-La sirena de los canales–
Saphentite Neikes era una lamia albina y había muchas cosas con las que debía tener cuidado en su vida diaria.
Por ejemplo, el contacto directo con la luz solar podría afectarla y dañar sus ojos, los albinos tienen que evitar el sol tanto como sea posible. Sapphe se protegía aplicando protector solar regularmente sin falta y vestía ropa elástica que protegía su piel.
Cuando era el momento de salir, siempre tomaba el velo que guardaba en su sombrero de enfermera y lo usaba para proteger su rostro y sus ojos. De esta forma, Sapphe nunca fallaba en lidiar con los efectos de su albinismo.
«Que hacían antes los albinos de antaño?»
Glenn le preguntó a Sapphe un día.
«Después de todo, el albinismo aparece de vez en cuando, ¿cierto?»
Una góndola simple, dirigida por un gondolero, continuaba por las vías de un canal en Lindworm.
A bordo estaban Sapphe y Glenn.
Sapphe había cubierto su cabeza con el velo que usaba para salir. El velo especial de tela negra protegía su rostro del sol incluso en los canales sin techo.
«Si, lo hacen»
Dijo Sapphe.
«He escuchado que las lamias nacidas albinas a menudo evitaban el sol en conjunto y eran activas de noche»
«Aunque, Tu…no puedes hacer exactamente eso?»
«Así es. Pero siempre está preocupándose por mí, así que no hay problema»
Sapphe dijo eso con una sonrisa. Su constitución débil era una cosa del pasado. Ahora ella pasa sus días de buena salud como farmaceuta en la Clinica Litbeit.
Su buena salud, sin embargo, es a causa de la medicina que tenía. El ungüento de protector solar era particularmente valioso. Estaba hecho de cera y una variedad de hierbas, en adición a agua purificada.
Aparte de otros ingredientes, el agua purificada era una de las cosas que Glenn no podía conseguir por su cuenta. En Lindworm, obtenerla requería un viaje a los Canales Merrow en el distrito noroeste de la ciudad.
«No podríamos ser capaces de hacer funcionar nuestra clínica si no fuera por el agua purificada que las sirenas preparan para nosotros»
Dijo Sapphe.
«Necesitamos asegurarnos de mostrar nuestro agradecimiento»
«Tiene razón… Venir a los Canales es la única manera que tenemos de conseguirla»
Dijo Glenn con un suspiro.
La Clinica Litbeit manejaba un numero de diferentes medicinas además del ungüento de Sapphe. Aunque ella mayormente estaba a cargo de fabricar la medicina, ambos trabajaban para obtener los ingredientes necesarios.
Ese día, salieron de compras para la clínica y habían ido a los Canales Merrow para conseguir varios bienes valiosos que solo podían obtener ahí.
La góndola se movía de un lado para otro a medida que seguía bajo la guía del remo del gondolero, situado en la parte trasera del bote. Mientras que las góndolas estaban bien equipadas, sin la buena técnica del gondolero, Glenn y Sapphe habrían chocado rápidamente el bote en uno de los lados del estrecho canal.
Glenn había venido varias veces, pero siempre se encontraba admirando la exquisita técnica del gondolero.
«Me pregunto…»
Reflexionó Sapphe.
«Cuando fue la última vez que fui capaz de tener un día afuera como este con usted, Doctor? Estoy contenta de haber tenido esta oportunidad»
«Hemos estado un poco ocupados últimamente, cierto…?»
Incluso si su especialidad era la medicina general, había un limitado número de doctores en la ciudad que pudieran tratar monstruos. Como uno de esos pocos doctores, Glenn podía argumentar fácilmente que cerrando la clínica y pasar el día comprando era un uso extravagante de su tiempo.
Cierto, ellos han salido por negocios, pero a pesar de eso, siempre había una parte de Glenn que no podía estar tranquilo mientras estuviera fuera de la clínica.
Los canales eran una de las atracciones turísticas de Lindworm, gracias a su singular escenario y paisaje urbano.
Además de las necesidades como agua purificada, había una variedad de recuerdos y regalos que se vendían ahí también, un gran número de turistas de todo el continente se congregaban en ese lugar en orden para asegurar esos objetos.
La cristalería de Merrow, en particular, se vendía a alto precio dada su transparencia y sombras únicas de color.
Ir a tal lugar significaba que su viaje de compras también servía como un día de relajación para ambos. Para Glenn, sin embargo, parecía que la actitud jovial de Sapphe no era solo porque era una situación poco común, dada su constitución de albina se hacen pocos viajes como este y poco frecuentes entre sí… o simplemente estaba feliz por salir un rato.
El canal se volvió aún más estrecho, el agua se volvía más transparente.
Los Canales Merrow han sido completados bajo la dirección de la representante del consejo de la ciudad de Lindworm «La Draconesa», Skadi Dragenfelt, junto con la ayuda de una gran cantidad de ingresos por los impuestos.
Al llegar a un canal donde lucia apenas lo suficientemente grande para una góndola, el gondolero gentilmente detuvo el bote. Sin atarlo a uno de los lados del canal, saltó hacia afuera a una de las orillas.
Una góndola sin gondolero!
Se quitó su sombrero y educadamente bajó su cabeza hacia Glenn.
«Habrá otro encargado para reemplazarme a partir de aquí, Doctor»
«Ok, gracias por su gran trabajo»
«Por favor disfrute lo que los Canales Merrow tienen para ofrecer»
El humano gondolero dijo en respuesta, haciendo una reverencia nuevamente. Para el resto del camino, un remo humano no sería suficiente. Para continuar, un tipo diferente de asistencia era necesario.
La góndola empezó a moverse hacia adelante, moviéndose sin remo ni gondolero. Sapphe miraba indiferentemente el escenario del canal a medida que la góndola se movía rápidamente hacia adelante. Un control con remos no podía manejar estas velocidades.
Glenn entendió lo que sucedía. Bajo los arcos de la góndola usados para avanzar, debajo de las decoraciones en frente del bote habían largas manijas bajo el agua las cuales se extendía hacia el frente. El nuevo gondolero que había tomado lugar se agarró de ahí y empezó a halar como si se tratara de un rickshaw.
Si alguien viera en el agua clara del canal, un numero diferente de cosas podían ser vistas bajo la superficie.
Habían sirenas, selkies, escilas y el tipo de monstruo que tiene un cuerpo adaptado para la vida bajo el agua, todos nadando a través del vasto distrito submarino que se extendía por debajo.
El bullicio de las diferentes capas del paisaje no llegaba a los oídos de Glenn debido del muro de agua que los separaba, pero las ligeras figuras nadando le hacían sentir lo lleno de vida que estaban los Canales.
La góndola bajaba la velocidad levemente y un rostro salió del agua con un gran chapoteo.
Era el gondolero quien había venido en remplazo. Naturalmente, su habilidad de estar bajo el agua por largos periodos de tiempo significaba que no había forma de que fuera humano.
«Bienvenido a los Canales Merrow!»
El nuevo gondolero los saludo alegremente. Él era un joven hombre cuyo cuerpo inferior era parecido al de un pez, en otras palabras, era un tritón.
Señaló un signo arqueado bajo el agua. Escrito en literatura de monstruo habían palabras recibiendo visitantes. En la superficie del agua, antes y después del arco sumergido, habían humanos paseando en góndolas, muchas de ellas empujadas por los merfolk.
Desde aquí en adelante ellos entrarían a los verdaderos Canales Merrow, o al menos, rozando su superficie.
Construido bajo el agua había un distrito donde los monstruos acuáticos hicieron su hogar.
* * *
Cada año, una gran cantidad de nieve cae en los picos de las Montañas Vivre.
La gruesa capa de nieve en las escarpadas montañas se derretía con la llegada de la primavera y formaban el Gran Rio Vivre que se extendía todo el camino hacia el océano.
El rio que fluía a través de Lindworm, se decía que era uno de los más limpios del continente y se volvió las aguas recreacionales elegidas por muchos monstruos acuáticos.
Llevar el rio hacia Lindworm fue uno de los trabajos de Skadi Dragenfelt, la mujer de influencia a cargo de la construcción de la ciudad independiente de Lindworm, donde monstruos y humanos convivían.
Reutilizado un viejo barrio abandonado, todos los edificios se hicieron a prueba de agua. Después de seguir el proyecto a gran escala de un ingeniero civil, el cual había redirigido el flujo del rio hacia esa parte de la ciudad. Todo el distrito noroeste de la ciudad había sido sumergido bajo el agua, así fue como la ciudad submarina fue creada.
Había sido un extremo proyecto de construcción que usó casi todo el presupuesto de Lindworm. Sin embargo, tuvo un efecto que valió la pena. El distrito submarino filtraba el agua que era drenada hacia la ciudad, convirtiendo Lindworm en una innovadora metrópolis, completa con equipos para sanidad y drenaje.
Con el rio claro como el cristal fluyendo hacia la ciudad, el drenaje fue arreglado para pasar a través de una ruta completamente separada de las zonas inhabitadas de la ciudad y era soltada fuera de ella.
Así, para los habitantes, los Canales Merrow se volvieron un distrito extremadamente habitable, digno de ser lo mejor de lo mejor.
«Todo porque un lugar para Monstruos acuáticos era necesario»
Dijo Glenn sin poder evitar dar una risa seca.
Un flujo de agua pura y limpia, lo último en facilidades de sanidad, en orden de hacer esas dos corrientes de agua una realidad, un control preciso del flujo del Canal Vivre era necesario.
Últimamente, justo como reflexionaba Glenn, la compleja construcción de los canales fue todo por la importancia que tenía hacer la ciudad habitable para monstruos acuáticos.
Sin embargo, mientras que el ambiente era el óptimo para esos que vivían en un mundo submarino, no lo era tanto para los humanos y otros monstruos que no podían sumergirse profundamente en el agua. Esos seres encontraban difícil pasar a través de un bote, ya que el proyecto había transformado el área en un laberinto flotante.
Fue por todo esto que Sapphe y Glenn habían cambiado de gondoleros en el medio de su viaje.
Al menos que fuera un habitante de la ciudad submarina, navegar los extraños y complejos canales era imposible. Manejar una góndola con un remo en canales estrechos habría significado inmediatamente chocar con muchas otras góndolas cercanas.
