eso, pero tampoco quiere interferir.

Belgriff comprende perfectamente los sentimientos de Graham, ya que él también ha criado a una niña que declarará la guerra a cualquier bestia mágica que encuentre. El viejo aventurero también entiende que a veces se necesita experiencia para promover el crecimiento.

Sin embargo, también hay algo desconcertante en esa pelea, lo que hace que Belgriff se sienta un poco incómodo.

Mientras los tres observan desde la distancia, Marguerite acaba con la criatura sombría y se lanza sobre el niño.

El niño sacude suavemente su dedo y una nueva sombra comienza a formarse rápidamente. Entonces, la nueva criatura se para frente a Marguerite.

«Estás en mi camino!»

Balancea su espada bruscamente, la sombra se corta por la mitad y desaparece en el suelo, vuelve a saltar y se dirige al niño.

«Vete al infierno!»

Marguerite tuerce un poco su cuerpo y acerca su espada hacia ella, luego la elfa empuja su espada hacia adelante aprovechando el impulso.

El niño mira a Marguerite sin moverse de su lugar y murmura.

«Solita… rio…»

Cuando la espada está a punto de tocar al niño, Marguerite se detiene en seco. La elfa se da vuelta y se da cuenta de que una de las sombras ahora tiene tentáculos y se aferran fuertemente a sus piernas. Sin darle tiempo a responder, la criatura levanta a Marguerite y la golpea en el suelo.

«Kah!» 

La cara de Marguerite se retuerce de dolor y el aire sale de sus pulmones.

Había pasado tanto tiempo desde que había sentido tanto dolor que su mente se quedó en blanco por unos momentos. Pero no puede darse el lujo de bajar la guardia. Si pierde aquí, eso significa que su tío tenía razón. Y eso simplemente no puede suceder.

«Fuu… No te metas conmigo!»

Marguerite abre los ojos de repente y mata a la criatura que se acerca. Ella sacude el agarre del tentáculo y ágilmente logra saltar de nuevo.

Al ver lo que hace Marguerite, la mirada del niño se vuelve aún más triste.

«Da miedo…»

El niño sacude su dedo nuevamente y, desde detrás de él, las sombras de repente se extienden y disparan directamente al estómago de Marguerite.

La elfa, cuya reacción se retrasa por el dolor que siente y la repentina oleada de sangre en su cabeza, es golpeada directamente y arrojada hacia atrás.

La chica se tambalea y asume una posición defensiva. Poco a poco el sabor de la sangre se apodera de su boca. Las bestias mágicas que acechan cerca no desperdician esta oportunidad y se abalanzan sobre ella.

Marguerite intenta luchar, pero su cuerpo no se mueve como debería.

«Gu… Maldición …!»

Marguerite levanta su espada temblorosa y en ese momento, una mano agarra suavemente su hombro. La elfa está bastante sorprendida y rápidamente levanta la vista. Belgriff está de pie junto a ella y tiene una expresión severa.

«Anciano? Qué estás…?»

“Guardemos la charla para más tarde. Lord Graham!”

Belgriff empuja suavemente a Marguerite hacia atrás. Graham la rodea con un brazo y la lleva a un lugar seguro.

Belgriff saca rápidamente su espada y acaba con la bestia mágica más cercana. Duncan también empuña su hacha y ataca a las bestias mágicas que se acercan.

Al ver a los viejos guerreros entrar en batalla, Marguerite intenta unirse a ellos. 

«No, aún no! Puedo seguir luchando!”

«Marguerite»

La elfa se estremece ante la severidad de esa voz.

«Tío abuelo»

«Tienes que aprender cuándo ceder»

«…Maldición»

Marguerite dice en un susurro.

Después de derrotar a las bestias mágicas, Belgriff camina hacia el árbol y levanta la vista para ver al niño directamente. El niño tiene la misma mirada triste que le dio a Marguerite antes.

Belgriff relaja sus músculos y envaina su espada. Por primera vez, el niño abre ampliamente los ojos. Luego, el viejo aventurero se da vuelta y camina hacia Graham.

«Volvamos. Intentar hacer cualquier otra cosa será inútil”

«Descubriste algo?»

“Eso es solo un niño. Tiene miedo y por eso se defendió. Eso es lo que pienso»

«Hmmm… Es así?»

En ese momento, Graham abraza a Marguerite con fuerza.

«Vámonos»

«Duncan! Hora de irse!»

«Como ordenes! Me ocuparé de la parte trasera!”

Con Duncan en la retaguardia, los cuatro salen del claro y se van. El niño mira esto con una expresión de sorpresa.

Las bestias mágicas que estaban alrededor del claro comienzan a dispersarse y el viento nuevamente sopla a través de los árboles.

El niño mira a su alrededor y luego susurra. 

«…Solitario»

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