Por supuesto, habían también canales más grandes donde muchos botes pequeños navegaban de un lado para otro, pero para llegar a esas zonas, primero había que pasar por los caminos angostos, muchos de los cuales eran limitados para una sola dirección.
Era imposible para turistas llegar a su destino sin un guía. Por estas razones, tritones y sirenas actuaban como gondoleros, volviéndose uno con el bote y empujándolo hacia adelante.
La góndola de Glenn y Sapphe dejó los estrechos canales, llegando a uno de los caminos más grandes. Ahí, un numero de pequeñas naves estaban alineadas en uno de los lados del canal.
El tráfico de góndolas era mucho mayor que el número que se veía en el tramo que atravesaron hasta hace un momento.
«Oh dios!»
Exclamó Sapphe.
«Dr. Glenn, mire ahí, observe toda la cristalería de Merrow! Deberíamos comprar algunas copas para cuando hagamos bebidas»
«Vamos, Sapphe. No olvides porque estamos aquí»
«Queeeee? Pero…»
Glenn no pudo contener su sonrisa. Hoy, ellos salieron solo a comprar productos necesarios para la clínica. Aun así, los ojos de Sapphe brillaban por toda la mercancía que se mostraba en los botes.
Toda la pequeña artesanía estaba en puestos callejeros. Usando la punta de su bote como un contador, los tritones y sirenas encargados de las tiendas alagaban y entretenían a los clientes con brillantes sonrisas.
Los merfolk, justo como su nombre lo indica, eran monstruos con una parte inferior parecida a la de un pez. Con eso dicho, su apariencia era un poco diversa, como patrones de escamas, coloración y forma de las aletas variaban enormemente de individuo en individuo.
Muchos de ellos eran muy hermosos, con sus aletas y escamas de múltiples colores.
Entre todo, la hilera de merfolk a través de los Canales Merrow era deslumbrantemente grandiosa.
Los encargados de tienda eran ingeniosos a la hora de negociar y encantar a los turistas que iban de paso. Siendo turistas también, Glenn y Sapphe fueron cautivados por lo brillante de los bienes de la cristalería de Merrow. Si un vendedor puede hacerlos empezar a hablar sobre recuerdos, entonces sin ninguna duda los convencería.
Un canal lleno de pequeñas góndolas moviéndose por todos lados, haladas por monstruos acuáticos; orgullosos vendedores mostrando su mercancía y productos; turistas emocionados mirando su inventario, todo esto constituía el escenario diario de los Canales Merrow.
Era uno de los lugares más famosos de Lindworm para visitar, un lugar donde monstruos de tierra, agua y humanos estaban en un mismo lugar.
«Oh, esa botella de perfume de ahí…»
Dijo Sapphe. Su mirada nerviosa había sido atrapada por los puestos de ventas.
Su gondolero salió y observó a Glenn.
«Quisiera detenerse por ahí, Doctor?»
Preguntó el, esperando asegurarse que el comentario de ella no pasara desapercibido.
Después de todo, los gondoleros también eran residentes del lugar y eran, más precisamente, viejos conocidos de todos los comerciantes. Si un gondolero guiaba a sus pasajeros a un puesto familiar, ellos podrían recibir una moneda de cobre del encargado.
Este tipo de arreglos era un negocio bien conocido en los destinos turísticos y no era para nada un acontecimiento extraño.
Sin embargo…
«Sapphe»
Glenn habló.
«Las compras para la clínica son primero. Para el séptimo canal, por favor»
«Queeeee?»
Ignorando sus quejas de consternación, Glenn le dio direcciones al gondolero. El bronceado tritón aceptó las indicaciones de Glenn con una gran sonrisa.
Diferente al gondolero, Sapphe parecía estar mucho más decepcionada por la pérdida de esa venta.
Ella no dijo ninguna palabra y a su vez miró hacia la parte de atrás del bote, deprimida. No solo eso, pero su larga cola se arrastraba hacia la parte trasera como si se negara a separarse de ese perfume.
Glenn pensó, si ella fuera por su cuenta, ella se habría enrollado alrededor del puesto de venta y no lo soltaría.
La cristalería empezaba con vajillas y copas, además de grandes y pequeñas botellas para diferentes usos. También vendían figuras de vidrio con forma de animal en una gran y diversa selección. Los brillos multicolor de los cristales realmente daban el sentimiento de que eran productos dirigidos hacia las mujeres.
Aunque Glenn le había dicho a Sapphe que solo estaban visitando por trabajo, eso no era realmente cierto. Él pensó que su viaje podría servir como un tiempo de relajación para ambos.
«Nos detendremos en el camino de regreso, Sapphe. Ok?»
«…Esa es una promesa, Doctor»
Dijo Sapphe con una mala cara.
Glenn solo podía dar una sonrisa irónica en respuesta, sabiendo que su expresión era exactamente el por qué no podía ignorar su anhelo por la botella del perfume.
* * *
En el séptimo canal había un puesto que era muy familiar para Glenn, era una tienda en el área que podía referirse como el callejón oscuro, llevada por Selkies mujeres.
Los Selkies son un tipo de monstruo que visten piel de foca en sus cabezas y lucen exactamente como una foca en sí misma. La dueña del puesto no era excepción; ella vestía la piel en su cabeza.
Así mismo, Glenn nunca había visto su cara natural. Sin embargo, las selkies eran una especie muy hermosa y bien parecida, como tal la encargada del local lo era sin ninguna duda.
Ella nunca dice demasiado cuando Glenn llega a comprar agua purificada.
El agua nunca sería necesaria a menos que fuera un doctor como Glenn. Si el no necesitara dicho producto para cirugías o para hacer medicinas, podría llevarlo bien solo con el agua del pozo o del rio en su lugar.
Con todo eso en mente, parecía que vender agua purificada era probablemente algo parecido a un hobby para la dueña de la tienda.
Glenn a menudo se preguntaba si ella obtenía ganancias por ello.
Como es usual, la encargada hablaba muy poco mientras se hacia la transacción, entonces cuando todo había terminado, despidió su góndola.
En la parte trasera del bote había ahora una gran cantidad de agua purificada embotellada, además de alcohol para esterilización y vinagre.
Todo era puro y de alta calidad. Llevado como si fueran un gran número de botellas, el bote estaba indudablemente pesado, aun así, el gondolero lo halaba sin ningún problema.
Estaba obviamente bien entrenado, pero su habilidad para dirigir el bote sin luchar contra la corriente fue una asombrosa hazaña.
Con los suministros asegurados, sus comprar habían finalizado. La cantidad de agua purificada que había comprado era más que suficiente para también ser utilizado en la fabricación del ungüento de Sapphe.
El objetivo del viaje se había completado, la asistente lamia miraba a Glenn de manera significativa. El gondolero que nadaba frente a ellos también lanzaba una mirada de color marrón oscuro hacia ellos repetidamente.
«… Nos gustaría comprar algunos recuerdos. ¿Puede que tenga alguna recomendación de donde podríamos ir?»
Glenn le preguntó al gondolero, quien le había dicho que no se preocupara y empezó a ir hacia adelante.
Sapphe sonrió brillantemente. Todo lo siguiente fue firmemente bajo su reino de control.
Ella mantenía los ojos abiertos buscando algo específico y examinaba cuidadosamente todos los puestos de ventas uno por uno.
En un mercado normal, se podría simplemente comprar a gusto y terminar con ello. Sin embargo, aunque era suave, había una corriente fluyendo por los Canales Merrow. A menos que la góndola este en un circuito o en una ruta fija, podía moverse solo en una dirección, por esa razón, muchos de los canales que habían por todo el lugar eran de una sola vía.
Apropiadamente, la corriente del gran canal era muy fuerte y era difícil ir en su contra.
Con todo eso, encontrarse con un producto deseado era una oportunidad única en la vida. Mientras que era posible detener el bote en uno de los puestos, es extremadamente difícil regresar una vez que este haya sido dejado atrás.
Por esta razón, muchos compradores se sienten obligados a comprar algo que les guste tan pronto como lo encuentran. Era otra estrategia de negocios practicada particularmente en los Canales Merrow y que controlaba los corazones de los turistas que iban a visitar.
Al final, Sapphe encontró lo que estaba buscando.
«Tomaré este, por favor»
Dijo ella y compró la botella de perfume hecha de cristal rojo. A pesar de todo el escándalo que había armado, era una pequeña, sofisticada, aunque barata botella… pero todo eso es justo como Sapphe.
Ella lucia muy complacida ya que fue capaz de obtener lo que quería.
Con sus compras completadas, Glenn dirigió la góndola rio abajo. Habiendo asegurado tantos bienes, significaba literalmente, que tenían mucho que cargar sobre sus hombros… así mismo, necesitaban detener la góndola en algún lugar y contratar a alguien de la Compañía de Transporte Scythia para llevarlos a la clínica.
Dejaron el canal principal y fueron a otro que era relativamente más calmado, el número de góndolas que llevaban turistas era escaso. Los puestos de ventas estaban igualmente reducidos, solo unos pocos aquí y allá.
«No se ven muchas personas, ¿huh?»
Murmuró Glenn, mientras que el gondolero salía con un chapoteo.
«Si, Así es»
Dijo el tritón.
«Hay un show en la noche. Aun es mediodía, así que nadie está regresando todavía»
«Un… show?»
Dijo Glenn.
«Precisamente»
El gondolero explicó que los habitantes de los Canales Merrow han estado alumbrándolo con lámparas de vidrio cuando se hace tarde, iluminan todo el canal principal. Tocan música y bailan mientras lo hacen, saltando directo al agua.
«Es un nuevo espectáculo de entretenimiento»
Dijo el tritón.
«Pero es realmente un gran éxito. Quisieran ambos verlo también?»
Junto a Glenn, los ojos de Sapphe brillaban con deseo, el mismo no estaba desinteresado en la actuación de las sirenas. Sin embargo, quería evitar salirse del camino tanto como fuese posible, mas aun con todas las cosas que tenían como equipaje.
«La próxima vez, Sapphe… Ok?»
«O-ok…»
Dijo ella, abatida, aunque todavía parecía renuente a dejarlo pasar.
Glenn agradeció que los canales no estaban muy poblados en ese momento y decidió que debían empezar inmediatamente su camino de regreso.
Al final, un puente arqueado de piedra llegó a la vista.
Juzgando por sus grabados, era un poco viejo, lo cual le daba cierto significado, los canales tenían un numero de edificios sobre el agua, todo vestigio del pasado del lugar como un barrio bajo.
Cualquiera que sea el caso, para un pueblo donde la mayoría de los residentes podían nadar, un puente de piedra era completamente inútil ya que los edificios sobre el agua son ruinas inhabitadas. Deja constancia de que la planificación urbana no se ha completado del todo.
Debajo del puente había una simple góndola pequeña. La capa impermeable con la que se había cubierto se estaba pelando en una sección. Dentro había alguien.
«Oh!»
El tritón bronceado exclamó. Ella lucia como una mujer joven.
La chica de aspecto inocente sonrió al ver la cara de Glenn.
«Hola!»
Dijo ella.
«Ustedes de ahí, esperen un momento!»
«Um… te refieres a nosotros?»
Dijo Glenn.
«Así es, la bella pareja de ahí! Esperen un momento, aguanten! Por favor vengan a ver mi puesto!»
Parecía algún tipo de invitación hacia su lugar de ventas… pero su bote parecía estar vacío de productos.
«Oh dios, decir que somos una pareja de esa forma… me haces sonrojar!»
Dijo Sapphe.
«Luce como una linda y joven lamia! Y una amorosa mujer también! Verdaderamente un ejemplo del viejo adagio de una buena esposa y una madre sabia»
«Dr. Glenn, detengamos. Esta chica sirena es muy dulce»
Glenn pensó que había malentendido el significado de «una buena esposa y una madre sabia», pero sabía que a Sapphe no le importaba después de recibir tales cumplidos.
Más allá de eso, sabía que sería imposible tratar y evitar detenerse donde la cantante, considerando como ella se dejó llevar completamente por las palabras de la sirena.
El gondolero con mucho tacto haló la góndola hacia uno de los lados del canal y encontró un lugar razonable para amarrar el bote. Ya asegurado, no necesitaban preocuparse por ser arrastrados por la corriente.
«Bienvenidos a mi tienda! Soy Lulala Heine! Gracias por venir»
Ella habló con una voz difícil de alcanzar, pero aun así suave y refrescante. Su animada forma de hablar tenía una sensación amigable. Parecía tener alrededor de 14 o 15 años de edad. Tenía cabello corto añadido a su jovial expresión.
La forma en que dos de sus dientes afilados salían de ambos lados de su boca cuando sonreía era un poco encantadora.
Su piel bronceada era seguramente el resultado de su tiempo invertido en los bancos de los canales. El patrón de su cola de pez era hermoso, con líneas blancas mezcladas con tonos de oro y blanco. El sol de mediodía que brillaba en los canales la hacían resplandecer.
En las prendas de su pecho y cintura, Glenn podía ver decoraciones de vidrio y conchas de mar.
Era joven, pero estaba vestida como si fuera una bailarina. Las mangas de su traje eran anchas, justo como las ropas de una artista… o así pensó Glenn, pero, de hecho, eran las aletas en sus brazos. Eran casi transparentes y pálidas, parecían mangas decorativas.
«Y qué tipo de tienda es esta?, me pregunto»
Sapphe tenía una gran sonrisa en su rostro mientras hablaba. Parecía estar extremadamente complacida con el hecho de ser llamada «una buena esposa y una sabia madre», aunque Glenn pensó para sí mismo que ella no era ninguna de las dos.
«Aquí es donde promociono mi canto»
Dijo la sirena.
«Una canción son 3 monedas de cobre! Qué les parece?»
Parecía que la chica sirena era de hecho algún tipo de artista.
En el canal principal habían muchas personas promoviendo sus productos, desde trovadores flotantes hasta acróbatas callejeros. No era del todo raro que algunos promocionaran su canto, pero Glenn no tenía memoria de que haya escuchado alguna vez a una persona de los merfolk ofrecer sus canciones.
Habían muchas subespecies dentro de los merfolk: merrows, selkies, sirenas, entre otros.
Sin embargo, siempre se ha dicho que sus canciones tientan a los navegantes y hunden sus barcos. Por supuesto no era más que una leyenda, su canto no estaba lleno con ningún tipo de magia extraña.
Francamente, fue que los marineros tenían que lidiar con cansancio extremo en sus largos viajes a través de los océanos. En esas situaciones, cualquier hombre estaría cautivado al escuchar el canto de una sirena, se pensaba que, en esos casos, los timoneles harían mal su trabajo en dirigir el braco exponiéndolos al peligro.
En otras palabras, aunque las sirenas hayan tenido un primer, pero indirecto impacto en la causa del hundimiento de un bote, eso no significaba que su canto tuviera malas intenciones.
Para la pequeña cantante, Lulala, su objetivo no era verdaderamente volcar botes. Era conseguir dinero de turistas.
«Que les parece? ¡Mi canto es un tanto popular en los canales laterales!»
Dijo ella, con toda confianza.
A pesar de sus palabras, juzgando por la pintura pelada en uno de los lados de su bote, lucia como si no estaba haciendo mucho dinero.
Las decoraciones que vestía se sentían como si fuese todo lo que podía hacer para verse bien. No ser capaz de incluso gastar en las herramientas de su oficio era seguramente una señal de que tan atada de manos estaba con respecto al dinero.
Una actriz tan pobre ciertamente sugería algo respecto a sus habilidades como cantante. Sin embargo, la atención de Glenn fue capturada por algo más.
La ropa de Lulula estaba hecha con trozos triangulares de tela que cubrían su pecho y estaban atados con una cuerda. El traje era lo común para alguien de su especie, lo que se encontraba por debajo: justo donde las costillas de un humano deberían estar, habían 3 rendijas de forma creciente, sus agallas.
No importaba la subespecie marina, todos podían respirar de dos formas… con sus pulmones y con sus agallas.
Al momento, Lulala está fuera del agua, así que sus branquias estaban cerradas. Bajo el agua, sin embargo, era una historia diferente. Sumergidos, los merfolk respiran al tomar agua a través de su boca y expulsándola por sus agallas.
En el exterior, ellos no usan sus agallas, así que usualmente estarían fuertemente cerradas, pero con una pequeña inspección, las de Lulala…
No están completamente cerradas…?
Por sus agujeros el dio una mirada a su interior… al interior de las agallas. Como doctor, Glenn podía decir desde sus entrañas que algo andaba mal.
«Dr. Glenn»
Mientras estaba inmerso en sus pensamientos, Sapphe había acercado su rostro a su oreja, reaccionó con una rápida y fría sensación. Fue la lengua de Sapphe.
Capaz de estirarse más allá que la de un humano, su lengua de serpiente lamió la oreja de Glenn demostrando su enojo.
«Pero en qué demonios estarías pensando para ver fijamente por tanto tiempo a una tierna sirena de esa forma?»
«N-no es lo que piensas!»
Dijo él.
«Eso no es lo que hacía!»
«La señorita Lulala realmente tiene una buena salud y piel bronceada, cierto? Esos son sus gustos?»
«No he dicho nada como eso, o sí?!»
En efecto, si Sapphe tuviera algún tipo de bronceado, su vida estaría en peligro. No habían recorrido todo el camino hasta los Canales Merrow y conseguir agua purificada con el objetivo de proteger su piel? Glenn se preguntaba eso, exactamente, Sapphe pensó en todo el esfuerzo que habían puesto en ese día y en lo que se supone que seria.
Por un momento, Glenn puso su intuición de doctor a un lado.
Lulala seguía sonriendo, pero era claro que estaba confundida por el hecho de que Glenn y Sapphe no habían pagado ningún dinero y tampoco habían seguido su camino. Ella estaba seguramente preguntándose si ellos eran clientes… y si debería seguir promocionando su actuación o no.
Parecía estar en problemas para llegar a una decisión. O eso pensaba Glenn.
Lulala golpeó sus palmas.
«Oh, es cierto, ustedes saben? El otro nombre de este puente es el «Puente del amor». En el medio del agua, una cierta sirena y un cierto humano se enamoraron!»
Ella explicó. Sonriendo brillantemente.
«Pero los humanos y monstruos eran enemigos. Ambos decidieron fugarse, así que el hombre cargó a la sirena en sus brazos y la llevo a este puente para escapar del pueblo. Entonces, después de escapar de la ciudad, los dos cometieron suicidio! Es por eso que este puente trae bendiciones al amor de tu vida!»
El hecho de que ella ofreciera una historia que no tenía forma de ser probada y usara palabras como «bendiciones al amor de tu vida», daba la distintiva impresión de que era un cuento inventado para turistas, pero absorta… escuchando con atención y con ojos resplandecientes estaba la farmaceuta de la Clínica Litbeit.
Glenn sentía justamente que no había bendiciones de amor encontradas en un final tan trágico. Además, le pareció que… considerando la manera en que dijo todo eso con una sonrisa, había una multitud de problemas con la forma en que Lulala trataba de engañar a sus clientes.
«Un escape de amantes con su amada en sus brazos… Es tan romancito, cierto Doctor?»
Dijo Sapphe, su cola se movía por todas partes mientras hablaba.
Daba la impresión de que estaba algo celosa.
A Glenn no le molestaba particularmente que ella pidiera tal romanticismo, pero cargar una sirena en los brazos ya sería algo difícil para un ser humano, la idea de cargar a un ser con un cuerpo tan largo como el de una lamia era un poco increíble.
Bueno, de todos modos, habría sido una tarea difícil para los brazos delgados de Glenn.
«Así es como es!»
Dijo Lulala.
«Si escuchan mi canción de amor en este puente, seguramente encontraran éxito en su vida amorosa. Como pareja, tienen una gran cantidad de años por delante! Qué les parece una canción? Qué dicen?»
De alguna manera, la animada sirena parecía interpretar el silencio de Glenn como inseguridad de querer escucharla cantar.
Ella continuó con su promoción, mientras Sapphe, que ya estaba en las garras de la sirena, hacía eco en un murmuro que sonaba como «Éxito en el amor…»
Glenn suspiró. Era solo un poco más tarde del mediodía. Seguramente no tendrían ningún problema en escuchar una o dos canciones de Lulala. El detuvo a Sapphe cuando iba a pagar, ya había sacado 3 monedas de cobre de un bolsillo que estaba en su pecho.
«Esta va por mi parte»
Dijo él. Glenn no era tan incompetente como para hacer que una mujer pagara por una canción de amor.
«Oh, Doctor…»
Dijo Sapphe.
«Muy bien entonces»
Dijo Glenn.
«Nos gustaría escuchar 2 canciones»
«Excelente, gracias!»
Dijo la sirena.
«Oh, pero dos canciones, ¿dijo? Lo siento señor, la cantidad que me dio se queda un poco corta…»
Ella lucia acomplejada, aunque estaba sonriendo. La cantidad que Glenn le había dado era claramente para una sola canción. Glenn obviamente había hecho eso apropósito.
«No, por favor cante para nosotros por esta cantidad»
Dijo él.
«Está pidiendo una rebaja?»
Dijo Lulala, ofendida.
«Mi voz no es tan barata, sabe?!»
Glenn miró una vez más el área alrededor de su pecho y dijo.
«Pagaré por el resto de una manera diferente»
Justo como había pensado, las agallas debajo de su pecho estaban abiertas de forma poco natural. Él era un doctor, el simplemente no podía permitirse ignorar una potencial enfermedad.
«La cantidad faltante la pagaré con mi consulta»
El aclaró
«Consulta?»
Lulala inclinó su pequeña cabeza.
Ella parecía pensar que no eran más que una pareja de turistas. En la clínica, ellos eran inmediatamente reconocidos, con su bata blanca y Sapphe con su uniforme de enfermera. Sin embargo, las ropas que usa para viajar afuera de la oficina eran ordinarias… el no lucia para nada como un profesional de la salud.
Para aclarar, Sapphe le dio a Lulala una corta explicación de su campo de trabajo.
Ya sea porque no lucían como doctores o porque ella nunca había visto a uno antes, los ojos de Lulala estaban llenos de curiosidad y sorpresa luego de escuchar la explicación.
* * *
Lulala cantó una canción de monstruos antigua fuertemente.
Era un idioma de antaño que ya no era tan hablado en la era moderna. Glenn pensó que el lenguaje en sí mismo probablemente solo sobrevivió en las canciones de los merfolk.
De acuerdo a algunas teorías, la pronunciación del peculiar lenguaje, el cual requiere de mucha vibración, ha causado su desuso antes de que pudiera expandirse.
Glenn, sin embargo, no tenía manera de saber si eso era cierto o no.
La lengua sobrevivió casi exclusivamente en documentos escritos; solo unos pocos son capaces de pronunciarlo adecuadamente.
Cualquiera que sea la razón, sea porque Lulala cantaba en ese raro idioma, o por alguna otra cosa, Glenn no podía evitar sentir algo místico en su tono.
Lo que Glenn sabia con seguridad es que el canto de Lulala era relajante y hermoso.
Se decía que sus canciones seducían y confundían los corazones de los hombres. Sin embargo, el cantar de Lulala parecía aclarar la mente y los pensamientos, calmaba la fatiga mental y el estrés.
Glenn se sentía relajado a medida que escuchaba su canción; es como si hubiese captado un olor de una infusión de hierbas.
Con su mente ahora refrescada, prosiguió su línea de pensamiento anterior. Por qué estaba una sirena con tal habilidad y nivel artístico trabajando en uno de los canales laterales que toman las personas en su camino de regreso?
Ella debería haber tenido mucho trabajo del cual aprovecharse. Incluso imaginarla a ella haciendo su aparición en el show nocturno no parecía tan descabellado.
Si no había ninguna complicación con su voz, entonces cuál era el problema?, había alguna otra cosa que ella tuviese? Si es así, qué demonios podría ser?
«-Hnk?! Augh… Uckt!»
Las especulaciones de Glenn… y la sonora voz de Lulala, fueron interrumpidos por un sonido ronco, seco y pesado.
Presionando su pecho, Lulala trato de reprimir su toz.
«L-lo siento»
Dijo ella.
«Tuve un pequeño problema… Koff! Koff!»
El fuerte malestar continuaba, pero finalmente Lulala se las arregló para tomar aire profundamente. Parecía que se había calmado de alguna manera, pero algunas lágrimas se asomaban en la esquina de sus ojos.
Glenn estaba seguro de que su tos había sido considerablemente dolorosa para ella.
«Perdónenme, señor y madame! Como disculpa, les cantaré una más…»
«No, eso no será necesario»
«Qué?»
Lulala lucia como si pensara que había sido desechada.
Pero entonces Sapphe extendió sus manos hacia Lulala.
«Por favor, ven aquí»
«Huh? Um… Ok…»
Lulala se sumergió en el agua por un segundo, pero fue inmediatamente levanta por Sapphe. Sobre la góndola, estaban una lamia, una sirena y Glenn sentados en el mismo bote.
«Entonces, qué sucede?»
Preguntó Lulala.
«Te lo dije, cierto?»
Dijo Glenn.
«Voy a darte una consulta. En algún lugar con menos gente seria mejor, aunque… Gondolero, puede ir a un lugar donde otras personas no pasen y nos vean?»
El joven gondolero respondió con un «Aye!», luego de desatar el nudo, rápidamente empezó a halar de la góndola.
El bote continuó pasando el «Puente del Amor». La habilidad del gondolero de dirección a través de los intrincados canales que parecen un laberinto era realmente sorprendente. Desde que estaba en el agua y halando desde el frente, parecía como si no fuera a revisar a sus espaldas, sin embargo, con el bote y tritón como uno solo, continuó aguas abajo por el pasaje.
Al final, salieron a un grande y abierto canal, uno casi igual de espacioso que el canal principal. Parecía estar en los límites del lugar y estaba escaso de edificios altos. Incluso mirando al agua, habían pocos monstruos que podían verse nadando bajo la superficie.
«Este es el borde de los Canales»
Lulala explicó.
«Las corrientes son rápidas en esta área porque el Gran Rio fluye directamente hacia aquí»
Era cierto que eran aguas rápidas. El gondolero hacia todo lo posible para asegurarse de que la góndola no fuera arrastrada por ellas. Como lo pensó antes, Glenn se dio cuenta de que deberían estar cerca de los suburbios de los canales.
«Las góndolas realmente no vienen para este lugar»
Dijo Lulala.
«Aunque es un buen lugar para ver la puesta de sol, así que podrían haber unos pocos botes que vengan a verlo… oh, ven? Justo ahí!»
Su dedo bronceado apuntó a una simple góndola. Una joven madre y un pequeño niño estaban en ella. Los turistas probablemente han venido a ver la puesta de sol y estaban esperando a que oscureciera.
No habían otros botes alrededor.
«Dr. Glenn»
Dijo Sapphe.
A las urgencias de su asistente, Glenn asintió.
«Sí, es cierto»
Él se detuvo, y entonces dijo.
«Señorita Lulala Heine. Como le prometimos, por favor permítanos examinarla»
«Examinarme…? Pero no tengo dinero! Y estoy perfectamente sana!»
«No necesita preocuparse por el pago. Creo haber dicho que esto sería compensado por una segunda canción que solicité… No puedo escuchar la música de una cantante sin pagar, después de todo. Solo que no creo que este en buenas condiciones. Sin embargo, si no está enferma, entonces eso sería algo por lo cual alegrarse, ¿no es así? Dicho eso, ¿me dejaría examinarla?»
Había algo mal con Lulala, Glenn estaba seguro. Con su tos, Glenn no dudaba que Lulala estaba consciente de su situación.
«S-si no necesita dinero, entonces supongo…»
«Muchas gracias»
Dijo él.
La examinación tuvo que tomar lugar en el bote, pero Glenn sabía que su intuición de doctor era correcta, entonces la examinación no tardaría demasiado.
Sapphe siguió las intenciones de Glenn y se movió a las espaldas de Lulala. Era una estrecha e inestable góndola. Glenn se movía con cuidado y se arrodillo frente a la sirena.
«Ahora, Señorita Lulala… por favor abra su boca»
«Ahhh…»
Lulala hizo como se le dijo. Sus delgados labios y dientes puntiagudos eran ciertamente los de una joven chica. Considerando la tos que tenía, el sospechaba que había algo probablemente anormal con su garganta.
Si ellos hubiesen estado en la clínica, el podría haber usado su depresor de lengua para mantenerla abajo, pero sin uno a la mano, tendría que conformarse con simplemente mirar dentro de su boca.
Como Glenn pensaba, estaba inflamada y teñida de rojo. Él estaba sorprendido de que ella haya sido capaz de cantar… seguramente la inflamación era dolorosa. Para ella producir tan hermosa voz mientras soportaba ese dolor…
«Gracias»
Dijo Glenn.
«Ahora, lo siguiente es tu pecho»
«M-mi pecho?!»
Dijo Lulala.
«Por pecho, quiere decir…? N-no, imposible… eso es… muy embarazoso…»
«O-oh, uh, no…»
Lulala cruzo sus manos enfrente de su cuerpo, su cara se había tornado roja. La manera en que Glenn le hablaba a ella tenía parte de la culpa, pero aun así su respuesta se sentía un poco exagerada.
«Dr. Glenn»
Sapphe aclaró su garganta.
«La señorita Lulala es una mujer joven… por favor trate de ser más considerado»
«E-Es cierto, discúlpame…»
Incapaz de confrontar el razonamiento de Sapphe, Glenn bajo su cabeza, recordándose a si mismo que pedirle a una mujer joven que muestre sus atributos era algo que definitivamente cualquiera encontraría desagradable.
Glenn entonces reconsideró su posición actual.
No le estaba hablando a un monstruo que había ido a su clínica como paciente. Ella era simplemente alguien que Glenn no podía ignorar, en el medio de una examinación sobre la superficie de un canal. Todo era tratamiento médico, sí, pero eso no quería decir que la joven chica quisiera mostrar su cuerpo a algún hombre que apenas conocía.
«Por favor déjame escuchar tu respiración»
Preguntó de nuevo Glenn, reformulando su pregunta.
«R-respiración?»
«Tengo un estetoscopio. Justo aquí»
Glenn sacó un estetoscopio de su bolsa. Era la única cosa que siempre llevaba con él, como si fuera un instrumento indispensable para un doctor.
Dado el complejo trabajo interno detrás de la cubierta del estetoscopio, no podían ser producidos en masa. Lo que Glenn tenia era otro producto de alta calidad que los artesanos del Taller Kuklo le habían construido cuidadosamente.
Era una herramienta que usaba a menudo desde que la clínica se inauguró.
El sostenía la punta del estetoscopio sobre el pecho de Lulala, deslizándolo bajo su traje de baño. Desde que los tubos de caucho eran largos, el artefacto se veía voluminoso. A pesar de eso, el producto del Taller Kuklo era capaz de captar los sonidos de sus pulmones con una precisión inigualable.
Lulala estiró su espalda mientras escondía su aun en desarrollo pecho. Haciendo lo posible en evitar tocar sus áreas femeninas, Glenn le dio instrucciones.
«Por favor respira hondo»
«Uuuhhh… Haaaa…»
Él se concentró cuidadosamente en el sonido que viajaba a través del estetoscopio. No había ningún sonido característico del asma o de otra parecida condición. El cambió de lugar para verificar, pero no pudo encontrar anormalidades en sus pulmones.
«Uuuhhh…»
Si hubiese algo extraño, lo seguro es que sería en su otro órgano respiratorio.
Glenn removió el estetoscopio de su oreja y lo puso alrededor de su cuello.
«Ahora finalmente, por favor déjame ver tus agallas»
«Agallas? Por agallas, te refieres a estas?»
Lulala preguntó.
Las 3 aberturas de forma creciente bajo sus senos, las branquias de una sirena, se escuchaba como abrían y cerraban. Dentro de las gargantas de los merfolk había una válvula usada para cambiar entre órganos respiratorios. Mientras estaban bajo el agua, esta válvula prevenía que el agua entrara a sus pulmones.
Las criaturas marinas bebían agua por su boca y la desechaban por sus agallas; después de extraer el oxígeno, el líquido era descargado de su cuerpo. Este fenómeno fue descubierto en la primera investigación de estudio sobre los merfolk, los cuales habían sido conducidos por la maestra de Glenn, Cthulhy.
Gracias a sus branquias, ellos podían vivir bajo el agua. Inversamente, ellos tenían que usar sus pulmones para respirar aire cuando estuviesen en tierra. Como tal, los merfolk solo podían cantar sobre el agua.
Glenn asintió cuando Lulala señalo sus agallas.
«Si, esas»
Dijo él.
«Um, seguro, supongo»
Dijo la sirena.
Lulala levantó ambos brazos. Detrás de ella, Sapphe movió sus manos por debajo de sus axilas y restringió sus movimientos.
Glenn acerco su cara a sus 6 branquias, divididas en 3 por cada lado de su cuerpo. Lulala sonreía a la sensación de cosquillas, pero justo como ella había dicho, parecía que no se oponía a la idea de un hombre mirando sus agallas.
Glenn empezó a observar de cerca. Desde la pequeña abertura, el podía ver el mecanismo que obtenía el oxígeno del agua que estaban completamente adentro de sus branquias. Fuera del agua, las agallas debían estar cerradas, pero cuando se está bajo el agua, los pliegues se abren y la respiración ocurre mientras el agua sea bombeada continuamente.
En una de las branquias en cuestión, Glenn podía ver un enrojecimiento anormal. También parecían un poco hinchadas.
En efecto, la parte interna de sus agallas estaba solo un paso atrás de la inflamación total. No era tan severo como la hinchazón en su garganta, pero si fuera a ponerse peor, sería un tanto posible que eventualmente tuviera que lidiar con dolores y complicaciones al respirar.
«Está bien si las toco?»
Preguntó.
Lulala lucía un poco insegura, pero bajo su cabeza en afirmación.
«Esta… bien»
«Esto puede darle un poco de cosquillas, pero por favor trate de aguantarlo para mi»
«Ok»
Glenn sintió sus branquias.
Junto con lo pegajoso de la membrana mucosa especial, Glenn sentía un leve calor. Típicamente, la temperatura corporal de los merfolk era baja debido a su estilo de vida acuático. Se sienten fríos al tacto, tanto como el cuerpo de serpiente de Sapphe.
«Como se siente? ¿Duele?»
Preguntó Glenn.
«N-no duele, pero… está un poco… cálido»
«Lo siento, por favor trate de soportarlo un poco»
El dedo de un humano supuestamente debía sentirse cálidos para alguien de su tipo. Sin embargo, la palpitación era una parte necesaria de la examinación, así que Glenn abrió sus branquias y empezó a tocar gentilmente la parte interna de su órgano con movimientos de caricias.
Como era de esperar, se sentían hinchadas.
«Además… um, cuando toca ahí, siento comezón… algo así»
«Comezón?»
Si sentía comezón más que dolor, entonces era algo como una peligrosa infección bacteriana. Glenn sabía que, si él no la trataba inmediatamente, la infección podría esparcirse a otras personas. Sin embargo, él ya se había dado cuenta de que había otra posibilidad además de una infección.
«Disculpe por un momento, Señorita Lulala»
Dijo él y de repente introdujo sus dedos más adentro.
«Huh…? Hyaaa!»
Lulala levantó su voz en sorpresa. Sapphe lo miraba en reproche, pero era un paso necesario, el solo tenía que lidiar con su ira. Estaba seguro de que su sorpresa fue solo por como de forma inesperada había movido sus dedos más profundo entre sus agallas.
«L-lo siento. Solo quería chequear la parte más profunda de tus branquias»
«Hnh… está bien…»
El empezó a sentir el interior del órgano respiratorio. Las agallas, compuestas por un numero de pliegues y mucosa, eran un regalo de la evolución que los merfolk habían adquirido de sus largas vidas bajo el agua.
Eran capaces de realizar funciones complejas mucho más avanzadas que aquellos peces normales, de esa forma fueron capaces de vivir tanto como en agua dulce y salada.
«Voy a tocarlas lentamente, ¿ok?»
Dijo el
«Nh… Ok»
Glenn continúo tocando sus partes internas. La cantidad de mucosa en los pliegues parecía ser baja.
Típicamente, ellos estarían cubiertos en fluidos parecidos a una boca y nariz. Una disminución en las secreciones significaba que sus agallas no estaban protegidas para la vida fuera del agua. Consecuentemente, una inflamación ocurriría.

«Está bien… voy a empezar a moverme, ¿ok?»
Dijo él.
«O-ok… ah! Nh… oh…»
«Solo un poco más»
«E-entiendo»
Dijo Lulala.
«Me esforzaré… Ah! Hngh…!»
Cuando sintió la mucosa de Lulala, Glenn se preguntaba qué es lo que había sucedido primero. La inflamación de su garganta? O quizás la infección bacteriana causó la inflamación en ese lugar y se esparció todo el camino hasta sus agallas?
No, Glenn pensó.
Eso no puede ser.
Si ese fuera el caso, entonces la hinchazón también estuviese en sus pulmones, pero no había escuchado ninguna anormalidad cuando los examinaba con el estetoscopio.
La complicación en sus branquias tuvo que ser primero. Esa fue la resolución de Glenn. La hinchazón ahí fue la causa y se ha extendido hasta su garganta.
«Gracias»
Dijo Glenn.
«Ya terminé. Voy a sacar mis dedos»
«L-lentamente, ¿ok?»
Glenn asintió.
«Entendido»
Extrajo sus dedos, pegajosos por la mucosa de sus agallas.
Lulala dio un suspiro de alivio; tener los dedos de Glenn insertados tan profundamente debió ser algo difícil de soportar, después de todo.
Sapphe inmediatamente limpió los dedos de Glenn con un pañuelo cubierto en alcohol desinfectante. Ella lo hizo como precaución de una infección, aunque Glenn estaba bastante convencido de que no habían posibilidades de ello.
Sapphe se aseguró de limpiar sus dedos en una posición donde Lulala no fuera capaz de verlos. Precaución contra infecciones o no, Sapphe se encargó de no herir los sentimientos de Lulala al desinfectar los dedos de Glenn frente a ella.
Distinto a Glenn, Sapphe era una mujer atenta y considerada.
«Señorita Lulala, puedo hacerle una pregunta?»
Preguntó Glenn.
Lulala inclinó su cabeza un poco, pero rápidamente regresó a su sonrisa de negocios y respondió alegremente
«Seguro!»
«Cuanto tiempo al día pasa fuera del agua?»
«Qu-Qué…? Me pregunto… Bueno, estoy al borde de ese puente desde que sale el sol hasta que se oculta, todos los días cantando!»
«Huh…? Así que solo estas bajo el agua una cuarta parte del día…?»
«Si eso es lo que dice el reloj, entonces, supongo que sí?»
Tan poca cantidad de tiempo bajo el agua parecía absurda para Glenn. Después de todo, los merfolk viven sus vidas entre el mar y la tierra. Ellos salen a tomar baños de sol y a regular su temperatura corporal y vuelven al agua para comer, dormir y proteger su membrana mucosa.
Sin embargo, de acuerdo a lo que Lulala acababa de decir, pasa más allá de la mitad del día viviendo fuera del agua. No solo eso, si no que se sienta en un bote pequeño y trabaja sin descanso como cantante, sobre-usando sus pulmones y garganta en el proceso.
Era como si un humano se parara en medio del desierto y continuara cantando sin parar a hidratarse. Glenn ya no estaba sorprendido de que sus agallas estuvieran inflamadas de esa forma.
«P-por qué trabajas tanto?»
Preguntó el.
«Obviamente es porque soy pobre, no?»
La ilimitada brillante sonrisa de Lulala era encantadora, pero solo por un momento, una expresión seria cruzó por su cara mientras respondía. Golpeó a Glenn con el rostro más honesto de Lulala y se sintió abrumado por ella.
«Verá… mi padre me abandonó… y ahora solo tengo a mi madre!»
Lulala explicó.
«Encima de eso, tengo un montón de hermanos! Soy la mayor de 4 así que tengo que trabajar duro y ganar dinero! Hay muchas maneras de hacer dinero en los canales, así que si no puedo usar mi voz para ganar algo… nuestras vidas…»
Lulala se aferró al pecho de Glenn como si desesperadamente se sintiera atraída hacia él, pero mientras hablaba, ella parecía darse cuenta que todo lo que le estaba diciendo no cambiaría nada. Ella rápidamente se soltó de él y se enrolló en una bola, abatida.
Para mejor o peor, la joven mujer estaba llena de emociones queriendo expresarse. Era esto lo que debería ser para una chica de su edad?
«Oh… Um, lo siento. Yo…»
Lulala empezó a disculparse.
«No te preocupes»
Dijo Sapphe.
«El Dr. Glenn no está molesto»
«O-ok…»
Sapphe puso sus ambas manos en los hombros de Lulala. Habiendo recobrado sus sentidos, Lulala miró hacia abajo, deprimida.
Al final, Glenn entendió. El entusiasmo de Lulala por su trabajo venia de su empobrecida vida. Pero a este paso, si ella continúa pasando tiempo fuera del agua, la inflamación en sus agallas podría progresar y pronto se encontrará incapaz de respirar bajo el agua.
Él estaba en problemas al no saber cómo explicarle todo eso, pero ella habló antes de que el siquiera pudiera realizar un intento.
«Oh, pero… pero, sabe! Está bien!»
Considerando su constante alegría, no podía manejar silencios incomodos o conversaciones muertas de buena manera. Así, cuando todos estaban en silencio, tomó la iniciativa y empezó a hablar.
«Así que, están construyendo una fuente en la plaza central de Lindworm, sabían? Y he aceptado una invitación del consejo de la ciudad para cantar ahí! Seré capaz de ganar más dinero que en mi trabajo aquí en los canales. Una vez que las preparaciones de la fuente estén completadas, podré empezar a cantar ahí! Con ello, mis horas de trabajo disminuirán también!»
«… es así?»
Glenn reflexionó. Una recompensa acorde a tu voz… y parecía que el día en que eso sucedería no estaba muy lejos tampoco. En ese caso, lo que Glenn tenía que hacer no era un gran problema.
«Señorita Lulala, sus síntomas…»
Un agudo llanto interrumpió las palabras de Glenn.
«Q-Qué?»
No debería haber nadie más alrededor. Ellos específicamente habían ido a ese lugar para evitar los ojos de los demás.
No, espera.
Pensó Glenn.
Había alguien más.
Otra Góndola, separada de la suya.
«Doctor, el niño…»
Dijo Sapphe.
Glenn lo vio también. El niño que había venido con su madre había caído del bote hacia el canal. Los chapoteos de agua siendo pateados hacia arriba era evidencia de su lucha en la superficie del agua.
«Alguien! Ayuda!»
La madre gritaba frenéticamente.
La corriente de agua en el área era fuerte, así mismo era una zona que monstruos acuáticos rara vez frecuentaban. Glenn se preocupó acerca de lo que podría pasar a un niño humano si llegara a caer dentro de tal turbulenta zona.
«Gondolero, puede ayudarlo?!»
Gritó.
«Si voy, entonces su góndola seria arrastrada lejos!»
Parecía que el tritón estaba haciendo todo lo posible para mantener la góndola en posición. Glenn estaba seguro de que lo mismo aplicaría para el gondolero del bote de la madre.
Su gondolero era un tritón que estaba en buena condición, pero solo podía ver como el niño empezaba a ahogarse, incapaz de ayudarlo.
«Yo iré!»
«Lulala?!»
«Puedo nadar hacia el!»
Dijo la sirena.
«Lo agarraré y volveré enseguida!»
Glenn no tuvo tiempo de detenerla.
Antes de que pudiera decir algo, la cola de Lulala golpeó el piso de la góndola y salto en el aire como un delfín. Desde ahí, se zambulló ágilmente hacía el agua. Sus hermosos movimientos hacían admirar las características de los merfolk, pero…
«Gondolero! ¡Acérquenos a ese bote!»
Glenn gritó, pero el gondolero ya había empezado a moverse.
Mientras todo esto estaba ocurriendo, las salpicaduras de agua en el lugar donde se estaba ahogando el niño habían cesado. Parecía haber perdido las fuerzas para luchar. Sin resistirse, seguramente sería arrastrado por la corriente.
Era claro como el día lo que le pasaría a ese niño.
La góndola de Glenn se acercaba a la de la madre. Sapphe extendía su cuerpo.
«Voy a atraerla hacia nosotros, Doctor»
Usando su cuerpo de serpiente como soga, Sapphe forzosamente atrajo la otra góndola hacia la suya. La técnica requería mucha fuerza, pero era posible con el fuerte cuerpo de una lamia.
«Mi niño! Mi niño se cayó, y…»
«Está bien. Una sirena fue a salvarlo»
Dijo Glenn, desesperadamente tratando de calmar a la madre, quien parecía estar al borde de saltar por sí misma. Mientras tanto, Glenn empezó a considerar la situación. Cuánto tiempo ha pasado desde que el niño fue hacia el agua? Si no estaba luchando más, había una alta posibilidad de que fuera arrastrado por el agua, dejado de respirar y caído inconsciente.
Si ha dejado de respirar, entonces tratarlo sería una pelea contra el tiempo.
Finalmente…
«Doctor…»
«Si!»
El chico salió a la superficie, los brazos bronceados de Lulala estaban alrededor de su estómago. Sapphe una vez más extendió su cola de serpiente y la uso para agarrar al niño de las manos de la sirena.
Sapphe acostó al niño en el bote. Glenn rápidamente le quito la chaqueta y se arrodillo junto a él.
«Señorita cual es el nombre del niño?»
«Huh…? J-Johann…»
«Johann, puedes oírme?! Puedes escucharme?! Esta bien, estas a salvo ahora!»
Glenn llamaba al debilitado niño, pero no había respuesta. Glenn puso su cara cerca de su boca y observó su pecho. No había movimiento… el cuerpo había dejado de respirar. El no podía sentir ningún indicio de aire saliendo de la boca o nariz del chico.
«Esta inconsciente. Sin respiración. Sapphe!»
«No tiene pulso. Tiene un paro cardiaco»
Sapphe ya estaba en el cuello de Johann, tomando su pulso. Entonces, ella inclino su cabeza y limpio sus vías respiratorias.
«Voy a realizar RCP»
Encontrando el esternón del niño, Glenn puso ambas manos una sobre otra verticalmente. Entonces, presionó su cuerpo repetidamente.
Glenn era un doctor especializado en medicina de monstruos, pero aun así tenía conocimiento fundamental requerido para tratar humanos. Tenía que saber necesariamente como realizar primeros auxilios en una víctima de ahogamiento, justo igual que Sapphe.
No había pasado mucho tiempo desde que el niño fue hacia abajo. Glenn continuó repetidamente presionando su pecho. Después de una 30 veces, iba y realizaba respiración boca a boca, cuando…
«Glaugh!»
El niño escupió agua en una fuerte arcada.
Glenn fue rociado por ella, pero no le importó… lo que valía la pena es que el chico estaba respirando otra vez.
Parecía que la cantidad de agua que había ingerido no era demasiada. Rápidamente, Glenn giró la cabeza del niño en orden de asegurarse de que el agua que acababa de expulsar no le impidiera respirar.
«Ugh… Glaugh!»
«Oh, Johann!»
La madre puso en sus brazos a su ahora consciente hijo. El chico se sentó estupefacto, no estaba seguro de lo que había sucedido.
«El no pasó mucho tiempo inconsciente, así que no creo que haya algún efecto secundario del que preocuparse. Sin embargo, solo para asegurarse, creo que debería llevarlo a un buen doctor para que lo examine»
«Muchas gracias! Gracias!»
El tratamiento de Glenn fue verdaderamente primeros auxilios. Sin embargo, el mayor logro detrás del rescate del niño pertenecía a la sirena que se había sumergido a buscarlo. Fue completamente gracias a que Lulala saltó inmediatamente y trajo al niño de vuelta en tan poco tiempo.
«Sapphe, donde esta Lulala?»
«Acerca de eso, Doctor…»
Por un momento, Sapphe ha estado buscando alrededor de la góndola. Ahora, ella estaba tensa viendo a través de las olas, pero no podía ver nada.
«La señorita Lulala no está aquí abajo»
Dijo ella.
«Tch»
Su decisión y deber como un doctor de monstruos se había vuelto instantáneamente clara.
* * *
Ella no podía respirar.
Para los merfolk, el agua era un lugar sagrado. Envolvía toda la vida. El agua los rodeaba naturalmente; no podrían vivir sin ella, justo como los humanos no podrían vivir sin aire.
Sin embargo, en ese momento, las cosas fueron diferentes para Lulala Heine.
Esto no está… bien…
Pensó ella.
Una sirena que no podía respirar bajo el agua… era absurdo.
Pero en realidad, Lulala estaba sofocándose. Al momento en que sacó al niño a la superficie, ya había empezado a tener dificultades al respirar.
Había hecho todo lo que podía para salvar al niño, pero como resultado había sido arrastrada por la rápida corriente y ahora se encontraba en las profundidades del canal.
Con su conciencia desapareciendo, no podía siquiera luchar contra el agua.
Frenética, abría y cerraba su boca repetidamente, bebiendo agua. Para respirar con sus branquias, tomaba agua por su boca y extraían oxígeno al pasarla por sus agallas.
Justo como un pez cuando trataba de respirar fuera el agua, cuando la respiración se vuelve difícil para una sirena, ellas intentan beber tanta agua como sea posible.
Sin embargo, no importaba cuanto tomara, Lulala no podía recuperar su habilidad de respirar. Su conciencia desvaneciéndose empezó a mermar su capacidad para pensar. Mientras se desmayaba, pensó en un cuento sobre una sirena desapareciendo entre burbujas… el cuento del «Puente del Amor».
Esa historia, la cual Lulala le había contado a la pareja de doctores, se decía que realmente había sucedido hace mucho tiempo. Un par de amantes, una sirena y un humano, tratando de escapar de la guerra. Lamentándose que no había un lugar para vivir juntos en paz, sostuvieron sus manos y se hundieron en lo profundo del agua.
La respiración de los dos ahogados amantes se volvieron burbujas, al final esas burbujas los envolvieron y se reunieron nuevamente en el cielo.
Lulala se preguntaba si ella también se convertiría en burbujas cuando muriera.
Sin embargo, era incapaz de tan solo exhalar y no podía hacer nada más que desesperadamente beber agua.
Alguien!
Su voz se rehusaba a salir. Como un caleidoscopio, su vida estaba pasando frente a sus ojos.
Su padre y madre se habían casado y mudado, con una joven Lulala y el resto de sus hermanos hacia los Canales. La guerra había acabado y su padre estaba entusiasmado por el comienzo de sus nuevas vidas.
Pero, su tiempo en los Canales no fue del todo bien.
El padre de Lulala no era lo suficientemente flexible para adaptarse a la nueva ciudad en la que estaban. Los Canales eran nuevos, todos estaban desesperados para tratar de establecer una existencia estable en ese lugar.
Pero el padre de Lulala los abandonó. Fue una gran carga para su madre tener que cuidar a los niños que había dejado atrás y tener que ganar dinero suficiente para poder subsistir, entonces como la hija mayor, Lulala no tuvo otra opción, más que tomar la iniciativa y empezar a trabajar.
Ha habido momentos difíciles mientras ella trabajaba en los canales laterales. Habían algunos clientes que habrían intentado tener sexo con ella, confundiéndola con una prostituta o algo por el estilo, mientras que otros menospreciaban sus canciones y se rehusaban a pagar. La gentileza de sus vecinos era una pequeña consolación.
Pero la representante del Consejo de la Ciudad Skadi Dragenfelt había venido a reclutarla.
Ella habría sido capaz de cantar en la plaza de la ciudad!, era una oportunidad para finalmente tener dinero sin tener que sufrir las dificultades de su problemática vida.
Habría sido capaz de proveerle a su madre y hermanos buena comida para comer.
Habría sido capaz de arreglárselas sin tener que soportar el dolor de su garganta al tratar de cantar y forzándose a tener siempre una sonrisa.
Así no… no quiero morir de esta forma.
Lulala estiró su mano a través del agua.
La luz del atardecer llegaba desde la superficie del agua. Ese era el camino hacia arriba. Sin embargo, como sirena, el pensamiento de dirigirse hacia afuera no se le habría ocurrido. Era natural.
Si ella no podía respirar, solo necesitaba meterse al agua y respirar con sus agallas. Para las sirenas, estar fuera del agua era mucho más peligroso.
¡Alguien, sálveme!
Ella gritaba dentro del agua. Sin embargo, con su garganta llena de agua, su voz no podía salir. De esa forma, su voz no sería capaz de alcanzar a nadie.
Pero…
«Voy a salvarte»
Bajo el agua, Lulala no debería ser capaz de escuchar ninguna voz. Sin embargo, el doctor estaba de alguna manera llamándola. El hombre llamado Glenn definitivamente le había hablado… o al menos, ella pensó que fue así.
A medida que su consciencia desaparecía, Lulala estaba optimista de poder escuchar las palabras determinantes de Glenn una vez más.
* * *
Glenn sacó rápidamente una conclusión: Lulala se estaba ahogando.
Al darse cuenta de eso, se quitó su túnica y saltó hacia al agua. Habría quienes se burlarían del pensamiento de una sirena ahogándose. Sin embargo…
Había un antecedente…
Glenn se sumergió en las rápidas corrientes del canal. El resplandecer dorado del cuerpo de Lulala, el vidrio que brillaba al reflejar el sol incluso en el agua… ambos eran fáciles de localizar. Encontrarla era simple.
En lugar de nadar a contracorriente, Glenn se dejó llevar. Él pensaba que Lulala ya había perdido la consciencia y estaba siendo arrastrada sin moverse en absoluto. Por eso, si Glenn no ofrecía resistencia y era halado de forma similar a la de Lulala, sería capaz de dirigirse directo hacia ella.
De esa forma, se acercó a Lulala. La agarró entre sus brazos, pero ella no respondía.
Sus ojos apenas estaban abiertos; parecía que su consciencia había desaparecido. Ella estaba abriendo y cerrando su boca. Inconscientemente tratando de llevar agua hacia su cuerpo.
Una sirena puede ahogarse cuando está bajo el agua si accidentalmente empieza a respirar con sus pulmones.
Como se mencionó anteriormente, los merfolk pueden cambiar entre órganos respiratorios usando una válvula en sus gargantas… eso significa que pueden elegir entre tomar agua y tomar aire.
Sin embargo, si alguno de ellos sufría de algún desorden, podrían experimentar tal accidente bajo el agua, era posible que la válvula pudiera fallar al cambiar de lugar.
El caso de Lulala era exactamente ese.
Su garganta y branquias se habían inflamado por deshidratación. Entonces, en ese mismo estado, se sumergió energéticamente para salvar al niño. Ahora, Lulala estaba usando sus pulmones para llenarlos de agua.
Para hacerlo peor, cuando la respiración de una sirena se vuelve difícil, beben agua… una reacción común para respiración entre agallas; cualquier sirena podría hacerlo incluso sin pensarlo. Pero en el caso de que accidentalmente usara sus pulmones para respirar y estuvieran tragando agua, solo estarían agravando su situación.
Por esas razones Lulala se estaba ahogando y había empezado a perder los sentidos.
Glenn había leído información sobre monstruos acuáticos ahogados varias veces en la academia. Era precisamente porque los de su especie tienen tanto branquias como pulmones que podían terminar de esa forma.
Es… la única manera!
Era claro para Glenn lo que tenía que hacer. Sostuvo el cuerpo de Lulala, preparó su mente y tomó un poco de agua.
«Gaugh…uglh!»
Se atragantó, pero mantuvo el agua dentro de su boca.
Entonces presionó sus labios contra los de Lulala.
«Hnh?!»
Sus ojos se abrieron.
Bien.
Pensó Glenn, parecía que apenas estaba consciente. Presionó su lengua dentro de la boca de ella, entonces forzó el agua a través de su garganta.
Mientras hacía eso, el la abrazaba.
Apretó su espalda y la hizo arquearse hacia atrás. Continuaba llevando agua por su garganta con su cuerpo en esa posición, se conocía como respiración artificial submarina. Sin embargo, aunque era respiración artificial, no era un tratamiento realizado para el uso de pulmones.
Si sigo haciendo esto…
Glenn mantuvo su aliento y cuidadosamente observó la condición de Lulala.
Al arquear la espalda de un merfolk, se podía liberar el paso interno de su cuerpo, el cual conectaba la boca con sus branquias, parecido al esófago que actuaba como conductor de aire.
Forzando a la debilitada válvula a moverse de nuevo, se podía revitalizar las funciones de las agallas de una sirena.
Ese fue el objetivo de la respiración artificial de Glenn.
Por otro lado, no era un tratamiento que un humano debiera realizar. Después de todo, Glenn solo podía respirar por sus pulmones. Si él tomó agua mientras estaba sumergido y la introdujo dentro de la boca de Lulala, el mismo dejaría de respirar.
Era un procedimiento enfocado para ser aplicado de un merfolk a otro, pero al momento Glenn no tenía ninguna otra opción.
Dada la falta de oxígeno, el empezaba a sentirse mareado. Su visión se había vuelto gris y había un intenso pitido en sus orejas.
Entonces Glenn sintió agua pasando por los brazos que estaban alrededor del cuerpo de Lulala. Las branquias estaban abiertas, el agua estaba fluyendo a través de ella… Lulala había recuperado sus funciones respiratorias.
Gracias… a di…os…
Pero ese era el final. Con su consciencia al límite, Glenn no tenía fuerza para cargarla de regreso a la góndola. Aunque la respiración de Lulala había vuelto a la normalidad, ella no se había recuperado completamente.
Le tomaría algún tiempo salir de su desconcierto y ser capaz de nadar nuevamente.
¿Que… debería hacer…?
En la mente de Glenn… lo que consideraba su única característica de redención… no estaba funcionando. Él se preguntaba si había algo… lo que fuera, incluso un trozo de madera estaría bien… de lo que pudiera aferrarse y así flotar hacia la superficie.
Ahí! Un anzuelo… de pesca?
Inconscientemente, estiró su mano, hacia lo que parecía un anzuelo blanco. Estaba emitiendo una misteriosa luz, brillando débilmente a través del agua.
Deslizándose, el anzuelo con escamas se enrolló alrededor de Glenn y Lulala.
Fue entonces cuando Glenn finalmente se dio cuenta que no era un anzuelo en absoluto.
El mundo se puso de cabeza cuando la gigante cola de serpiente los sacó rápidamente del agua, lanzándolos hacia el brillante y vasto mundo.
«Glaugh!»
Escupiendo agua, Glenn fue capaz de respirar otra vez.
«Augh… Ug… Ugh…»
El tosió. A pesar de su dificultad, estaba bastante agradecido de poder respirar otra vez.
Sapphe lucia preocupada mientras sacaba a ambos del agua con su cola y los dejaba en la góndola.
«G-gracias, Sapphe, nos salvaste…»
Glenn jadeaba.
«Cargar a dos personas es incluso difícil para mí, sabe!»
Dijo Sapphe, ella también estaba respirando fuertemente, aunque lucia aliviada.
La cadena de ahogamientos, empezando por el pequeño niño, entonces Lulala y finalmente Glenn había sido rota por la confiable asistente del doctor.
«Honestamente, en que estaba pensando al lanzarse así sin decir nada?! Necesita ser más cuidadoso con sus acciones, Doct-«
«Guardemos los regaños… para después»
Dijo Glenn cansado y miro a Lulala.
Aunque podía respirar otra vez, estaba temblando, su cara estaba roja. Glenn pensó que quizás se había infectado con otra anormalidad, o quizás sufriendo un diferente tipo de problema, pero…
«Por cuánto tiempo van a seguir abrazándose?!»
Sapphe preguntó de forma imperativa.
A sus fuertes palabras, Glenn nuevamente se dio cuenta de que había cometido un error. La joven cantante sirena en los brazos de Glenn estaba temblando de vergüenza.
* * *
En la plaza central de Lindworm, a sus espaldas estaba construida una fuente extravagante, la voz de Lulala Heine reverberara fuerte y alegremente a través del lugar.
«~~~~~~♪»
Los ruidosos humanos y monstruos detenían lo que estaban haciendo y quedaban absortos por su canto. Perdidos en la multitud, Glenn y Sapphe también disfrutaban del espectáculo.
Habida pasado cerca de medio mes desde el rescate. La construcción de la fuente de la plaza había terminado. La nueva estructura completada fue especialmente hecha para traer agua directamente de los Canales Merrow.
La razón de eso era simple… así Lulala podía nadar hasta ahí directamente y colocarse en frente de la estructura.
Había un asiento de mármol especialmente construido para ella. El escenario estaba sumergido, hecho a comodidad para el cuerpo de una sirena. De tal forma, ella solo podía cantar en posición natural, con su cuerpo bajo el agua desde el pecho hacia abajo.
«~~~~~~♪»
La antigua canción finalizó. Tenía un misterioso aire en ella, aunque sonaba confortable y relajante como siempre. Lulala sonrió y saludo a los aplausos de la audiencia, poco a poco la alegre cantante.
Su sonrisa era brillante, un rostro radiante, sus dos pequeños dientes que se asomaban de cada lado de su boca.
Esa gran sonrisa realmente le queda.
Pensó Glenn.
«Gracias! ¡Gracias a todos!»
Gritó Lulala con emoción.
«Estaré cantando aquí otra vez al medio día, está bien? Espero que todos vengan y escuchen!»
Con sus actuaciones ahora ocurriendo regularmente en la plaza, ya no había que ir a los Canales para escuchar sus canciones. El público interesado en sus actuaciones era grandioso; un considerable número de personas venían a escucharla.
Los Canales Merrow eran una única atracción turística, el flujo de turistas que pagaban para visitarlo era fuerte. Sin embargo, al cantar en la plaza de Lindworm, Lulala era capaz de atraer la atención de una nueva gran audiencia a sus conciertos.
Sus actuaciones llegaron como petición del Consejo de la Ciudad de Lindworm; La representante Skadi la había invitado personalmente, en orden de hacer una nueva y remodelada fuente en el centro de la plaza.
De igual forma, Lulala no estaba realmente pidiendo dinero a la audiencia como cambio por su canto, en su lugar, ella recibía un salario mensual. Y como cantaba en la fuente de la ciudad en tiempos establecidos, su trabajo también incluía informar del tiempo a todos en Lindworm.
Ella no era un reloj de cuco que decía la hora, era una sirena que cantaba a la hora establecida.
Su vida parecía haber mejorado bastante; Glenn no podía ver ningún signo de preocupación en el rostro sonriente de Lulala.
«Señorita Lulala»
Sapphe la llamó con un saludo, luego de que las personas se habían dispersado un poco.
«Oh! Señorita Sapphe… y Dr. Glenn…»
«Hola, Lulala»
Dijo Glenn, levantando su mano para saludarla.
Al instante en que Lulala lo reconoció, sumergió su cuerpo hasta los hombros en el agua.
Las aletas de sus brazos se mojaron con el agua y se expandieron bajo la superficie como si fueran mangas de una camisa.
Incidentalmente, la razón por la cual Glenn no la llamaba «Señorita Lulala» fue porque ella le había dicho que no se sentía cómoda cuando él le hablaba de una manera tan formal. Sapphe, por otro lado, continuaba refiriéndose a ella de esa manera.
Glenn pensaba que era porque Sapphe siempre era educada sin importar con quien estuviese hablando.
«Después de todo lo que ha pasado, como se ha estado sintiendo, Señorita Lulala?»
«He estado bien!»
Dijo la sirena.
«Gracias a la medicina que me dieron, mi garganta se siente mucho mejor y mi canto ha estado perfecto! Definitivamente no me voy a ahogar nunca más! Yo, um… yo realmente les cause un montón de problemas a ambos…»
Lulala miraba de forma titubeante a Glenn, pero no trataba de hacer contacto visual con él. Solo hablaría directamente con Sapphe.
Bueno.
Pensó Glenn.
Supongo que es de esperarse después de todo lo que sucedió.
Aunque eran medidas drásticas, técnicamente Glenn había besado a Lulala bajo el agua, además de tenerla aferrada a su cuerpo. Pensándolo desde la perspectiva de Lulala, él no podía imaginársela queriendo hacer ese tipo de cosas con un hombre al que no le guardaba ningún tipo de sentimientos.
Especialmente como una sirena en la flor de su juventud.
«Te has estado aplicado el hidratante que te dimos?»
Preguntó.
«S-si»
Dijo Lulala.
«Um, lo aplico en mis branquias cuando salgo a tierra. Y tomo un caramelo medicado antes de cantar…»
«Perfecto. Entonces todo está bien, cierto?»
Habían salvado a Lulala de ahogarse bajo el agua, pero eso no significaba que el trabajo de Glenn había terminado. Aún quedaban tratamientos vitales que ella necesitaba para que sus agallas y garganta sanaran completamente.
En efecto, luego de que Glenn salvara a Lulala, había regresado a la clínica a fabricar la medicina. Con la ayuda de Sapphe, habían realizado un hidratante para proteger sus branquias de la deshidratación.
Entonces, para eliminar la inflamación en su garganta, hicieron caramelos de un extracto de hierbas y se lo entregaron también.
Hoy, su propósito en detenerse por la fuente de la plaza era el de observar cuanto había progresado, y aun así…
Lulala no miraría ni una sola vez a Glenn directo a los ojos. No solo que no pondría sus ojos en su dirección, si no que se sumergiría más aun dentro del agua y soplaría burbujas hacia él. Sus mejillas estaban completamente rojas, lo suficiente como para notarse a través de su dorada y bronceada piel.
«Ella está molesta porque atacó a una joven mujer»
Declaró Sapphe directamente.
Al recordarse de la respiración artificial que le había realizado a Lulala, Glenn no podía negar lo que Sapphe estaba diciendo.
Lulala salió del agua.
«N-no es eso!»
Se quejaba en respuesta. Con ambas manos en la fuente de mármol, acerco su cara a Glenn y dijo.
«E-estoy verdaderamente agradecida hacia el Dr. Glenn… es gracias a él que puedo siquiera cantar justo ahora, y… por eso… es por eso…!»
«Más que cualquier otra cosa, solo estoy contento de que lo estás haciendo bien, Lulala»
Dijo Glenn.
«Hnnnnnnh!»
Parecía que Lulala ante la situación, no sabía que debía decir.
Sumergiéndose de nuevo en el agua con un chapoteo, siguió el camino del canal y dejó la plaza central.
Ahora y de nuevo su cola y sus aletas, moviéndose de lado a lado, podían verse desde la superficie del agua. El canal tenía el aspecto de ser muy superficial, Glenn pudo ver claramente como ella había escapado.
«Ella absolutamente me odia, cierto…?»
«Si eso es lo que piensa, entonces debo decir que el Dr. Glenn sigue carente de experiencias de vida»
Dijo Sapphe.
«Por qué dices eso?»
Preguntó Glenn.
«Me pregunto»
Dijo Sapphe, terminando el tema de forma irritante con sus usual frio comportamiento.
«Con eso dicho, Lulala se siente como una hermana pequeña para mi»
Ella continuó.
«Incluso me gustaría si ella pudiera llevarse un poco mejor con usted, Doctor»
«…En serio?»
«Si, por supuesto. Pero, no demasiado»
La fuente de múltiples niveles soltaba agua hacia arriba y rociaba la plaza. Sapphe miraba la compleja estructura y finalmente le dio a Glenn una sonrisa. Diferente al incidente con Tisalia, con la cual la lamia parecía estar en malos términos, en este caso, Sapphe le había tomado un poco de cariño a Lulala.
«Hey, Sapphe»
Dijo Glenn.
«Que sucede?»
«Me preguntaba… alguna vez has pensado acerca del por qué las sirenas tienen pulmones cuando pasan la mayoría del tiempo bajo el agua?»
Ya no había ningún rastro de Lulala, pero Glenn seguía pensando en ella.
Por naturaleza, las sirenas casi no tenían razones para salir. Era sabido que lo hacían para tomar baños de sol en orden de regular la temperatura de sus cuerpos y matar bacterias… sin embargo, hacer eso era incluso posible en aguas poco profundas.
Simplemente no había necesidad para ellos haber desarrollado pulmones.
«Está hablando como la Dra. Cthulhy»
Dijo Sapphe.
«Nunca me había puesto a pensarlo»
Aunque la maestra de Glenn, Cthulhy Squele era actualmente la directora de un gran hospital, originalmente había sido una profesora puramente académica. había conducido investigaciones sobre la naturaleza de los monstruos y en como ellos habían evolucionado hacia sus formas actuales.
El resultado de su excesiva y exhaustiva investigación de los cuerpos de monstruos significaba que ella era correctamente reconocida como una autoridad en medicina y tratamientos de monstruos.
Glenn se preguntaba… el agua y las sirenas son inseparables. Y, aun así, al mismo tiempo había otra cosa que era inseparable de sus vidas.
«Estoy seguro que los tienen para que puedan cantar»
Dijo él.
«Cantar?»
En el agua, los sonidos no viajan como si estuvieran en tierra. Las hermosas voces de los merfolk que tentaban y seducían a los navegantes eran insignificantes bajo el agua.
«Tienen pulmones para que puedan respirar aire y cantar con sus hermosas voces»
Explicó Glenn.
«Esa debe ser la razón, incluso cuando la garganta de Lulala estaba en esa situación, ella se rehusaba a dejar de cantar»
«Eso es inusualmente poético de usted, Doctor»
Dijo Sapphe.
Glenn se reía consciente de ello.
Ella tiene razón.
Pensó él. Ciertamente no era el típico tipo de conclusión a la que el usualmente llegaría. Cthulhy lo habría mirado con desprecio si llegara a escuchar tal hipótesis.
«Pero, me gusta esa idea»
Dijo Sapphe.
«Considero que es incluso más romántico que la historia de los amantes suicidas del humano y la sirena.»
Ella sonrió, las escamas en los lados de sus ojos se doblaban con el movimiento.
Los merfolk eran usualmente asociados con un amor trágico, por lo cual la historia era romántica. Pero a veces una historia romántica sin algún tipo de tragedia no era tan mala.
La próxima vez.
Pensó Glenn.
Le contaré a Lulala acerca de mi hipótesis.
Él se preguntaba como una inocente cantante reaccionaria ante eso. El sonrió anticipadamente y observó en la dirección en la que la sirena había realizado su salida.
Las aguas matutinas de los canales brillaban ahora y en ese entonces, iluminadas por la luz del sol. Era como si estuviesen hechas del famoso y transluciente cristal de los Canales Merrow.
Agradecimientos a mis patrones:
Steigende sonne
Gracias por el cap!
Me gustaMe gusta